jueves, 29 de septiembre de 2011

capitulo 8- supernaturally


Capítulo 8
Sueña

Traducido por Niii


—¿Qué está mal? —preguntó Vivian. Nos sentamos en una colina con vista al mar, las estrellas en el cielo nocturno se reflejaban en el agua. Puso su brazo a mí alrededor con torpeza y recargué mi cabeza sobre su hombro.

Cuando comenzó a aparecer en sueños por primera vez luego del pasado abril, me asustó como la mierda. Sin embargo, ella estaba tan sola, que no pude evitar hablar con ella. Aún no la había perdonado por matar a Lish —no creo que llegara a hacerlo jamás— pero era un tema que ambas evitábamos para poder conocernos. Ahora entendía un poco mejor de dónde venía, y siempre había simpatizado con cuán profundamente sola había estado. Además, al ser criada por las hadas, estaba destinada a tomar malas decisiones. Pisábamos ligeramente sobre los temas difíciles, y en algún punto del camino se sentía como si realmente nos hubiéramos convertido en las hermanas que ella siempre había querido que fuéramos.

Con la excepción de que ella nunca tomó mis cosas, lo que era agradable.

Me sequé las lágrimas.

—No sé qué estoy haciendo. Estoy triste, no sé por qué, y no debería estarlo… y aquí estoy, quejándome contigo cuando tú ni siquiera eres… —Me detuve, incapaz de terminar. Vivian no iba a despertar, jamás. Cuando tomé las almas que poseía, ella no había tenido lo suficiente de su propia alma para tener una vida normal. Era mi culpa.

—Oye, tranquila, no te preocupes por mí. Estoy bien.

—No me has visitado en un tiempo.

—¿No lo he hecho? —Miró pensativamente hacia el agua—. Estoy aquí, o estoy en ninguna parte, o en algún otro lugar completamente distinto. Me da un montón de tiempo para pensar. Pero no parezco llegar a ninguna parte con ello.

—Lo siento.

—Lo sé. También yo. Intento crear una vida completamente diferente en mi mente, ser quien fue lo suficientemente fuerte para dejarlo ir.

—Lo fuiste, sin embargo. —La toqué con mi codo—. No tomaste mi alma.

—Eso es algo, pero realmente no compensa las que sí tomé, ¿no es verdad?

No, no lo hacía.

—Algunas veces… algunas veces deseo que me hubieras enviado con ellos. —Tomó mi mano en las suyas, trazando la línea del contorno de la puerta en las estrellas a través de la que había enviado las almas. Ninguna de nosotras entendía qué había ocurrido realmente esa noche. Tal vez las dos fuéramos Vacías, capaces de abrir puertas entre los mundos, pero eso no significaba que tuviéramos idea de cómo funcionaba—. Me pregunto qué hubiera pasado si las hadas no me hubieran enviado detrás de ti, si se hubieran dado cuenta de que tenía suficiente energía para abrir una puerta yo misma. Por suerte para nosotras mis hadas eran idiotas, pero no puedo evitar imaginarlo. Pienso que me gustaría ver lo que hay ahí afuera.

Dejé escapar un profundo suspiro.

—Algún día ambas lo haremos.

Ella rió otra vez.

—Oye, estúpida, no es algo malo.

—Es otra forma de perder a las personas —susurré—. Me siento como si estuviera condenada a perder a todos, siempre. Parece que no soy capaz de conservar a las personas que amo.

Ella apretó mi mano.

—Lo sé. Ahora, por el lado positivo, yo no me iré a ninguna parte. —Su voz había adquirido ese borde de ironía que recordaba tan bien; es divertido que lo que solía asustarme ahora fuera reconfortante, familiar. Estar juntas era como un pequeño toque de hogar… un concepto extraño para ambas. Ella bajó su vista a mi mano; me pareció ver un pequeño destello de luz, al tiempo que sentí un hormigueo—. ¿Qué fue eso?

Me había olvidado de la estúpida sílfide. Este difícilmente era el lugar para hablar de ello. Otra cosa de la que preocuparme.

