domingo, 30 de octubre de 2011

capitulo 21-22 supernaturally

Capítulo 21:
«
Me Gusta la Vida Nocturna»


Traducido por: Xhessii


Tiré contra el agarre del vampiro de nuevo; pero él no se movió. Esto no estaba pasando.
¡Los vampiros no son fuertes!

Viendo mi pánico creciente, sonrió. Quería patear sus dientes, estaba harta de esa sonrisa.

—¿No es lo que esperabas? Te lo advertí.

Tiré un puñetazo con mi mano izquierda, sólo rozando su cabeza. Se inclino hacia delante y me golpeó con las escaleras de la entrada. Caí hacia atrás, golpeando mi coxis contra la esquina de un peldaño, lo que dejó salir un dolor agudo. Él puso su mano contra mi boca. Su mano tan cerca de mis ojos me ponía mareada, incapaz de enfocarme en su 
glamour ni en su cuerpo real. Piel impecable, piel muerta, piel impecable, piel muerta… tragué para evitar las náuseas.

—Apúrate, ahora, no queremos atraer atención extra. Lo haré rápido, mi pequeña monstruo —Él movió mi cabeza a un lado para exponer mi cuello.

Gritando mi frustración, mordí lo más fuerte que pude sus dedos. Se echó hacia atrás y respiré, sintiendo náuseas con el pensamiento de lo que acababa de meter a mi boca. Me incliné hacia un lado, alejándome de su alcance. Tan pronto como estuve en balance, me alejé corriendo, mi respiración estaba acelerada. Me apuré por la calle, girando en una esquina mientras miraba detrás de mí, y casi me golpeo contra la pared. Maldiciendo, me volteé… pero era demasiado tarde.

Ya había bloqueado la salida, mirándose confiado.

—Tú no quieres hacer esto —dije, levantando mis manos.

—Realmente quiero.

—¡No! Yo… —El viento frío pulsó a través de mí, y los espasmos en mis manos crecieron cada vez más fuertes. Podía sentir el aire girando en pequeños remolinos junto a mí, conectados en una nueva manera. De repente mi cuerpo cansado y adolorido se sentía ligero, insustancial pero poderoso. Y podía sentir también el alma del vampiro, en frente de mí. Llamándome. Incluso podía verla, el tenue brillo alrededor de su corazón.

Cerré mis ojos, luchando contra la urgencia de acercarme. —Por favor —murmuré—. No quiero herirte.

Se rió. —¿Estás confundida, 
Liebchen[1]?

Mis ojos se abrieron. Algo en su expresión cambió cuando vio mi mirada, su mirada predadora había sido cambiada por miedo. Apreté las manos en puños. No otra vez. No a menos de que tuviera que hacerlo. Aguantaba toda la fuerza, y mi voz sonó baja y era doloroso. —Deberías correr.

Esperaba que no lo hiciera.

Frunció el ceño, luego se alejó lentamente del callejón, sin nunca quitar sus ojos blancos y muertos de los míos. Cuando alcanzó la calle, un bate de béisbol salió de la noche y lo golpeó en el cráneo.

Salí de mi horrible deseo, y mi mirada se amplió.

Jack sonreía y golpeó el bate contra su mano. —¿Te apetece un juego rápido?

Mi mirada fue al vampiro que estaba en el suelo. Él ahora era impotente. Completamente indefenso. Lo que significaba que no había excusa para drenarlo más. Tomé una respiración estremecedora y traté de aclarar mi mente y enfocarme en Jack.

¡Jack! —¿Dónde habías estado miserable basura?

Él alzó sus cejas, con una mirada de dolor en su rostro. —¿Ése es el agradecimiento que obtengo?

—Dame ese bate y te demostraré lo agradecida que estoy, ¡cobarde!

—Oh, oye, no seamos precipitados. ¿Qué bien hubiera si los dos hubiéramos sido golpeados? Además, regresé. Justo en tiempo, por lo que parece —Él sonrió, pero algo en sus ojos era intenso, acusatorio, casi como si él supiera lo que iba a hacer (no, lo que tal vez hubiera hecho)—. Pero lo tenías bajo control, ¿cierto?

Le quité de las manos el bate. —¿Al menos tienes algo útil? ¿Rastreador de tobillo? ¿Un comunicador de repuesto?

Él hizo una elaborada demostración de estar revisando su camisa apretada y de manga larga, buscando sus bolsillos, y luego se encogió de hombros. —Están en mi saco.

Miré hacia abajo al saco de lana de Jack. El saco que yo usaba la mayoría del tiempo. Metí la mano en el interior y, efectivamente, en un bolsillo oculto cerca de mi corazón, había un delgado comunicador y un solo rastreador de tobillo.

Cifras.

—“
Estar preparado”, ése es mi lema —Sonrió con aire de suficiencia hacia mí—. Ése y“Duerme cuando es posible”. Oh, y “Si no te das cuenta que se ha ido, ¿qué daño te hace?”

—Llámalo —dije, cansada más allá de lo creíble y esperando estar lo más lejos posible de este vampiro. Le dí el comunicador a Jack y se inclino, mis dedos estaban temblorosos mientras agarraba el rastreador. No miraría al corazón del vampiro. No lo tocaría. Puse mi pulgar en el rastreador para activarlo, pero nada pasó.

—Parece que ellos no confían en ti con los rastreadores, ¿te imaginas por qué? —Jack se inclinó para agarrarlo.

¿Tal vez su desconfianza tenía que ver con el hecho de que había liberado a Lend? ¿O porque era la responsable de liberar cada licántropo que tenían? Probablemente, yo tampoco confiaría en mí. Tomé varios pasos hacia atrás y me incliné contra la pared, mirando al cielo nocturno nublado, y trataba de enfocarme en cualquier cosa que no fuera el vampiro.

Jack se puso de pie. —Están en camino —Aventó el comunicador al aire y lo atrapó por la espalda—. ¿Dónde están los trolls?

Oh, mierda. Los trolls. ¿Cómo iba a salir de ésta? No estaba como para devolverlos a la IPCA. Tanto como sabía, ellos se ganaban la vida aquí. Esta vil criatura en el suelo en frente de mí era la única amenaza que necesitaba ser eliminada.

Abrí la boca para decir una historia, cuando una puerta se abre en la pared y dos hombres con suéteres de cuello de tortuga color negro salen rápidamente, sus escoltas hadas permanecen en el anonimato por la oscuridad. Ellos miran en ambas direcciones y se arrodillan junto al cuerpo. Uno me miró, sus ojos lobunos amarillos brillaban debajo de unos ojos cafés. Uh. Supongo que después de todo la IPCA no perdió a todos sus licántropos. —¿Los trolls?

—Hice una mueca en lo que esperaba fuera de una manera lamentable. —Se han ido. Estaban siguiendo al vampiro, en alguna clase de venganza de sangre. Algo tribal. Pero entonces averiguaron que estaba con la IPCA prefirieron alejarse antes de ser capturados. Estaba siguiéndolos cuando me encontré con el vampiro.

—¿No tienen una base aquí? ¿Ningún humano ha sido tomado?

—Nop. Sólo pasaron. Ellos me llevaron a un almacén vacío, donde acampaban. No había señal alguna de personas.

Podía sentir los ojos de Jack en los míos y deliberadamente los evadí. Iba a vender ésta mentira. Él único que podía contradecirme era el vampiro. Tal vez 
debí haberlo drenado… Pero, no. Raquel tomaría mi palabra por encima de la de él. El licántropo asintió, luego ayudó a su compañero a capturar al vampiro de sus axilas.

—Sé cuidadoso. Él es realmente fuerte. Tan fuerte como tú.

Los licántropos me miraron dudosos.

—No, en serio. Él mata… —Me detuve, mi estómago se hundió con la realización de lo que pasaría si esa información se divulgara—. Mejor hablo con Raquel. Asegúrense que él no despierte hasta que lleguen con él al Contenedor. Un rastreador de tobillo no será suficiente para él —Ellos asintieron medio cargándolo, medio arrastrándolo por la puerta. Capté el brillo de una de las hadas, pero no la reconocí. Igual de bien.

Suspirando, me deslicé por la pared para sentarme en el piso e hice una mueca de molestia mientras el dolor se establecía en mi espalda baja, irradiado desde mi coxis. Unos cuantos movimientos dolorosos y estuve cómoda, en una manera de 
no me voy a morir ahora, pero tal vez lo haga más tarde. Un movimiento en el final de la calle atrapó mi atención. Birgitta, invisible a los ojos de los demás, me asintió, luego desapareció en las sombras. Al menos había hecho algo bien hoy. Tal vez. Probablemente.

—Entonces —Jack se sentó a mi lado—. Así que un 
fossegrim [2], trolls y un súper vampiro, todo en una sola noche. Cambié de parecer: tú realmente sabes cómo pasar un tiempo genial.

Al borde de las lágrimas, incliné la cabeza en su hombro. —Tú no tienes idea —No podía superar el deseo (la necesidad) que había sentido de drenar al vampiro, de mi mente. Mi estómago vacío gruñó con culpa. Pero no había hecho nada. Tampoco lo hubiera hecho, incluso si Jack no hubiera salvado el día. Mis dedos temblaban, en desacuerdo conmigo, y hice de mis manos, unos puños. No.

Estuvimos en silencio por un momento, Jack se tensó debajo mi cabeza, incómodo pero lo suficientemente lindo para no moverse. Me sentía extrañamente cercana a él, como cuando éramos los únicos dos cuerdos en un mundo lleno de locura y asesinatos. Podía sentir las amenazas de ése mundo, amenazándome para hacerme entrar, y yo tomaba cualquier ancla que pudiera agarrar. Incluso si él era una pesadilla rubia.

Alcé mi cabeza y lo miré. —¿Cómo me encontraste?

—Sólo suerte —La respuesta era tranquila, pero se sentía como si él la hubiera dicho demasiado fácil. Blanqueé mis ojos, pero él continuó—. ¿Por qué mentiste sobre los trolls?

—No lo hice —Nos sentamos ahí viéndonos el uno al otro, dos mentirosos experimentados, hasta que no pude soportarlo más—. ¿Jack?

—¿Mmm?

—Gracias —Mi voz se rompe un poco—. Si no hubieras llegado…

—Si no hubiera llegado, tú estarías bien. No necesitas ponerte cursi cuando decido tener algo de diversión decente. Ahora, resulta que usas mi saco más bonito. Me gustaría mucho que me lo regresaras, así que vayamos a casa, ¿nos vamos?