—Yo no vi nada —dije.

—Si vas a mentir realmente deberías mejorar en ello. —Ella se recostó sobre la hierba para mirar el cielo—. Así que, estás triste. ¿Cuál es el problema?

Suspirando profundamente, me recosté también.

—No lo sé. Finalmente tengo la vida que he deseado durante tanto tiempo. Y es genial, en serio, y Lend…

—Me gusta oír sobre él.

—Me gusta hablar sobre él. Y es maravilloso. Pero yo no… todavía no se lo he dicho.

—Sí, me lo imaginé. En realidad no eres buena con toda la cosa de la honestidad.

—¡Mira quién habla!

—Oye, yo fui honesta sobre lo que estaba haciendo. —Ella me dio una sonrisa maliciosa, recordándome que no era tan inocente como me gustaba pretender—. Pero eso no es de lo que se trata este nuevo ataque de llanto, porque has sabido del alma inmortal de Lend desde hace un tiempo ya.

Me removí incómoda.

—Reth me visitó esta noche.

—¿En serio? Desearía que me hubiera visitado a mí…

—¡Vivian!

—¿Qué? Una chica se siente sola cuando está en coma, y hada o no, él es bonito. —No estaba segura de si ella lo quería para tontear un poco con él o para dejarlo seco… y estaba igualmente insegura sobre cuál de las opciones me asustaba más—. Sin embargo, continúa.

—No lo sé. Él dio a entender que no soy realmente feliz con la vida que escogí. —Odiaba cómo siempre parecía ver directamente a través de mí. Si no tenía que lidiar con intranquilas y mortalmente impredecibles emociones, ¿por qué tenía que ser tan malditamente bueno en leerlas?

—Bueno, ¿eres feliz?

—¡Sí! ¡Lo soy! Por supuesto que lo soy. Es lo que siempre quise.

—Pero…

—Nada. Es estúpido.

—Bueno, duh. Tú, mi querida hermana, eres estúpida acerca de un montón de cosas.

La fulminé con la mirada.

—Dios, ¿debes ser tan tierna?

Se encogió de hombros.

—Como dije, soy honesta. Vamos. Es lo que siempre quisiste, ¿y?

—Y no lo es, ¿sabes? Lend está tanto tiempo fuera, e incluso cuando está aquí no puedo evitar preocuparme sobre el hecho de que esta no es la vida él escogerá cuando descubra que es como su mamá. Y luego Raquel apareció esta semana, lo que me recordó cómo solían ser las cosas. No eran geniales, pero como que lo extraño… —Pensé en cómo había sido mi vida en la AICP, en lo mucho que había soñado en ser normal, en la vida que ahora tenía. ¿Qué era lo que extrañaba? No eran las misiones, las restricciones, el estilo de vida.

Era algo importante.

—Extraño ser especial. Con la AICP, yo era especial. Me necesitaban. Y en el mundo real, yo… no lo soy. —Las lágrimas comenzaron a caer otra vez y me las limpié, avergonzada—. Lo siento. Cuán patética soy, lloriqueando toda mi vida sobre ser diferente, y luego odiando ser igual que todos los demás.

Viv se levantó sobre sus codos, frunciendo el ceño.

—Pero no lo eres. Nunca has sido igual. Así que no lo entiendo… no has cambiado. ¿Cuál es el problema aquí?

—No lo sé.

—Entonces supéralo. Haz algo.

—¿Qué?

Ella agitó una mano con desdén.

—Lo que sea que quieras hacer. Ésa es la gloria de ser tú, Evie. Tienes una elección. No te recomendaría ir por una matanza masiva de paranormales, sin embargo. No resultó ser tan caliente para mí.

Dejé escapar una risa ahogada.

—Eres terrible.

—Dímelo a mí.

Entonces nos quedamos en silencio, ambas perdidas en nuestros problemas. Finalmente, Vivian tomó mi mano en las suyas incluso más frías otra vez, tirando de mí para que me sentara a su lado.

—Bien, suficiente de esta fiesta de compasión. Si he estado ausente por un tiempo, hay cosas importantes de las que necesitamos hablar.