No podía discutir contra eso.
Fin del Capítulo…


_______________________________
Notas:
1. Liebchen: Significa querida, en alemán.
2. Fossegrim: Para los escanadinavos son espíritus masculinos del agua que atraían mujeres y niños con sus canciones tocadas con violín, para que se ahogaran en los lagos y ríos. Y en Noruega: Las Fossegrim, son las hadas de las nieves, son las portadoras del frio y de las nieves, y además tienen una misión muy especial: la custodia de las cascadas y los fiordos. Tienen forma humana, aunque de talla un poco más reducida. Son seres esbeltos, de cabellos rubios o plateados que les permiten ocultarse entre el gélido paisaje que es su hogar. El elemento primordial que las gobiernan es el agua. Les encanta la música, especialmente las del arpa, también les gusta cantar, y a menudo sus tenues voces se confunden con el susurro de los vientos.

CAPITULO 22



traducido por Jpink


Raquel frunció el ceño por encima de su taza de café negro. “Con solo mirar tu bebida me está dando caries.”

“Menos mal que el IPCA tiene un dentista excelente.” Sonreí y utilicé un bastón de caramelo para disolver mi doble crema de chocolate caliente. La cafetería era pequeña, con cálidas paredes amarillas y sillas puuf en las esquinas con poca luz, los clientes estaban dispersos y encorvados sobre sus portátiles escribiendo, la cafeína como carburante te hace trabajar de genio. Había elegido este lugar porque tenían los sabores de Navidad ridículamente temprano (a pesar de las varias arañas y murciélagos colgando en honor de Halloween), y porque estaba a treinta minutos a autobús fuera de mi ciudad, así que había pocas posibilidades de encontrarse con alguien que yo conociera. Dudaba de que cualquiera de mis compañeros vampiros o hombres lobo pudieran reconocer a Raquel, pero preferiría evitar descubrirlo.

“Esto esta bueno.” Ella limpió una mancha de la mesa, otra vez, y fulmino con la mirada a una pareja mirándonos en la esquina opuesta de nosotros. Al menos ella había accedido a encontrarse conmigo aquí. Sobre todo porque me había negado de lleno a volver al Centro para dar parte sobre la misión.

Bueno, a mentir sobre casi todo, si quería ser racional.

Ya habíamos pasado sobre mi historia de los trolls. Resistí la tentación de preguntar si el vampiro había dicho algo sobre ellos. Si lo hacía, yo estaba atrapada, lo sabía. Odiaba tener que guardar secretos a Raquel, pero algunas cosas lo requerían. Jack había mencionado la parte del salvamento, asi que yo lo fortalecí con algunas tonterías sobre como el fossegrim* no me había matado porque un perro callejero corriente nos separó y me dejo salir del agua. No había razón para darle más por lo que preocuparse. El super-vampiro tenía suficiente información para una visita.

Me estremecí ante el recuerdo de su control sobre mi muñeca y lo que yo había querido hacer con él. “¿Tú no lo estás contratando a él para la Contención, verdad?”

“Por supuesto que no. El es demasiado inestable, incluso para la asignación más básica. Pero no tienes derecho de decirle a nadie más el por qué él es tan fuerte. Es un hecho inquietante. Nunca me he encontrado con un vampiro que dirigiese a los paranormales, y que los ayudase a superar las debilidades naturales de vampiros, bueno, lo mejor es mantenerlo estrictamente en secreo.” Ella suspiró algunas cosas nunca son sencillas, ¿verdad?

“Bien. El tipo es un psicópata, incluso para los estándares vampiros. Y eso es mucho decir.” Me eché hacia atrás, tratando de encontrar una posición que no hiciera daño a mi coxis magullado. Tendría que encontrar la manera de ocultarlo de Lend cuando llegara esta noche.

No, no más secretos.

“Hola, ¿qué pasa con los elementales? ¿Crees que quizá el vampiro…?” Me sentí un poco mal, preocupada por una repetición de la juerga de Viv. No pensaba que pudiera soportar más muertes paranormales que tuviera que entender.

Raquel negó con la cabeza. “No, no creo que esté relacionado. No ha habido ninguna muerte o cuerpos. Casi todos los elementales que hemos identificados y tienen contacto han desaparecido, pero los elementales son difíciles de entender. Solo habíamos estado manteniendo un seguimiento de ellos durante un par de décadas, por lo que sabemos, este es un comportamiento común.”

Asentí con la cabeza, aliviada. No más violencia. Tendría que decírselo a Lend, asegurarme de que él ya sabía que no era su madre quien había desaparecido. Por supuesto, no estaba segura si eso lo hacía sonar mejor o peor.

Raquel tomó un sorbo de su bebida.”Sin embargo, es una lástima para los trolls.”

Tragué mi chocolate caliente, hirviendo mi garganta. “Así es. Es una pena. Aún así, traje un peligroso paranormal, que fue siempre el objetivo, ¿verdad?”

“Por supuesto, y lo hiciste bien. Lo siento, el trabajo no fue tan fácil como prometí.”

“Si, bueno, consíguele a Jack un GPS o algo así. El está un paso por encima de las hadas, pero por muy poco. Por lo menos nunca me dejaron directamente en un río. No me da ningún trabajo cerca de los acantilados, ¿de acuerdo? Tiemblo al pensar que Jack me podría tirar.”

“La próxima vez lo dejo salir primero.”

Me eché a reir, sacudiendo la cabeza. “Buena idea.”

Para mi sorpresa, me preguntó acerca de la escuela, y se sentía un poco surrealista y perfectamente natural hablar con Raquel sobre mi gran trabajo de Dracula, la prueba de Inglés, que me había quedado dormida durante la mañana debido a la aventura con el troll, y mis quejas sobre Miss Lynn. Recordé todas las veces que solía fingir que Raquel era mi madre, soñando con hacer algo como esto con ella.

Fue muy bonito.

“¿Y cómo está Lend?”

Miré hacia abajo, a mi chocolate caliente disminuyendo. “No muy bien. Yo, eh, como que no le dije que estaba trabajando de nuevo con vosotros.”

Ella arqueó las cejas. “Y él lo descubrió.”

“Así es. Te puedes imaginar que no fue muy bien.”

Ella asintió con simpatía y tomo mis manos entre las suyas. “Lend y yo verdaderamente no empezamos con el pie derecho” Solo Raquel se referiría a Lend pinchándolo y luego lo encarcelaría en un celda IPCA, interrogándolo comenzando con el <> “Pero el siempre ha estado bien contigo, y no tengo ninguna duda de que los dos serán capaces de resolver esto.”

“Gracias.”

Pero entonces su comunicador pitó empujándonos fuera de nuestro pequeño fragmento de normalidad. Leyó el mensaje y lo soltó no hay suficientes horas en el día suspiró, luego me miró para disculparse. Agité la mano.

“No te preocupes. Vas a salvar el mundo. Yo voy a terminar en un pozo.”

Hizo una pausa. “Realmente lo siento, Evie. Algunas veces me preocupa que te empuje de nuevo a hacer cosas incorrectas. Quizás sea egoísta de mi parte. Pero no puedo decir cuánto te lo agradezco.” Sonrió, acariciando mi mano. “Estaré en contacto.”

“Lo sé.”

“Quiero saber si necesitas cualquier ayuda con ese trabajo. Y si te puedo ayudar con la situación con Lend.”

Cuando se fue, sentía más calor dentro de mí que en el chocolate. A pesar de que la última misión había sido un lio, las cosas funcionaron. Y teniendo de nuevo a Raquel en mi vida significaba más para mí de lo que nunca había imaginado que lo haría. Valía la pena unas cuantas experiencias cercanas a la muerte en Suecia, ¿no? Lend debería entenderlo. Yo le haría entenderlo.

Un viaje en autobús y tres horas más tarde estaba cansada de tratar de encontrar la postura para hacer precisamente eso. Lend no me había especificado la hora en la que iba a estar allí, así que me acosté en el sofá con mi teléfono, cambiando de posiciones hasta que di con una que no me doliera el cóccix.

Las aventuras de la noche anterior me alcanzaron, y me quedé dormida en un sueño inquieto. Una mano suave cepillando el pelo de mi cara me despertó. Lend estaba agachado en el suelo, a la altura de mis ojos. “Hola,” dijo, con su voz suave.

“¡Hola!” Me senté rápidamente, demasiado rápido, y chillé de la conmoción por el dolor.

“¿Qué pasa?”

“Nada,” me detuve. “Me magullé el cóccix muy mal anoche.”

“¿Cómo?”

“Me caí en un escalón.”

“¿Dónde?”

“En Suecia.”

Algo de preocupación cayó en su cara y se sentó sobre sus talones. “Oh. ¿Y que estabas haciendo en Suecia que te hizo caerte en un escalón?”

“¿Peleando con un vampiro?”

Su rostro se volvió piedra. “Así que estas totalmente segura trabajando para la IPCA de nuevo. Bien. ¿Vas a volver con los huesos rotos la próxima vez? Mira, ¡esto es exactamente sobre lo que te estaba ablando! La IPCA te tiene en sus garras otra vez; tú me estas mintiendo, ocultando cosas, ¡y ya has estado atrapada en el Centro y duele! ¿Por qué estabas peleando con un vampiro?”

Negué con la cabeza. “No se suponía que estuviera un vampiro, yo solo supuse…”

“¡No! Nunca es lo que se supone que es. No puedo creer que Raquel te arrastró de nuevo para hacer los trabajos sucios por ellos.”

Y de repente fui de desesperada por explicar a cabreada de lleno. “No tienes ni idea de lo que estás hablando. ¿Crees que porque los vampiros de aquí juegan bien lo hacen también los de todas partes? ¿De qué sirve el pequeño experimento de David para proteger a las personas de los paranormales que no quieren descubrir mejor su propia naturaleza? Algunos de ellos son monstruos, Lend. ¡Sabes qué! Sí, IPCA absorbe a veces, ¡pero al menos están haciendo algo! Me encantaría no hacer más que sentarme alrededor de esta ciudad sirviendo panqueques, pero ¿adivina qué? ¡No eres el único que quiere ayudar a los paranormales! No podría hacerlo de la misma manera que tú, pero no te atrevas a acusarme de hacer el trabajo sucio de la IPCA. ¿Tú precioso vampiro? ¡Él estaba acechando y asesinando a niños troll! Y si no fuera por mí, ¿quién sabe cuántos más habría matado?”

“¿Niños troll?”

Fruncí el ceño. “Sí, fui a Suecia para localizar a una colonia de troll.”

“¿Los encontraste?”

“Por supuesto que los encontré. Porque eso es lo que hago, y estoy bien con ello. Los trolls me pidieron ayuda, y porque no estaban molestando a nadie, los protegí de la cosa que les hacía daño. Y, antes de que preguntes, no, no llevé a los trolls a la IPCA, pero, sí, lleve de vuelta al vampiro psicótico. Asi que quizás ellos estén usándome, pero yo los estoy usando a ellos también, y te agradecería que no actúes como si fuera una idiota que hace lo que la gente me diga.”

Se quedó callado durante un minuto, y me preparé para su siguiente argumento. “Lo siento.”

“Yo… Espera, ¿qué?”

“Lo siento. Tienes razón. No sé porque siente que la IPCA es el mejor camino a seguir, pero nunca he sido capaza de ser imparcial al respecto. No me gusta, y no me va a gustar; hay demasiadas maneras en las que te pueden lastimar. Pero si tú sientes que es importante, entonces yo puedo lidiar con eso. No eres una idiota, lo sé, eres la más brillante y mejor persona que he conocido.”

“Por lo tanto… ¿estamos bien?” La esperanza revoloteaba en mi pecho, liberando un poco la ansiedad que me había estado desgarrando toda esta semana.

“Prométeme que has terminado con las mentiras. Odio que la IPCA siga siendo una parte de tu vida, pero puedo aceptarlo si dejas de ocultarme las cosas. Eso me molesta más que otra cosa, que sientas que no puedes ser honesta conmigo. Me miras como nadie más lo hace, al verdadero yo, todo el tiempo. Quiero lo mismo contigo.”

Asentí con la cabeza, con lagrimas en los ojos. Tenía razón, él no podía ocultarse de mi. No era justo que yo le ocultara las cosas a él.

“¿Así qué no más mentiras?”

Tragué saliva. Eres inmortal, Lend. “No mas mentiras,” mentí.

Él suspiro aliviado y se sentó a mi lado, poniendo su brazo alrededor de mí con cautela y apoyando la cabeza contra el respaldo del sofá. “Así que, umm, ¿qué quieres hacer ahora?”

Ojala lo supiera.



*Fossegrim: hadas de la nieve de Noruega.

martes, 25 de octubre de 2011

capitulo 19-20 supernaturally


Capítulo 19
Un buen momento de rechinado de dientes


Traducido por Ellie


Los trolls me miraban fijamente, esperando una respuesta. Un extraño crujido, como un ruido de rasgado, vino de mi izquierda; no pude identificarlo, hasta que me di cuenta que el gran troll macho junto a mí rechinaba los dientes, cada músculo de su considerablemente musculoso cuerpo estaba tenso.

No era nada bueno.

Sostuve mis manos al frente. —Primero que nada, yo no mato niños. No mato a nadie, si es por eso. ¿Quién creen que soy?

La mujer en el abrigo rojo entrecerró los ojos. —Si no eres la criatura asquerosa, ¿cómo nos viste?

—¿De qué clase de criatura asquerosa estamos hablando aquí? —pregunté, cambiando el tema rápidamente. Mis habilidades no eran algo de lo que quisiera hablar con esta multitud.

—Vampiro —dijo un viejo troll cerca de la puerta, sus labios temblando de rabia.

—Yo definitivamente no soy un estúpido vampiro. —Mi pecho se aligeró considerablemente. Esto sería bastante fácil de demostrar... y de resolver—. Denme un espejo. O agua bendita. ¡Incluso la beberé! —Jadeé cuando alguien tiró agua a un lado de mi cara—. Una pequeña advertencia la próxima vez sería agradable. —Me sequé la mejilla con la manga del abrigo de Jack y miré las expresiones a mi alrededor cambiar de asesinas a confusas.

—¿Quién eres? —preguntó Abrigo Rojo.

No sabía si debería mentir o no, por lo que opté por una combinación. —Estoy con la AICP.

El viejo troll escupió otra vez. Era verdaderamente encantador ese.

Abrigo Rojo le disparó una mirada, entonces se volvió hacia mí. —¿Cómo puedes vernos?

Me encogí de hombros. —Soy talentosa. He sido entrenada para identificar a los paranormales.

—¿Y qué interés tiene la AICP en nosotros?

—Todo lo que quiere la AICP es liberar a los humanos que viven aquí.

Ella sacudió la cabeza, entonces hizo gestos hacia la puerta y dijo algo en su idioma gutural. La mayoría de los trolls, menos Gigantescos Dientes Rechinantes y Viejo Saliva se marcharon. Abrigo Rojo se sentó en un sillón frente a mí, apoyando las manos en su regazo.

—¿Cuál es tu nombre, niña?

—Evie.

—El mío es Birgitta. Ahora que hemos intercambiado nombres, seamos honestas la una con la otra. Esta AICP tuya no sólo desea a los preciosos humanos que nosotros, los trolls desagradables y asesinos, hemos tomado.

Me retorcí bajo su firme mirada. —No sé de qué hablas. —La mentira supo pesada y amarga en mi lengua. Lo sabía todo acerca de las re-locaciones forzadas y las vigilancias. Yo había ayudado a la AICP a identificar a una colonia de trolls antes, y Lish estuvo semanas procesándolos. No estaba segura de a dónde llevaron a los trolls, pero definitivamente no les permitirían quedarse en las casas robadas—. Yo sólo se suponía que debía encontrarlos.

—¿Y qué pasaría si te dijera que no había humanos?

Mis ojos se ampliaron con horror. —¿Qué hicieron con ellos?

Ella miró hacia el techo, su rostro era una imagen de agotamiento. —Nunca hubo ninguno. Les compramos todas estas casas. Hemos vivido según sus reglas, en su mundo. ¿Y ahora debemos mudarnos por haberlo hecho?

—Espera, ¿ustedes no echaron a las personas y tomaron sus cosas? —Después de todo, esa era la clase de cosas que hacían los trolls. Tomaban las casas —a veces pueblos enteros—, manteniendo a las personas ocultas, utilizándolos como sus sirvientes. Y eran notorios ladrones: de alimentos, de oro, de ganado, incluso de bebés. Unos dedos muy hábiles acompañaban a sus colas.

—No son siempre los trolls quienes echan a los humanos de sus casas. Hace poco más de un siglo, vivíamos en islas junto al río. Tuvimos nuestros... desacuerdos con los humanos locales, pero vivíamos separados, y estábamos felices de estarlo. Entonces ellos represaron el río con sus paredes y compuertas, e inundaron la colonia que nosotros habíamos pasado siglos construyendo. Nuestras casas se perdieron, y algunos pidieron venganza. Pero la mayor parte de nosotros estábamos cansados de luchar contra el ataque incansable de los humanos. Decidimos dejar de luchar. Tomamos nuestro oro y compramos nuestro lugar en la sociedad humana.

—¿Entonces todo esto es de ustedes?

Ella levantó el mentón orgullosamente. —¿Por qué crees que esta ciudad prosperó después de construirse las represas? Por el incremento del comercio con nosotros. Tal vez no tengamos la misma habilidad mecánica que ustedes los humanos, pero manejamos casi cada negocio de aquí.

—Así que no están lastimando a nadie en lo absoluto. —Bueno, mierda... Esto hacía las cosas más complicadas. Mucho más complicadas. Si ella decía la verdad —y no tenía razón para mentirme—, entonces la AICP no tenía por qué meterse con ellos. Todo el punto de la AICP era evitar que los paranormales hicieran daño a los humanos, y no lo estaban haciendo. Pero no creía que la AICP lo vería así. Los trolls seguían siendo trolls para ellos.

Froté mi rostro, sintiéndome cansada y con frío y deseando que el mundo fuera en blanco y negro otra vez. —De acuerdo. Yo puedo... no sé. Hagamos de cuenta que nada de esto jamás sucedió.

Viejo Saliva le gruñó algo a Birgitta y ella asintió. —Tú trabajas para la AICP. Tu trabajo es encontrar, pero también proteger a los paranormales, ¿no es así?

—Sí, supongo que podría ser interpretado así. —Si considerabas que “vigilar, retener y controlar” era igual que “proteger”, lo cual era cómo lo veía la AICP.

—Entonces debes ayudarnos. —Lo indicó como un hecho—. Tú ves cosas que nadie más puede ver. Encontrarás al vampiro que nos acecha.

—Yo no quise decir que...

—Encontrarás al paranormal para devolverlo a la AICP y proteger a quienes no hacemos ningún daño. Ese es tu trabajo. —Sus ojos miraban los míos intensamente, suavizándose un poco entonces—. Por favor... nuestros niños, nuestros pequeñostrollbaerns. Tenemos tan pocos, y son más preciosos que cualquier vida que hayamos construido aquí. Ayúdanos.

¿Cómo podría decirle que no? Me puse de pie. —De acuerdo. Vayamos a embolsar a ese vampiro.



Treinta minutos después, yo vagaba por las calles oscuras con Gigantescos Dientes Rechinantes a mi lado. Birgitta me había dicho acerca del vampiro que los acechaba. Los trolls sólo tienen hijos un par de veces cada siglo, y los trollbaerns no aprenden a utilizar los glamoures de invisibilidad hasta varias décadas después, dejándolos vulnerables. Dos de ellos ya habían sido asesinados, y otro había sido lastimado gravemente.

Todo el asunto me hacía sentir enferma del estómago. Estos eran los vampiros que yo conocía. Es por esto que la AICP aún necesitaba estar en el mundo, sin importar lo que Lend pensara.

Los trolls habían puesto una trampa para el vampiro, la cual yo había activado sin querer al seguir a la pequeña niña troll que hacía de carnada. Ahora era mi trabajo el congelarme el trasero y encontrar a su sórdido acechador. Sin embargo, no sabía cómo encontraría a nadie bajo estas circunstancias. El respirar de Dientes Rechinantes era tan fuerte que apenas si podía oír mis propios pasos. Estaba entorpeciendo mi estilo.

—Creo que tendré más suerte si voy yo sola. —Sonreí para que no se lo tomara mal.

Él frunció el entrecejo, su frente casi cubriendo sus ojos demasiado juntos. —No seguro.

—Confía en mí, he estado alrededor por un buen tiempo. Puedo manejar a un vampiro.

—Invisible. —Hizo gestos hacia él mismo. Sacudí mi cabeza. Un vampiro igualmente podría olerlo, lo cual era el por qué ellos no habían tenido suerte en atraparlo.

Mirándome con desconfianza, él vaciló, entonces se giró y volvió en la dirección en la que habíamos venido. Dejé salir un suspiro de alivio. Los trolls de este pueblo quizás eran inofensivos, pero eso no los hacía menos intimidantes.