—¿Qué sería eso?

—Um, ¿hola? Necesitas ponerme al día con Easton Heights. No escuché un resumen de las tres primeras temporadas para que me dejes colgada ahora.

Me reí.

—¿Importante, huh? Bien. —Y compartí lo poco que podía del mundo exterior, aquí en mi oscuro mundo de sueños donde Vivian y yo nos conocimos.

Algunas veces se sentía más real que cualquier otra cosa.

Cuando desperté en la mañana mi mano todavía estaba curvada como si estuviera sosteniendo la de Vivian. Suspiré. Las noches con Viv siempre me dejaban con una extraña combinación de bienestar y arrepentimiento. Y luego, por supuesto, culpa por ser amiga de la chica que asesinó a Lish, pero Lish lo hubiera entendido. Eso esperaba.

Las hadas que criaron a Vivian nunca le dejaron creer que tuviera una elección. Siempre se había sentido como si su vida hubiera estado determinada para ella. Creo que se daba cuenta que no lo estaba, ahora que era demasiado tarde. Me hacía preguntarme si de haberme conectado con ella antes, podría haberlo detenido del todo.

Era suficiente para volver loca a una persona, el pensar en ello.

Al final, Vivian había hecho su elección y pagado por ello. Gracias a las hadas, ella se había quedado sin opciones. Pero yo no. Haría de esta vida lo que yo quería que fuera. Que se jodiera Reth… yo sería feliz. Iba a tener mi pastel y a comerlo, también.

O más bien, sería normal y tendría mi paranormal, también. Yo era especial; ¿por qué pretender algo distinto? Necesitaba enviarle un email a Raquel. Estaba a punto de arreglar su día.

Fin del Capítulo

martes, 27 de septiembre de 2011

capitulo 7- supernaturally


Capítulo 7 Ex marca el lugar


Traducido por Bautiston


Reth. Delante mío. En el callejón detrás de la cafetería. No podía decidir si el aleteo en mi estómago era miedo o excitación. ¿Cómo había olvidado que hermosa - hermosa cosa era? Mirándolo ahora, brillando débilmente con entusiasmo en la fría oscuridad, todos los sentimientos por él que alguna vez me abrumaron, regresaron de golpe.

Incluyendo todo el terror y el dolor que había causado, así que sí, no iba a saltar ni nada. Pero aún así, era bello para mirarlo. Y la última cosa que quería ver en estos momentos. O nunca, de verdad. Levanté una mano, la palma hacia afuera. "¡No voy a ninguna parte contigo!"

Reth levantó una ceja. "No hay necesidad de amenazas de mal gusto. No quiero llevarte a ningún lugar. Excepto, quizás, fuera de este callejón, en un esfuerzo por escapar del hedor." Miró fijamente mi delantal manchado.

"Oh." Baje mi mano, desinflada y confundida, y olí a escondidas mi hombro. ¿Realmente tenia olor? ¿Y desde cuándo no Reth me quiere? Siempre me quería. Pero no quería que me quiera, así que ¿por qué me decepcione? Lo deje llevarme desde el enojo a la confusión en cinco segundos.

"¿Caminas conmigo? Me gustaría ofrecerte mi brazo como un caballero, pero tu mano parece pegajosa. "

Fruncí el ceño. "¿Por qué diablos iba a caminar a ningún lado contigo?"

Levanto una mano perfecta, delgada hacia la puerta de la cocina de la cafetería. "Mis disculpas, por supuesto, vuelve a entrar, sin duda más suciedad espera."

Miré a la puerta, en guerra conmigo misma. Por un lado, odiaba hacer nada que Reth quisiera que haga. Por otro lado, había un trapeador con mi nombre en el interior…

"Bien, pero si intentas cualquier cosa"

"Realmente, Evelyn, como he echado de menos tu encantadora compañía."

Manteniendo un ojo cauteloso sobre el hada, lo seguí por el callejón. Seguimos nuestro camino por la calle con lámparas alineadas, su paso tan ligero que rayaba en el baile. Me sentía como un terrón de gracia a su lado. Luego estaba el aspecto de su etérea, casi angelical belleza frente a mi… así que, por el bien de mi autoestima, probablemente era mejor no comparar.