Con las manos metidas en los bolsillos, mis muslos congelados por andar demasiado tiempo caminando en vaqueros húmedos, vagué por las calles, girando en esquinas al azar. Tenía mucho en lo que pensar. La extraña sensación líquida que seguía sintiendo sobre mí, para empezar. La forma en que la brisa parecía seguirme como un perrito faldero. La prueba de inglés para la cual estaría muy, muy cansada para tomar en la mañana. Lo que le diría a Lend para hacer que todo fuera mejor. Cómo iba a encontrar la manera de volver a casa sin un comunicador. Cuán duro iba a golpear a Jack por haberme abandonado.

Ese último pensamiento me entibió un poco.

Seguía pensando que escuchaba pasos que se hacían eco de los míos, pero por más que miraba alrededor, no había nadie allí. Cuando me había perdido completamente, una suave voz con la insinuación de un acento llegó hasta mí desde una escalinata oscura a mi lado. —Creo que estás en la parte equivocada del pueblo. —Pude oír la sonrisa en su voz.

Me detuve, enfrentándome a él. —No, estoy bastante segura de que estoy en el lugar indicado.

Dio un paso hacia la luz, los ojos blancos brillando levemente bajo su glamour, colmillos descubiertos en una sonrisa placentera.

Síp, exactamente donde debo estar. Prepárate, tipo muerto.


Fin del capítulo

Capítulo 20
Como una Mala Película

Traducido por AndreaN

Todavía sonriendo, el vampiro sacudió su cabeza. —Deberías ser más cuidadosa de donde llegas en esta ciudad, Liebchen. Los monstruos caminan con rostros humanos.

Resoplé. —No me digas. —Esta era la primera vez desde que tenía ocho que había enfrentado a un vampiro sin refuerzos o Tasey. De todos modos, no me iba a echar para atrás ahora. Claro que podía ir a por un vampiro solitario.

Su cabello era oscuro y rizado, más largo de lo que la mayoría de los vampiros usaba, dándole un aire casi artístico. Bueno, menos el cadáver que estaba luciendo debajo del glamour. Puso sus manos en sus bolsillos y se encogió de hombros. —Hay cosas en este mundo que es mejor que no conozcas. Ve a casa y déjale a la noche sus misterios.

—Wow, ¿Muy melodramático? Ustedes los vampiros siempre se toman a sí mismos tanseriamente. —Sus ojos se ampliaron con sorpresa—. Si, se que eres una creatura de la noche. Traedor de muerte, chupador de sangre, necesitado de bronceado, etc, etc. Y extrañamente,
todavía no estoy impresionada.

Él abrió sus ojos. —¿Cómo sabes lo que soy, niña?

¿Qué les pasa a los paranormales que me llaman “niña”? Tendría diecisiete en Diciembre. ¿Qué tal algo como buena “señora” o algo? —Lo sé porque es mi trabajo. También es mi trabajo decirte que toda la cosa de acoso a trolls que has estado haciendo se ha acabado.

Tiró su cabeza hacia atrás y se rió. Sentía que había caminado hacia una cursi película de vampiros. Cuando finalmente termino con su pequeño show de siniestra confianza, se concentro en mis ojos. —Me llevaras de vuelta a los trolls.

Los trucos mentales de los vampiros dependen de su glamour, y con mi buena vista mire derecho sus ojos blancos de cadáver, y el solo lucia tonto. Deje que mi rostro quedara en blanco y asentí lentamente. —Sí. Los trolls. De vuelta. Conmigo. No puedo formar. Oraciones completas. —Sacudí mi cabeza—. Si, definitivamente no va a pasar.

Me considero, molesto y en perdida por que hacer luego. —No mato humanos.

—¡Yo tampoco! Ves, ya tenemos suelo en común.

—Entonces supongo que ambos deberíamos seguir con nuestro camino.

Puse mis manos en mis caderas. —No, no deberíamos. No voy a dejar que asesines a más niños troll.

Suspiro. —Entonces me temo que tendremos que perder nuestro suelo en común. —Mostrando sus colmillos, se apresuro hacia adelante. Tire mi brazo hacia atrás y le di un puñetazo en la cara.

—¡Ow! —gritamos en unísono mientras se agarraba la nariz y yo sacudía mi pobre, pobre mano. ¿Por qué nunca nadie me dijo que dar puñetazos en la cara dolía?

—¡Me pegaste!

—¡Estabas intentando morderme!

Nos miramos el uno al otro, su intensidad de alguna manera disminuida por la mano que todavía sostenía contra la nariz. —¿Así que ahora qué? —pregunto, su suave voz apagada.

—Todavía no he pensado en eso. —No iba a dejar que se fuera, pero no tenía ni las armas ni la inclinación de matarlo. Después de otro tenso minuto, se agacho en el pórtico del porche. Con un pesado suspiro me senté a su lado, envolviendo mis brazos alrededor de mis rodillas en un patético intento de calmar el frio. Se sentía como si las ampollas en mis pies se hubieran acoplado y empezaron a formar pequeñas familias de ampollas. Esta noche apestaba.

Me gire hacia el vampiro. —¿No muerdes humanos, huh?

Se inclino hacia atrás, mirando la noche. —No desde hace mucho tiempo.

—¿Por qué? —Sabia de un montón de vampiros, como Arianna que no bebían sangre humana—pero tampoco bebían sangre de troll. Esta era la primera vez que escuchaba de paranormales siendo objetivos de un chupasangre.

—Porque, Liebchen, recuerdo lo que se sentía tener un latido, un pulso. Recuerdo lo que era no ser un monstruo. Estoy contento de ver a la humanidad girar a mí alrededor, creciendo y envejeciendo y cambiando en maneras que yo nunca hare.

—Bastante justo, pero si eres tan pacifista, ¿Por qué asesinar niños trolls?

Se giro hacia mí, el desgaste que había demostrado mientras hablaba de la humanidad reemplazado por una furia casi palpable. —Porque soy eterno, y la sangre me llama. Me llama en cada lugar al que voy, suplicándome que la tome, paralizándome con la sed. ¿Qué me hizo de este modo? ¿Qué más en el mundo no está tocado por el tiempo? Estas criaturas, y otros como ellos. Si soy un monstruo, jugare mi papel. Pero cazare a mis compañeros monstruo, y algún día, averiguare como corrompieron la vida humana para crear vampiros, y los matare a todos.

Temblé, y no tenía nada que ver con mis ropas húmedas. Cuando Viv estaba en su juega, al menos pensaba que estaba ayudando a los paranormales al liberarlos. Este vampiro—el simplemente los odiaba. Resistí la urgencia de alejarme más de él. —¿Por qué tú tienes que decidir? No es como si los niños troll decidieron estar aquí. Esta fuera de su control, como tú, uh, cambio lo fue. Los estas castigando por ser lo que son. ¿Cómo eso tiene sentido?

Una sonrisa más fría que la noche oscura se propago a través de sus facciones. —He tenido cuatrocientos años para pensar en eso. Eres muy dulce, pero cuando has sido un monstruo por todo el tiempo que yo lo he sido, el “sentido” deja de tener influencia.

Me retorcí, mi trasero yendo a dormir a los escalones de concreto. ¿Por qué me había metido en esto? Mi comunicador todavía estaba en mi abrigo húmedo, el cual estúpidamente había abandonado a la orilla del rio. Tal vez podría noquearlo hasta dejarlo sin sentido y encontrar a Hulking Teeth Gnasher y a los otros trolls. Pero probablemente lo matarían. ¿Pero no se lo merecía más o menos, sin embargo? ¿Acaso pensar eso me hacia justo tan mala como él?

—Debería haberme quedado en casa estudiando —murmure.

Dejo salir una baja risita contenida. —Efectivamente. Parece que estamos en un punto muerto. No voy a detenerme, y tu estas comprometida a detenerme, ¿no?

Me encogí de hombros. —Es mi trabajo. Más o menos.

—Debería contarte un secreto, entonces.

—¿Cuál?

Se inclino hacia mí. —No hueles completamente humana.

Eso lo hizo. El chico vampiro se estaba inclinando. ¿Qué tan difícil podía ser vencer a un cadáver hasta que perdiera el sentido? Me levante, apretando mis manos en puños. —Dime algo que no sepa.

El también se levanto, una cruel sonrisa girando los podridos, disecados restos de su rostro real. —¿Algo que no sepas? Muy bien. He descubierto que la sangre paranormal tiene beneficios añadidos sobre la sangre humana.

Antes de que pudiera moverme, se inclino y agarro mi muñeca. Intente retirarla, pero no pude romper su demasiado-fuete agarre.

Oh, bleep.

sábado, 22 de octubre de 2011

capitulo 17-18 supernaturally

Capítulo 17
Perspectivas Sombrías


Traducido por Liseth_Johanna


No estoy segura si debería ir.

Jack puso los ojos en blanco, entrando a mi habitación y dejando que la puerta se cerrase detrás de él. —¿Esto es por tu novio nerviosito?

Lend me había enviado un mensaje un par de veces desde el lunes, pero no llegaría aquí hasta mañana en la noche. Se sentía como si estuviera traicionándolo, saliendo en una misión el jueves en la tarde. Por otro lado, él sabía que estaba trabajando con la AICP. Y yo no le había dicho que dejaría de hacerlo.

—No lo sé —murmuré.

—Mira, si no quieres venir, no hay problema. Estoy seguro que esas familias cautivas como esclavos de troll entenderán totalmente que te estás desanimando por culpa de tus estúpidos problemas de pareja.

Lo fulminé con la mirada: —Bien. —Había estado de acuerdo con esta misión de los trolls desde el principio cuando Raquel me pidió que regresara y ellos finalmente habían localizado el área de la ciudad donde pensaban que estaba los trolls. Jack había estado allí con un hada el día anterior para sopesar lugares en los cuales abrir una entrada. Seria de bajo impacto, adentro y afuera. Yo no tenía que confrontar a nadie o a nada, solo ver un troll, anotar la localización y reportárselo a AICP. Estaba ayudando personas. Era importante.

Sintiendo mi estómago gruñón y enfermo, me puse de pie y tome la mano de Jack. Resistí la tentación de cerrar los ojos mientras entrabamos a los Senderos. Tal vez si pretendía no estar asustada, lo superaría. Jack parecía inusualmente impaciente, arrastrándome por el camino.

—Tu mano está sudorosa —me quejé, deseando poder alejar la mía de la suya para limpiarla sobre mis pantalones—. ¿Estás nervioso o algo así?

Él dejó salir una rápida y elevada risa, pero no respondió. Después de unos cuantos minutos, disminuyó la velocidad, frunciendo el ceño concentrado mientras sostenía una mano arriba y sentía en la nada.

—¿Perdido?

Una sonrisa rompió su concentración. —Nop. Aquí estamos. Este es Trollhättan, Sweden. —Una puerta se abrió en frente nuestro y vi un vislumbre de árboles verdes y cielos nublados. Me dejé ir y la atravesé.

Justo hacia una caída libre.

Mi grito fue extinguido mientras me metía en el agua oscura y gélida. Inundé mis sentidos, encontrando el camino hacia mis ojos, mi nariz, mis oídos, mi boca. Todo era gris, verde y frío.

Me atraganté, luchando por empujarme hacia la superficie. Mi abrigo estaba calado y apenas podía arrastrarlo por el fétido líquido. Miré frenéticamente a través de la suciedad en busca de Jack, pero él no había caído a mi lado, o quizá en medio del impacto lo perdí. Él podría estar justo a mi lado y jamás lo sabría.

Mis pulmones quemaban, pero un rayo de luz sobre mi cabeza me atrajo. A unas cuantas pulgadas más, hallé la superficie, tragando una larga bocanada de aire, agradecida y desesperada. Estaba a aproximadamente veinte pies de las orillas sucias del río delineado de verde. Giré mi cabeza y vi, para mi horror, algún tipo de puerta en la estrecha y amurallada esquina del canal. Estaba levantándose e inundando mi parte del río con un torrente que me hizo girar y caer de nuevo, sin dirección.

Luché, pateando salvajemente, pero ni si siquiera sabía hacia dónde me dirigía. Estaba siendo arrastrada—oh, infiernos, estaba siendo arrastrada sola hacia Suiza—cuando una mano me alcanzó y agarró mi brazo.

¡Jack! Si hubiese podido, habría llorado de alivio. Me giré para enfrentarlo y me encontré mirando a una persona extrañamente hermosa. Él combinaba con los grises y verdes del agua a nuestro alrededor, con ojos que se tomaban casi la mitad de su rostro. Ojos enternecedores. Ojos hambrientos. Sus labios rellenos se quebraron en una sonrisa y yo sonreí en respuesta.

Su voz se movió a través del agua, dolorosamente dulce y adorable. Cerré los ojos, perdida en la melodía. Nunca había oído una música tan ponderosa, tan seductora. Él me empujó hacia adelante y puso su fría boca en la mía, su canción de alguna forma continuó mientras gentilmente separaba mis labios y me besaba, tomando mi aliento en el suyo.

Nos hundimos juntos, revoloteando lánguidamente, hasta que mis pies descansaron contra el suave y cambiante cieno el final del rio. Entre sus labios y su canción, la quemazón de mis pulmones desapareció en la distancia, apenas notándose. Abrí los ojos, somnolienta y deliciosamente contenta, para ver sus ojos mirándome fijamente.

Retrocedí, un grito bullendo de mi garganta. Porque ahora que miré, pude ver que él era un hermoso hombre y caballo a la vez—un caballo con ojos aguados, dientes puntudos y cabello como hierbas extrañas. El cabello se batió hacia adelante, envolviéndose alrededor de mis muñecas cuando él me empujó más cerca una vez más.

La melodía había cambiado, convirtiéndose en una canción de cuna, llena de añoranza, tristeza y finalidad. Sueño. Un frío y eterno sueño. Sacudí la cabeza, aterrorizada, pero el hermoso hombre-caballo sonrió de nuevo, acunándome en su pecho.

Su error.

Golpeé mi palma contra él, el canal entre nosotros se abrió con una inundación más poderosa de lo que había sido la del río. Ahora sus ojos fueron los que se abrieron con terror mientras me liberaba y luchaba por retroceder. Mantuve mi mano en su pecho, el zumbido en mis oídos hacía eco a través de todo mi cuerpo en un diluvio abrumador.

Una corriente desviada se estrelló contra mí y nos desconectó. En un instante, él se fue y yo me enojé. Grité con rabia en el agua. Él había intentado matarme—el giro total era un juego justo, por lo que a mí concernía. Qué deporte tan pobre.

El agua ya no me molestaba. Las corrientes ya no eran fuerzas trabajando en contra mía, sino cosas que podía leer y entender. Las dejé impulsarme hasta que mi cabeza llegó a la superficie una vez más. Tomé un respiro reacio, una extraña parte de quería que me zambullera de nuevo y descubriera los misterios que el rio tenía para susurrarme.

En su lugar, medio nadé y medio dejé que el agua me cargara hacia la orilla. Escalando, colapsé en la orilla y miré fijamente hacia el frío cielo gris. La mordedura del viento era extraña y vacía; le faltaba la caricia y el toque del agua.

—¡Evie! —La voz de Jack fluyó hacia mí. Él se arrodilló a mi lado, la preocupación retorciendo sus facciones. Era una nueva apariencia para él—. Evi, ¿estás bien? ¡No lo sabía! Caminaste demasiado rápido, y luego tuve que buscar una puerta hacia la orilla, y no pude encontrarte. ¿Estás bien?

Suspiré, mi abrigo empapado me estaba congelando hasta los huesos.

—Genial. Hice un nuevo amigo.

Me empujó de la mano, desabrochando mi abrigo y quitándomelo de encima.

—La camiseta también, por favor.

—¡No!

—Es justo. Parece que tengo que recordarte que me hiciste desnudarme la primera vez que nos vimos. Además, se va a poner más frio y no tenemos tiempo para un cambio de ropas.

Temblando ya, dejé caer el abrigo en el piso y me quité la camiseta, casi con demasiado frio para sentirme consciente del escote de mi sostén púrpura. Jack me dio su abrigo y me retorcí en él, agradecida por lo que quedaba del calor corporal. Mire hacia el agua—seria mas cálido allí, ¿cierto? Tal vez una rápida nadada.

¿qué estaba pasando conmigo?

Jack frunció el ceño. —No hay nada que podamos hacer por tus pantalones—los míos probablemente no te quedarían y no funcionaría más que yo fuera por ahí sin pantalones a que este fuera el mejor día de tu vida.

—Está bien. —Mis dientes castañetearon violentamente y mis fosas nasales dejaron salir agua como si la mitad del río hubiese echado una carrera dentro de ellas—. ¿Qué es este lugar?

—El río Göta älv. Es un sistema cerrado, con puertas que cambian el nivel del agua. Tiene una rica historia de comercio y asistencia de la revolución industrial de Trollhättan.

—Déjame adivinar. ¿Raquel te tiene en tutorías también?

—Solo cuando pude atraparme. ¿Quieres que te lleve de vuelta? Podemos intentarlo una vez más mañana.

Sacudí la cabeza. Estaba segura que si me detenía a pensar las cosas, me fundiría, pero no quería tener que regresar mañana. O jamás, realmente, con Jack como guía. Además, mañana estaría con Lend y haría bien las cosas. Sólo necesitaba terminar el trabajo e irme a casa. Podría perder el control para entonces.

—Es sólo un pequeño camino a la ciudad —dijo—. Puedo probar con otra puerta, si quieres.

—¡No! No, me parece bien caminar, muchas gracias.

Estuvimos en silencio por un corto momento, haciéndonos camino entre las hojas de perene y rocas grises. Era hermoso. O lo habría sido, sino no me hubiera empapado hasta los huesos y no me estuviera congelando.

—¿Qué estabas diciendo de que hiciste un nuevo amigo? —preguntó Jack.

Una ráfaga de frio se arremolinó a través de mi corazón y mis venas, como una inyección de agua del río. Tal vez aquello extinguiría el cosquilleo en las yemas de mis dedos.

—Umm, sí, si por amigo me refiero a alguien que intentó ahogarme. ¿Alguna vez has oído de un fossegrim?

Él sacudió la cabeza.

—¿Kelpie? ¿Nix? ¿No? todas las variaciones de la misma clase adorable de paranormales que te agarran en el agua y ahogan a las personas por placer. —Había aprendido de ellos gracias a Lish. Diferentes áreas del mundo tenían distintas razas, variando desde aquellas que lucían como caballos a criaturas con cosas de dragones.

A juzgar por la aparición del hombre hermoso y la música, me había topado con un fosse-grim. Se suponía que podías matarlos diciendo su nombre pero: a) ¿cómo podías averiguar eso, en primer lugar? Y b) es un poco difícil hablar cuando tus pulmones están llenándose lentamente de agua. Aun así, la leyenda decía que ocasionalmente era benignos, al dar lecciones de música e incluso casarse mortales una y otra vez.

No tuve la impresión de que éste tuviera la intención de tomar cualquier tipo de votos.

—Así que no van a ser mejores amigos.

—No lo sé—él podría ser divertido en una fiesta de piscinas. Asumiendo que odiaras a cada uno de los invitados.

Caminamos en silencio por un rato, ambos encorvados por el frio de la noche, hasta que entramos a las afueras de una ciudad que era demasiado hermosa y encantadora para ser confundida con algún lugar en América. Los edificios eran de ladrillo rojo y madera, con una sensación clásica que hacía que los autos parqueados en las calles adoquinadas lucieran ridículamente fuera de lugar. Medio esperaba una carretilla halada por caballos brincando por la calle, seguida por habitantes con trenzas, cantando y bailando. O quizá vi muchos musicales.

—El vecindario está a unas cuantas cuadras —dijo Jack después de algunas de las señales de la calle para orientarse. Las lámparas iluminaban y agregué a Trollhättan a la lista de lugar que me gustaría visitar para divertirme algún día. Podía totalmente verme con un traje tradicional Sueco, caminando mano a mano a través de las calles con Lend.

¿Cómo se vería él con aquellos pantalones altos de cuero?

Pensando en eso, nadie aquí estaba usando ese tipo de pantalones. Eso no significaba que Lend no pudiera usarlos, sin embargo… Por supuesto, primero, tenía que perdonarme por escaparme a sus espaldas. Un viaje de celebración a Suiza sería una agradable manera de arreglarnos, ¿cierto?

Guardándome esa idea para otro momento, empecé a mirar—a mirar en verdad—a las personas que pasábamos en la calle mientras nos acercábamos al potencial distrito de trolls. Por una vez yo encajaba bien, mucho mejor en Escandinavia que en la mayoría de los otros países.