Me abrazó, encogiéndome de hombros para protegerme del frío, la brisa me hacia cosquillas mientras mi respiración se mostraba frente a mi. No tenía ninguna duda de que me arrepentiría de ir con él, pero parte de mí se alegró por estos nuevos extraños acontecimientos. Me recordaron que no era sólo una chica que era mala en el fútbol. A pesar de que ya no sabía su verdadero nombre y por lo tanto no podía controlarlo, por una vez me sentí casi igual a Reth. El conocimiento de que podía hacerle daño si necesitaba, si quería, me dio una sensación embriagadora de poder.

Probablemente no era saludable.

Sin embargo, si hacia algo estúpido y me obligaba a drenarle, bueno, no iba a llorar por eso. "Así que, ¿hay algún punto por este paseo? Porque estoy medio congelada."

Reth se echó a reír, su risa sonaba como la plata, e inconscientemente me acerque más. Sacudiendo la cabeza, di un paso firme hacia la calle. Estábamos cerca del borde de los árboles frondosos que habían sido empujados lo largo de los bordes de la pequeña ciudad. Miré por encima de él, notando por primera vez que tenía su glamour. No es que fuera mucho más hermoso que su verdadera cara, pero me sorprendió. Cuando estaba en el AICP y se le requería que llevara glamour, casi nunca lo hacia, no podía entender por qué le importaba ahora que estaba libre. (Lo que era mayor parte por mi culpa, pero, en realidad, una chica no puede esperar a ser más astuta que un hada cuando escapa de su propia muerte, ahora, ¿puede?)

"¿Aún congelada, mi amor? Me puedo hacer cargo de eso."

"Sí, lo recuerdo. Creo que paso." Me froté la muñeca, donde podía ver la huella tenue de color rosa de su mano, para siempre marcada. Había tenido suficiente de su calor para toda la vida.

Reth se detuvo y yo también, de mala gana frente a él. La rabia latente me llenaba. Quería gritarle, atacarlo. Fue su culpa que Lish hubiera muerto, él fue quien dejó que Viv entre en el Centro. Pero si no lo hubiera hecho, nunca habría salido del AICP. Y sin duda no habría sido capaz de rescatar a Lend. Por lo que sabía, todavía estaría en una celda en el Centro y Vivian seguiría lento y seguro matando a todos los paranormales alrededor. Me enferme de pensar en ello.

Nunca nada fue simple con Reth, nunca.

"¿Por qué estás aquí?" pregunté, toda mi rabia contenida saliendo hasta agotarme.

Alargó un dedo, casi tocando mi cara, pero en su lugar acaricio el aire frente a ella. "¿Puedes creer que sólo quería verte?"

"No".

Sonrió. "No, supongo que no. Al principio pensé en llevarte. Podría, ya sabes. Solo he sido siempre amable contigo."

"¿Amable?" Lo mire con incredulidad.

"Sí, no lo puedo entender, tampoco. Otros métodos hubieran sido mucho más sencillos. Pero por alguna razón me encuentro fascinado por ti y preocupado por tu bien."

"No puedes ayudar elevando tu nivel de locura, ¿puedes? ¿Mi bien? ¡Me secuestraste! ¡Me quemaste! ¡Has intentado obligarme a ser algo que nunca quise ser! "

"Evelyn, querida niña, simplemente porque no puedes entender lo que es para tu bien no quiere decir que no lo sea. Y si lo que es mejor para ti también te hace daño, bueno, eso no cambia la necesidad de que llegara a serlo."

"Tú estás-yo-¡augh! No tienes idea de lo loco que estás. Si realmente te preocuparas por mí, no me harías daño. Pero no te importa, ¡porque no puedes! No te puede importar nada excepto ti mismo. "

Sus ojos brillaban, de oro oscuro. "Me preocupo por ti más que nadie en este triste mundo cambiante lo hace. No podría haber derramado mi alma en ti si eso no fuera cierto. "

Me alegré de haber dejado escapar el alma que Reth me había dado, junto con todos los demás. Saber que había tenido parte de su alma dentro de mí me hizo sentir, bueno, repulsiva. Levanté la barbilla con aire desafiante. "Lend me ama. Nunca me lastimo. "

"Y sin duda haría cualquier cosa por ti."