—¿Nada? —gimió Jack después de que hubiésemos estado vagando por cerca de media hora. Casi estaba oscuro ahora y ambos estábamos temblando. Las ampollas ya estaban clamando cada superficie disponible de mis pies con medias empapadas y zapatos ligeros. Si no veía algo pronto, todo este viaje era un fracaso. Odiaba pensar que la pobre gente secuestrada y forzada a la esclavitud por los trolls tendría que esperar hasta la próxima semana para ser rescatados, pero no había nada más que yo pudiera hacer esta noche.

—Nop, ningún—

Un chica jóven revoloteó a través de la calle en frente de mí. Era una chica dulce con nariz respingona, mejillas rojizas, cabello rubio y… una pequeña cola sobresaliendo bajo su falda.

Fin del Capítulo


Capitulo 18


traducido por bixillo


Yo agarre el brazo de Jack y señale a la chica. El la miro , después se encogió de hombros.-”¿Eso significa que hemos terminado?”

-”Vamos . Vayamos a comprobar si es cierto lo que nosotros sabemos de la casa.” -Nosotros la arrastramos calle abajo , serpenteando a través de las zonas comerciales y dentro de un distrito residencial. Las casas de ladrillo y madera estaban ordenadas y bien cuidadas , las calles limpias debajo de calientes luces. Los maceteros de las ventanas estaban vacías ahora , pero yo imagine como de encantador seria este lugar en primavera y verano , lleno de flores.

Yo intente mantener una discreta distancia con la chica. Mi único trabajo era descubrir donde ella se alojaba e informar después. Ningún contacto de cualquier manera , el cual yo estaba mas que bien así. Yo incluso no había traído a Tasey .. un hecho que yo agradecía por ahora , puesto que mi pequeño desliz no habría sido bueno para ella.

Nosotros pasamos a unas pocas personas sentadas en los porches. Cuando yo hice contacto con sus ojos , sonreí , y ellos asintieron tímidamente. Si ellos supieran que estaba en medio . Una mujer con una bonita chaqueta de lana roja permanecía después contra un poste , marcando su teléfono. Ella levanto la vista , una pequeña mirada de sorpresa en su cara cuando ella encontró mis ojos, probablemente porque mi cabello estaba completamente mojado. Me guiño el ojo y yo tuve un pequeño temblor. Los Suecos totalmente merecían su reputación amistosa.

Otra esquina y la pequeña chica salto un escalón y entro en una indescriptible casa.-”Bingo”-. Yo estuve a punto de decirle a Jack que nosotros podíamos ir cuando hubo sonido de carraspeo* detrás de nosotros me hizo volverme.

Todas las personas que habíamos pasado en el camino hasta aquí , incluyendo la mujer de la chaqueta roja , estaban detrás nuestra , formando un semicírculo. Un semicírculo claramente amenazante.

-”Umm ,¿ Jack?” .- Yo tire de su brazo .

El miro por encima de su hombro , y luego volvió a mirar a la casa , tirando de un comunicador de su bolsillo del pantalón. -”¿Que?”-.
`
-”¡Jack!”

La multitud se acerco mas.

Se dio la vuelta , me dedico una mirada molesta . -“Voy a llamar ya . Tengo frió”-.

El no podía verlos . Lo que significaba que eran invisibles. Lo que significaban que eran Trolls.

Los Trolls sabían que yo los podía ver.

-”Oh , bleep*”-. Yo Murmure. ¿Como me había olvidado de sus hechizos de invisibilidad?. Ahora me parecía que podía ver un toque de distorsión en torno a sus rostro … mi estúpida vista penetraba a través de la invisibilidad. Ellos sabían que yo los veía por la calle. Salude a los Trolls. - “Umm , nosotros justo nos ivamos” -. Agarre el brazo de Jack , sorprendentemente el dejo el comunicador , y empezó a retroceder .. chocando con un tipo particularmente grande , a quien yo note ahora que tenia una rara nariz aplastada. Y una cola. Estábamos rodeados. Una enorme mano sujetaba mi hombro . Yo le mordí el dedo pulgar , girándolo debajo de su mano.

-”¡Corre!”-. Yo me lance a través de la creciente multitud , pero Jack , era incapaz de verlos , se puso al lado de un gran idiota. Me detuve , desgarrado . Ellos lo tenían rodeado. Hubo un ligero resplandor , como si una ola de calor hubiese surgido de las frías calles , y por la expresión de la cara de Jack sabia que ahora eran visibles para el , también.

Ellos se acercaron , apoyando a Jack contra la pared. La mujer de la chaqueta roja me miró. Yo quería gritar de frustración. Después de todo lo que había pasado a lo largo de hoy , ahora yo tenia que hacer frente a una horda de enojados Trolls para salvar a Jack.

Jack. Estúpido , loco Jack.

Yo camine hacia atrás , mis pies me daban la sensación de que pesaban una tonelada. Jack me lanzo una mirada queriendo decir..¿Que?.. y yo negué con la cabeza. Por supuesto que no lo iba a dejar.

Llegue al borde del circulo y el Troll grande me agarró del brazo , con cuidado permaneciendo fuera del alcance de mi boca.

-”Evie , idiota”-. Dijo Jack.

-”¡Yo tenia que volver por ti !”

-”No , realmente no” -Fue entonces que me di cuenta de su mano en la pared , la cual abría una puerta a la oscuridad. Jack me hizo una mueca y luego se deslizo a través de ella y se fue , para sorpresa de los Trolls.

-”¡Tu pequeño soplón!”-Grite a la pared ya solida. Yo volví para que el no muriera solo , y me abandonó. Después de soltarme en un río y casi matarme.

Si alguna vez lo vuelvo a ver , el va a recibir una característica presentación a Tasey.

Los Trolls susurraban una conversación áspera . Me retorcí pero la mano del gran Troll no iba a ninguna parte . Después de un momento ellos me llevaron a una casa cercana y me empujaron hacia un sofá de flores.

Había al menos veinte de ellos ahora , y bloqueaban todas las salidas . La habitación no era exactamente lo que esperaba de la cueva de un Troll. En lugar de rodio , los huesos y la basura , estaba impecablemente limpio , con tonos cálidos de pintura y cuadros de buen gusto. Me pregunte donde estaría la familia de la que realmente era la propiedad , cuanto tiempo me tendría prisionero. Y si yo estaba a punto de unirme a ellos .

Yo estaba bien , sin embargo. Jack sabia donde me encontraba. El iría a por ayuda y vendría de vuelta.. igual que cuando el había desaparecido y me dejo perdido en el Centro durante dos días.

Estaba muy jodido.

Vi a los Trolls con cautela. Muchos de ellos estaban haciendo llamadas telefónicas.. ¿desde cuando los Trolls usaban teléfono?.. Pero los otros estaban mirándome a mi. Ahora que estaba mas cerca , era evidente las diferencias entre ellos y los humanos , aparte de las colas . Desanimados , nariz mas amplia , ojos muy juntos y pequeños , de los cuales todos eran de un color gris pizarra. La mayoría de ellos tenia un trozo de pelo que estaba loco y despeinado , en desacuerdo con sus trajes francamente profesionales. Yo debería haber reconocido la mirada antes , invisible o no , pero yo no había tratado con Trolls desde que tenia doce años.

Finalmente, la mujer de la chaqueta roja , el pelo en trenzas como hilos dorados , se paro frente ami con las manos en las anchas caderas y su cola moviéndose rápidamente de un lado a otro.

-”Sabemos quien eres “ - . Su ingles tenia un fuerte acento , pero claro.

Levante las cejas . Al parecer incluso después de varios meses fuera de IPCA mi fama se había extendido. -”Entonces tu sabes que debes dejar que me vaya”- . Farol , era mi única opción en este momento , así que me senté con la espalda recta para mantener el contacto visual.

Dejo escapar una risa amarga. -”¿Así tu puedes matar a nuestros niños? “.- Mi mandíbula cayó , entonces suspiro exhausta.

¿Cuando los paranormales dejarían de acusarme de asesinato?


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Carraspeo: aclarar la garganta
Bleep: Sonido agudo.

martes, 18 de octubre de 2011


Capítulo 15
Sueños vírgenes


Traducción SOS por Makilith Vivaldi


Sacudí mi cabeza con incredulidad hacia la criatura de pie en medio de un moteado prado iluminado por el sol, mirándome con sus tristes ojos marrones. Mi posesión más preciada de la infancia (por crecer en hogares de acogida, no tenía muchos) había sido uno de esos carteles de has-lo-que-sientas que coloreé yo misma: era una cría de unicornio frente a un arcoíris y una cascada. Le había dado una melena multicolor pero mantuve el pelo de un blanco inmaculado, como todos los unicornios deberían ser. A menudo soñaba despierta, más de lo que era saludable, que de alguna manera había sido transportada dentro de esa aterciopelada fantasía, con mi unicornio, y juntos viajábamos a un hogar detrás del arcoíris, felices y fuertes, y nunca estaríamos solos de nuevo. El unicornio era poder y magia, la belleza encarnada.

Aparentemente este unicornio no había recibido el memo. Era feo. Como, verdaderamente feo. Su pelo tenía manchas marrones y grises, un sucio cuerno, era achaparrado y su melena era un lío enmarañado. Se parecía más a una cabra que a cualquier cosa, con una pequeña y sucia barba y pupilas cuadradas.

¿Oh, y el hedor? Los zorrillos no tienen nada que ver con los Unicornios.

La horrible cosa seguía tratando de acariciarme con el hocico mientras hacía mi mejor esfuerzo por esquivarlo. Tanto por las dramáticas imágenes de caballeros en sementales unicornios, también. Esta criatura no podría llevar a un niño, y mucho menos a un hombre con una armadura. Su cabeza apenas y me llega al pecho, lo que le añadía un nuevo nivel de malestar a sus continuos intentos de acariciarme.

Jack colgaba boca debajo de una rama de uno de los árboles de los alrededores. No podría reconocer dónde estamos, pero era lo suficientemente cálido que mi abrigo era incómodo, y el sol se filtraba a través de las hojas en una neblina verde y dorada. En realidad, el prado era casi mágico, si el bleeping unicornio no estuviera arruinando el idílico entorno.

Jack se rió ante mis intentos de evitar ser tocada por una bestia mítica.

— Al parecer, eres virgen.

— ¡Cállate! ¡Como si fuera de tu incumbencia!

Se encogió de hombros, el movimiento fue menos eficaz de cabeza. — Los unicornios aman a las doncellas. ¿No has hecho ninguna investigación en absoluto?

— ¿Qué, tú sí?

Saltó de la rama, sorprendiendo tanto al unicornio que huyó del prado. Gracias al Cielo. — ¿De los archivadores de hierro del Centro? No es realmente un problema si puedes abrir una puerta a través de cualquier pared y no ser un hada.