"¡Sí!"

"Cualquier cosa para protegerte."

"¡Sí!"

"¿Y si la única manera de protegerse y salvar tu vida lo daña?"

Cerré mis labios uno contra otro por los que estaba a punto de salir. ¿Podría golpear a Reth? ¿Podría por favor, por favor, sólo golpearlo?

Sonrió, sabiendo que me tenía. "Lend no puede amarte, porque realmente no te conoce. No importa lo mucho que quieras esta vida, no es tuya. Nunca lo ha sido. Este no es tu hogar, Evelyn."

Lágrimas de rabia picaban en mis ojos. "Vete".

"Ven conmigo".

"¡Nunca! Y no puedes obligarme. Si de verdad pudieras tomarme, ya lo habrías hecho."

Chasqueó la lengua con impaciencia. "Mi métodos anteriores se encontraron con la… desaprobación de mi reina. A veces me pregunto si elegí bien cuando me alinee ante una Corte. "

"¿Qué quieres decir? O eres Seelie o Unseelie". Podría no saber mucho acerca de las hadas como debería, pero sabía que estaban en uno de las dos cortes: Seelie (Luminosos), es decir buenos, o más bien, bondadosos, ya que las hadas no eran realmente buenas o Unseelie (Oscuros), es decir, definitivamente, definitivamente malos..

Su sonrisa cambió, y vi algo salvaje y primitivo bajo sus rasgos refinados. "Nadie es bueno o malo, mi amor. Todos tenemos partes de ambos sistemas, simplemente elegimos alinearnos con el lado que tiene un tirón más fuerte. Mi decisión de participar fue motivada por una muy triste, vacía chica con los ojos como corrientes de nieve derretida."

¿Así que ahora Reth estaba diciendo que él sólo estaba en la corte buena por mi culpa? ¿O estaba diciendo otra cosa? Era el único que podía hacerme esto, sentir tan terrible y confusa. Cuando estaba con Reth, toda la soledad y melancolía en mí parecían surgir a la superficie, pidiéndole que se las llevara lejos. "Te odio", le susurré, mi voz quebrada.

Clavó sus ojos en los míos, atrayéndome cerca, su voz deslizándose a mi alrededor como una red de oro. "Tonterías. Mi reina me ha prohibido obligarte a que vengas conmigo de nuevo, pero no puedo entender por qué debería ser necesario. No tiene por qué ser así. Puede ser fácil, seguro, cálido. Y cuando llegues a casa, nada de esto importara - escaparte, toda la oscuridad y el frío - menos que un sueño. Nunca tendrás que preocuparte o preguntarte de nuevo. Sólo tienes que elegir, Evelyn. Dejar de aferrarte a este mundo de pérdidas y venir conmigo. Puedo llenar todo el vacío que tienes. Conviértete en lo que deberías ser, y ayúdanos a volver a donde pertenecemos. Ven conmigo. "

Suspiré, respirando profundamente, mi mejilla contra su pecho. El latido de su corazón era extraño, muy lento, pero estaba caliente, y sus brazos alrededor mío eran una maravilla, y ¿cómo he llegado hasta aquí otra vez? No quería sus brazos alrededor de mí. ¿No? Había alguien… algo… alguna razón. ¿Qué más daba?

Reth apartó, su perfecta nariz arrugada. "Oh, ese collar es monstruoso. ¿De dónde sacaste algo tan abominable? "Parpadeé, aturdida, y mis dedos se desviaron a mi colgante. Cuando toque el hierro frío, la realidad rompió en su lugar.