— ¿Entonces qué, lees archivos secretos?

— Entre otras cosas. Alguien realmente debería decirle a Raquel que se modernice. El papel es tan medieval. Ahora. —Me tendió su codo en un gesto falsamente caballeroso. — ¿Qué tal si vamos y tenemos algo de verdadera diversión?

— ¿Qué? ¿Destrozar la única fantasía que me quedaba no fue suficiente? —Las hadas no tenían alas y lidiaban con el mal, los duendes eran sucios, salvajes y tendían a morder, y las sirenas no tenían una gloriosa cabellera ni sujetadores de conchas. Ahora, esto era sobre los unicornios. A veces la realidad apestaba.

— Siempre puedes perseguir al unicornio si lo deseas. Llevarlo a dar un paseo.

Me estremecí al sólo pensarlo y me senté, apoyando la espalda contra el árbol y desabroché mi abrigo. — No, gracias. Pero quedémonos aquí por un rato. Hace calor.
Jack se dejó caer junto a mí, acostándose con las manos detrás de su cabeza.

— Siempre puedo encontrar calor.

— Eso debe ser agradable.

Él se rió. — Es muy útil.

— ¿Dónde estamos, exactamente?

—En alguna especie de conserva sobrenatural para animales salvajes paranormales que estaban en peligro de extinción. Los unicornios son los más comunes. Apestosos, también.

— No bromees. Así que, ¿qué otros secretos sabes?

— Si te dijera, arruinaría toda la diversión. Me gusta sorprender a las personas. — A pesar de su rostro inocente, algo en su expresión me puso nerviosa. Yo estaba a punto de reventar con secretos, y reconocí la misma cosa en Jack.

— Por favor, no me digas que nuestro próximo viaje nos llevará con pie grande.

— Nah, de acuerdo con las cosas de Raquel, se extinguieron cerca de a finales del siglo.

— ¿Qué siglo?

Frunció el ceño. — Buena pregunta. Lástima que no puedo pedirle una aclaración, considerando que se supone no debo saberlo.

Me desplacé hacia mi espalda para sentirme más cómoda y cerré los ojos, tratando de disfrutar bajo el sol.

— ¿Vienes seguido por aquí?

— A veces.

— ¿A dónde vas cuando no estás en el Centro?

— A mi hogar.

— ¿Dónde está eso?

Suspiró. — ¿No es esa la cuestión? ¿Dónde está tu hogar[1]

— Umm, ¿La habitación donde pareces tener la costumbre de romper las reglas?

— No, piensa en eso. Cuando digo “hogar” ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

Fruncí el ceño ante las imágenes revoloteando detrás de mis párpados. Solía ser el Centro, pero mi reciente visita había borrado cualquier persistente sensación de estar en casa que podría haber sentido ahí. Mi armario rosa en mi dormitorio se sentía más como un marcador de posición, un lugar dónde me estaba quedando antes de irme a otro lugar. La casa de Lend se sentía como un hogar. Pero no el mío.

— Honestamente no lo sé. En ningún lugar realmente.

— Algo que tenemos en común, entonces, además del más perfecto color de cabello en el mundo. Ambos fuimos criados por nadie y vivimos en ningún lugar.

Me retorcí, abriendo los ojos. Él tenía un punto, pero no uno que me gustara en especial. Yo estaba conectada con las personas, a los lugares ¿No? Había algo en lo que estaba relacionada a Jack, aunque, en un nivel que no entendía muy bien. En algunas veces, cuando él no estaba siendo un idiota, tenía este tipo de… desesperación. Como si estuviera tratando de encontrar algo, pero aún no sabía lo que era. Era una sensación que conocía muy bien. Vivian lo entendía, también. Lend nunca pudo hacerlo. Pero estar con Lend hacía desaparecer ese sentimiento, como si la cuestión desconocida no fuera tan importante como solía ser, y tal vez, algún día no sería una cuestión en absoluto.

Jack aún no había respondido a ninguna de mis preguntas actuales, sin embargo. — Pero, ¿qué hacías antes de comenzar a trabajar para la AIPC?

— Sobrevivir.

Tomé un puñado de césped y se lo lancé. — ¿Qué tal una verdadera respuesta?

Él sonrió. — Soy de Oregon, al menos eso es lo que creo recordar. Pero, por desgracia, no vale la pena ser un niño hermoso cuando hadas perdidas deambulan por la ciudad. Ahora soy parte de esa oscura fantasía, la belleza y el terror eternamente unidos, blah, blah, blah.

Le fruncí el ceño, perpleja.

— Hey, ellos necesitan entretenimiento y esclavos, incluso en los Reinos de las Hadas.

— Espera, tú… ¿tú vives en los Reinos de las Hadas?

— Por ahora.

Eso no era posible. Las hadas tenían la horrible costumbre de secuestrar mortales y llevarlos a sus Reinos. Era un viaje sólo de ida. Una vez que eras llevado allí y probabas la comida de las hadas, nunca podrías volver. Incluso si de alguna manera encontraras un hada dispuesto a llevarte de vuelta a la Tierra, la comida humana nunca te satisfaría, y la consumirías para nada. Ah, eso explica que Jack escupiera la manzana en la casa de Lend.

— ¿Así que las hadas te criaron?

Él ladró una carcajada. — Yo no lo llamaría así, no.

Vivian había sido criada por hadas, pero hasta donde yo sabía, nunca la llevaron a los Reinos. Hablaba de eso a veces, de cómo las hadas la llevaban a donde querían ir sin ningún interés sobre cómo ella se sentía. Una vez, casi se congeló de muerte porque decidieron tener una reunión en un glaciar. Unos cuidadores excelentes, esas hadas.

Sólo he estado en los Reinos un par de veces, en ambas cuando Reth me obligó, y era tan extraño y ajeno, que no me podría imaginar crecer ahí. Cómo Jack podía navegar en ambos mundos, incluso sobrevivir en los Reinos de las Hadas, estaba fuera de mi alcance. ¿Fue criado por un hada en específico? Tal vez estaba en algún tipo de contrato de empleados de hadas, como yo lo estaba para la AIPC, y le enseñaron a usar los Senderos.

Saber más sobre Jack sólo lo hizo un enigma más grande.

— ¿Pero cómo? Quiero decir, lo siento, pero un montón de personas son secuestradas y llevadas a los Reinos, y nunca he oído hablar de ellos regresando. ¿Cómo lo haces? ¿Ellos te enseñaron?

— Vivir ahí, bueno, te cambia. Y además, si eres constantemente dejado en lugares por ti mismo sin manera de salir de los Reinos, a menos que a un hada se le ocurra ir por ti y encontrarte, lo que a veces toma un largo tiempo, mientras tanto comienzas a establecerte un poco ¿no? Es increíble lo que uno puede aprender si significa no morirse de hambre. Las hadas no son tan místicas como ellos quieren que pienses. Te enseñaré algunos trucos uno de estos días.

Apoyé mi cabeza contra el tronco del árbol.

— Yo paso, gracias. Ya he tenido suficiente de las hadas para toda la vida. Bastante, en realidad.

El estómago de Jack gruñó ruidosamente. — Necesito comida.

— Tengo cambio de turno en el restaurante esta noche. Probablemente podría conseguirte una cena gratis. — Las palabras salieron de mi boca antes de que me diera cuenta de que eso significaría llevar a Jack, de mi trabajo secreto, a mi trabajo real. No es una buena idea. Además de la cual, no estaba segura de cuánto lo quería en mi vida, de todos modos.

Estaba esa conexión que teníamos, sí, pero me ponía más incómoda que cualquier otra cosa. Sentía en Jack tantas de las cosas que no me gustaban de mí, las mentiras, la evasión, el egoísmo. Aunque él parecía completamente a gusto con esos rasgos.

— Sí. — dijo. —Y probablemente podría vomitar los podridos alimentos sobre ti. Vivo en el reino de las hadas ¿recuerdas?

Hice una mueca. — Oh, duh. Lo siento.

— Iré a tomar algo rápido ¿Quieres venir conmigo?

— No hay una pizca en mí que tenga algún deseo de lo que sea para poner un pie en los Reinos de las Hadas nunca más.

— Aburrido. Pronto estaré de regreso entonces. — Se puso de pie de un salto y se fue antes de que tuviera la oportunidad de decirle que me dejara en el restaurante primero.

Miré con cautela alrededor del prado, con la esperanza de que el unicornio mantuviera sus problemas de espacio personal muy, muy lejos de mí. Relativamente segura de que la parte doncella de mí estaba a salvo, cerré los ojos. Tal vez Jack no era tan malo después de todo. Dejando los sentimientos extraños a un lado, esta tarde había sido muy divertida. Él parecía estar bien divertido también. Me gustó eso.

Conseguí una siesta decente antes de que Jack volviera.

— Entonces ¿qué deberíamos hacer ahora? — Preguntó positivamente, zumbando de energía con el estómago lleno.

— Ahora — Le dije, frotando mi cuello donde se había entumecido a causa de mi posición — Debes llevarme de regreso para poder trabajar mi turno en el restaurante.

— ¿Quién se preocupa por el restaurante? Cualquiera puede mover los platos alrededor y estar malhumorado con los clientes. ¿Qué tal si encontramos algunos dragones? ¿O escupimos desde lo más alto del edificio del Empire State? ¡Oh! O tiene que haber un estreno de una película en alguna parte en la que podamos caer.

— Oh, cállate. Tengo que trabajar.

— ¿Por qué?

Me encogí de hombros, extendiendo mi mano. — Es parte de mi vida.

— Una vez más pregunto, ¿por qué?

Porque no podía admitir que tenía otra fuente de ingresos y que ya no necesitaba ese trabajo. Porque tenía que mantener las apariencias sobre que la AIPC no era de nuevo parte de mi vida. Porque sentía que se lo debía a David por haberme aceptado.

— Porque sí. Vamos.

— Admítelo. Te gusta vestir esos uniformes sin estilo.

Me reí, golpeando su hombro. — Nada es más caliente que las vacas. Pero, espera, ¿cuándo me has visto en uniforme?

Levantó su mano libro mientras se concentraba en la apertura de una puerta en un ancho árbol. Tenía una habilidad para no responder las preguntas. Una puerta apareció y nos presionamos a través de ella. Jack siempre necesitaba una superficie para abrir las puertas, pero había visto antes a Reth abrir puertas en medio del aire. Me pregunté si eso era más difícil.

— Acelera el ritmo, Evie. Si queremos que llegues a trabajar a tiempo tenemos quemoveeeernos más rápido. [2]

Me quejé, riendo. — Ese tiene que ser el peor juego de palabras que he escuchado en mi vida. — Todavía estaba riendo cuando Jack abrió una puerta y salimos a mi habitación, casi chocando con Lend, cuyos ojos se posaron en la puerta de las hadas, en Jack, y en nuestras manos unidas en un solo recorrido.

Bleep.

Fin del capítulo.

[1] Creo que se refiere a dónde se siente en casa, no en dónde vive.
[2] En el original dice, mooove faster, haciendo alusión a el sonido que hace una vaca, que es como el uniforme del trabajo de Evie.

sábado, 15 de octubre de 2011

capitulo 14 supernaturally

raducido por SWEETobsession

Capítulo 14
“Actividades extracurriculares”


Tarareaba en la ducha; no era mi actitud usual en la mañana de un lunes, pero las cosas estaban fantásticas. Desde la semana pasada, me sentía mejor sobre todo.
No tenía que decirle a Lend!
¿Cómo no lo había visto antes? Su glamour mostraba lo que sea que él pensaba de debería – lo que significaba que él iba a envejecer (o al menos, aparentar envejecer) junto a mí.
Y él nunca iba a poder ver como lucia, entonces no iba a saber que no estaba envejeciendo. Podríamos seguir toda la vida juntos y él nunca iba a tener que lidiar con el hecho de que la suya no iba a terminar.
Después de todo, Lend estaba planeando un futuro. Un futuro muy humano. Decírselo ahora lo iba a confundir, lo haría cuestionar sus decisiones. Él no lo necesitaba. Se lo diría algún día, seguro. Cuando tuviéramos como ochenta y yo estuviera en mi lecho de muerte. Suponiendo que mi alma durara tanto tiempo.
Pero el hormigueo en mis dedos me recordó que había maneras de hacerlo durar. Maneras inocentes. Al fin y al cabo, la sílfide no estaba muerta o bastante herida siquiera. De hecho, estaba segura que la sílfide estaría feliz de saber que contribuyo a mi capacidad de vivir una larga y feliz vida con Lend.
“Hey” Arianna asomó su cabeza dentro de mi habitación, mientras terminaba de secar mi cabello. “¿Quieres hacer algo después del colegio? Lo dijo en su habitual tono molesto, pero había una pisca de vacilación. Apenas había reconocido mi existencia, desde que pensó que la deje plantada para la película, eso era como una nube negra pendiendo completamente sobre nuestro departamento.
“¡Seguro! Tengo que trabajar a las siete, pero estoy libre después del colegio hasta entonces ¿Qué quieres hacer?”
Sus hombros se relajaron. “¿Centro comercial? No he estado en autentica maldad por un tiempo.”
“¿Y el centro comercial es el mejor lugar para eso?”
"¿Has visto lo que la población promedio está usando? Voy a tener que matar a la persona siguiente que vea usando pantalones a los que se les baja la cremallera y convierten en pantalones cortos. También, Uggs (botas unisex, originarias de Australia, forradas de borreguillo por dentro) sobre pantys son un crimen contra la humanidad. Nadie con pulso debería estar dispuesto a usar esas cosas. No he tenido un latido en veinte años e incluso yo puedo decirte eso.”
“¿Pero que hay si son Uggs rosas? Seguramente –” Mi comunicador sonó desde mi mesa de noche y mi estómago cayó. Me había olvidado de que Jack iba a venir esta tarde para un rápido trabajo de seguimiento a un vampiro. “Oh – yo - recién recordé, tengo una… cosa de estudio. Después del colegio. Con Carlee. Para una clase.”
Los ojos de Arianna se estrecharon y sus hombros se apretaron de vuelta en esa extraña postura de protección. “Bien. No es gran cosa.”
“Pero después del trabajo nosotras podemos-”
Se volvió con un gesto de su mano. “Lo que sea. No te preocupes.”
Genial. Ahora estaba plantando a mi amiga vampiro para ir a tazar a un vampiro. ¿No estarían emocionados Arianna y Lend si supieran? Sin embargo, yo no estaba haciendo nada sobre lo que el grupo de su padre podría enloquecer. No hay persecuciones de hombre lobo, y sólo neutralizar vampiros violentos. Lo que David y su grupo de pensaron, Arianna no era típica.
Suspire profundamente bajando las escaleras hacia el autobús. Yo resolvería esto – balancearlo todo - la escuela, Lend, estar ahí para Arianna, los trabajos ocasionales para la AICP. Después de todo, ¿no eran las extracurriculares una obligación para aplicar a las universidades? El viaje de la próxima semana a Suecia para localizar a una colonia de trolls y rescatar a los seres humanos que habían secuestrado se vería bastante impresionante en mi solicitud de Georgetown.
Sí, probablemente debería unirme al club de ajedrez, en su lugar.

Después de un largo día ni siquiera me importó la humillación de subirme al viejo, amarillo, autobús, con sus agrietados asientos. Yo era la única senior sin un auto, pero ninguno de ellos iba a misiones internacionales, para salvar humanos. Perdedores. Además, he calculado mi tarifa actual para la AICP y con ocho años de rembolso, (una estipulación que puso Raquel, bendito su corazón) yo sería capaz de pagar la universidad y comprar un auto para el final del año escolar.

"Arianna?" Le grité, dejando caer mi mochila en la puerta. Yo esperaba que ella estuviera en casa para que pudiéramos hablar, pero no había rastro de ella. Me gustaría hacer que se vaya conmigo esa noche, tal vez comprarle algo bonito. O, bueno, algo deprimente y negro. A ella le gustaría eso. Eso arreglaría las cosas.

Tener un plan me hizo sentir mejor, entonces cuando camine dentro de mi habitación para encontrar a Jack sentado en mi cama, hojeando a través de mi diario rosa, ni siquiera le grite.
Casi.
Una vez que terminé de golpearlo en la cabeza con el nombrado diario, dejé mis cosas del colegio y me puse un abrigo más cálido. "Entonses" Me cerre el abrigo y deseé tener un lindo sombrero peludo que fuera con él. "Trabajo Vampiro. ¿Sabes a donde estas llendo, verdad?"
Él saltó de mi cama (literalmente, rebotando tan alto antes de saltar, que casi tocó el techo) y asintió. "Seguro" Su gorra tejida azul oscuro hacia lucir sus ojos imposiblemente grandes y brillantes y sus rizos rubios se pagaban a los bordes. Supongo que podría ver lo que vio en él Carlee. Lástima que era un lunático, sino hubieran hecho una linda pareja. Podía ver citas dobles ahora. . .
No, totalmente no podia.
Esperé mientras él hizo la puerta en la pared, y luego alaréó la mano y le tomé la mano. Él se adelantó y yo le seguí-pero tan pronto como me encontré con el límite entre mi habitación y los Senderos de las Hadas, un horrible ardiente peso, se estrelló contra mi pecho, me golpeó de nuevo en el suelo.
Di un grito ahogado, mirando vertiginosamente en el techo. "¿Qué pasó?"
El rostro de Jack apareció a la vista, frunció el ceño hacia mí. "¿Qué hiciste?"
"¡Nada! Eso nunca ha pasado antes. "
Él abrió la cremallera de mi chaqueta y llegó hasta mi camisa antes de que pudiera escapar.
"Atrás, pervertido!"
"¡Ajá!" Él sacó mi collar de debajo de mi suéter. "Hierro".
Yo le di una palmada las manos y agarré el colgante. "¿Y?"
"Así que, cuánto tiempo has trabajado con las hadas? Cielo e infierno, no sabes nada, ¿verdad? El motivo por el cual a las hadas no les gusta el hierro es que los vincula muy fuertemente a este mundo. Los Senderos no son parte de este mundo-no puedes llevar hierro allí. No te dejaré. "
Fruncí el ceño. "¿Te das cuenta que no tiene sentido."
"A diferencia de ser capaz de abrir una puerta en la pared y llevarte a otro hemisferio en cuestión de minutos? Qué extraño. Todo lo relacionado con de las Hadas suele ser tan racional."
No pude contener la sonrisa, y él rodó sus ojos.
"Quitatelo para que podamos seguir adelante. Esto es aburrido ".
Alcanzé a deshacer el cierre, vacilando. Se sentía como una pequeña traición, quitarme el collar que Lend me dio para hacer algo que yo sabía que él no aprobaría. Sin embargo, yo estaba haciendo el bien. Había gente que me necesitaba. Y yo me lo pondría de vuelta en cuanto llegue a casa.
Me levanté y lo metí en el cajón de mis calcetines, palpando el corazón una vez más antes de volverme a Jack.
"Cualquier otro hierro en ti?", Preguntó con impaciencia.
"Sólo mi aro de lengua."
Su mirada era una mezcla de curiosidad y horror.
"Yo estoy bromeando, idiota. Vamos. "
Abrió la puerta y me cogió la mano mientras caminábamos a través. Traté de hacer caso omiso de la opresiva oscuridad. "Entonces, ¿cómo es que puedo tomar a Tasey a través de los senderos?"
Jack se encogió de hombros. "Toda la tecnología el AICP ha sido desarrollada especialmente para ser compatible con la magia de hadas."
"¿Cómo sabes todo esto?"
"Solo acaba de suceder que soy más inteligente que tú es todo."
Yo le pellizqué la mano tan fuerte como pude, pero luego decidí cambiar de tema. En cierto modo me molestó que Jack supiera más acerca de estas cosas que yo-¿ No debería haber sido yo la experta?
"¿Dónde está este vampiro otra vez?" Yo estaba un poco sorprendida que Raquel me estubiera empujando a una basica caza y etiqueta vampirica. Ellos realmente estaban cortos de ayuda. Claro, yo era aproximadamente mil veces más eficientes porque no tenian que molestarse con los espejos y el agua bendita, pero cualquier persona que sabía lo que estaban buscando podía llevar a cabo una emboscada eficaz.
Oh, me mato.
Una sonrisa maliciosa extendió a través de la cara de Jack. "Vampiro? ¿Quién dijo algo sobre un vampiro? "
"Umm, ¿tu lo hiciste? Pensé que Raquel quería que yo cazara y etiquetara a un vampiro. "
"¿Quién dijo algo acerca de Raquel?"
"¿De qué estás hablando? ¿A dónde vamos? "
"Yo pensé que tú y yo merecíamos tener un poco de diversión." Jack se detuvo, su sonrisa de extendiéndose mientras abría una puerta. Yo miré, más nerviosa de lo que estaba dispuesto a admitir, para averiguar qué, exactamente, este muchacho lunático consideraba divertido.

[Fin del Capitulo]