"¿Estás bromeando? ¿Vienes aquí y utilizas tu estúpido mojo hada y luego te alejas de mí? ¿Hay algo en tu dorada cabeza que tenga sentido? Qué pensaste, bueno, Evie esta teniendo probablemente una mala noche, ¿por qué no voy a meterme con ella? Mientras estás en ello, ¡probablemente haya algunos cachorros que podrías golpear! "

Me di media vuelta, volviendo al restaurante. Debería haberlo sabido, lo sabia, esta era una mala idea. Idiota Evie.

Al doblar la esquina, me detuve en seco al ver a Reth, apoyado casualmente contra un poste de luz, rodeado de un charco de luz y luciendo como un anuncio de una imposible realidad perfecta.

"Tienes que venir conmigo. Las cosas se han puesto en marcha, y no puedo controlar todas las variables. No puedo ocultarte para siempre. Puedo, sin embargo, mantenerte a salvo y hacerte feliz. Dame la mano" Tendió la suya, casi podía ver las olas de calor que irradiaba de ella.

Fruncí el ceño, pensando en la sílfide. Es evidente que “algo” se había enterado de dónde estaba. Ahora que lo pienso, ¿Quién dice que él no puso la sílfide delante mío para engañarme pensando que estaba en peligro? Sería algo de él. Todo el asunto apestaba a travesura de hadas.

"Vete al diablo. Yo y mis manos mágicas vamos a estar bien, muchas gracias. Me quedo donde estoy. "

Sonrió, enderezándose para estar delante de mí. "Muy bien. Es evidente que esta vida que tan desesperadamente ansiabas es todo lo que esperabas que fuera. Me alegra ver que todo esto se te cumplió y eres "se inclinó, susurrando en mi oído derecho," feliz."

Cerré los ojos, apretando la mandíbula. Si pensó que podría lanzarse en picado aquí y empezar a jugar con mi vida de nuevo, estaba equivocado. "Mira, sólo porque-"

Abrí los ojos y me encontré completamente sola. La luz de la lámpara que parecía brillar antes ahora era dura, creando sombras y líneas bien definidas, pero nada esclarecedor. La oscuridad de la noche presionaba sobre mí desde todas las direcciones, y mis dientes empezaron a castañetear.

"¿Qué estoy haciendo aquí?" Susurré. Y luego me corregí rápidamente: "Aquí fuera. Quiero decir aquí fuera."

Volví a la cafetería. Haciendo caso omiso de Grnlllll, me fui directamente arriba, quitándome la ropa sucia y quedándome en la ducha hasta que el agua caliente se acabó. Miserable y triste, inexplicablemente, quería llamar a Lend. Nunca me sentí vacía a su alrededor. Pero entonces tendría que contarle lo de esta noche, y estaría preocupado de que Reth apareció otra vez, y no quería que se estresara por esto. En lugar de eso, le dije a Arianna que me sentía mal, me metí en la cama, y me obligue a dormirme.

Las cosas serian mejor por la mañana. Tenían que hacerlo.

Mi cerebro y mi cuerpo finalmente se desconectaron y me quedé benditamente dormida.

"Hey, estúpida", dijo Vivian.

"Oh, Viv." Rompí a llorar. "Estoy tan contenta de que estés aquí."



Fin del capitulo.

capitulo 6- supernaturally


Capítulo 6
Una vida basura


Traducción de Inthefreedomwings





Mi corazón se paró. Por un horrible momento creí que Reth estaba en mi habitación. Y entonces cogí el objeto más cercano, un zapato, y lo lancé derecho a la cabeza de Jack.
¿Qué estás haciendo aquí dentro, tú, pequeña comadreja?
Recogió mi zapato de donde se había estampado en el suelo después de golpear la puerta tras él. —¿Cómo caminas con esos tacones?—se sentó y se sacó su propio zapato, intentando encajar su pie dentro de mi zapato abierto morado.
Le seguí y lo empujé lejos. —¿Qué edad tienes, cinco años? Responde mi pregunta.
Me miró, con sus ojos imposiblemente azules abiertos con inocencia. —Creía que éramos amigos, despuésde que me hicieras un desnudo y todo.
Estoy llamando a Raquel.
Vale, vale. Sólo estaba haciendo algo de reconocimiento.
¿Reconocimiento?
Oh, lo siento, esa es una gran palabra, ¿no? Significa que estaba alcanzando el escenario, consiguiendo el…
¡Sé lo que significa! ¿Qué, la AICP me está investigando ahora? Diles, que ellos pueden olvidarse de tener ayuda de…
¿Nunca le dejas terminar la frase a nadie más?—sonrió a mi mirada, levantando sus hoyuelos. —Esto es más como eso. Tú eres más guapa cuando no estás hablando. La verdad de la mayoría de la gente, he descubierto. De todos modos, necesito ver la dirección que Raquel me dio así podría encontrarlo otra vez.
¿Por qué?
Como tú tan graciosamente apuntaste el otro día, no soy un hada. Necesito ver un sitio antes de poder abrir una puerta allí. O al menos abrir una puerta precisa allí. De otra manera nadie sabe lo cerca que llegaré.
Me senté al borde de la cama. Siempre y cuando el bicho raro ya esté aquí, bien podría obtener algunas respuestas. Lo que me había estado inquietando: ¿cómo podía hacer lo que hizo? No debería ser posible. 
¿Cómo te enteraste? Para utilizar los Senderos, quiero decir.
Su boca se curvó en una sonrisa traviesa. —No dejes que mi buena apariencia te engañe. Soy terriblemente listo.
Rodé mis ojos. —Claramente. Pero aún así no deberías ser capaz de usar los Senderos.
Se encogió de hombros, de pie. —Mira y espera el tiempo suficiente, quiere algo lo suficiente, y puedes imaginarte una manera de hacerlo ocurrir. Hago ocurrir muchas cosas—. Sonriendo enigmáticamente, tendió una mano hacia mi pared. —¿Te recogeré más tarde?
No he aceptado nada—. Achiqué mis ojos.
Por supuesto—, dijo, distraído, mientras se centraba en las líneas blancas que serpenteaban para hacer la puerta. —Así que, te recogeré más tarde, entonces.
¡No! ¿No escuchas? Dile a Raquel que no voy a…
Antes de que pudiera terminar mi frase entró por la puerta de las hadas, murmurando algo que sonó sospechosamente como, “las chicas son molestas”.
La pared se formó de nuevo tras él, convirtiéndose en el receptor inocente de mi mirada fulminante. Jack podría ser de mi edad, pero era como un niño pequeño con un nivel alto de azúcar necesitando un buen azote.
Dios mío, eso sonaba raro. Me acosté en la cama y cerré los ojos. ¡Qué lío! Me concentré en dejar que el estrés se deslizara de mi cuerpo, dejándome caer en un reparador e ingrávido estado. Se sentía como si pudiera encontrar la paz, pensar bien las cosas, todo estaría bien en mi vida, con Lend y conmigo. Podría encontrar la manera de decirle la verdad justo de forma que no se le ocurriera renunciar a su estilo de vida mortal. Encontraría la manera para que nosotros trabajáramos, alguna manera para que yo pudiera tener a todas las personas de mi vida en mi vida, por el tiempo que yo quisiera que estuvieran.
Un fuerte golpe me sacudió, haciendo añicos cualquier epifanía a la que yo estuviera indudablemente a punto de llegar.
EVELYN, SACA TU PEREZOSO, CULO FLACO Y PÁLIDO FUERA DE LA CAMA AHORA MISMO.
Abrí los ojos de un golpe, luego me dirigí a la sala, sintiéndome justificadamente arisca. —¿Tienes control de volumen en esa boca?
Arianna se encogió de hombros. —Duermes como un muerto. Nona necesita ayuda en la planta de abajo.
Genial. Exactamente cómo quería pasar mi fin de semana. Lend libre y lleno de grasa.
Divertido, yo elegiría dormir y salir de compras, pero a cada uno la suya. Baja allí.
¿Qué pasa con nuestra película?—, me quejé, con la esperanza de que Arianna me ayudara a deshacerme del trabajo.
Criatura de la noche y todo eso. Soy buena con una función tardía.
Bien—. Pisoteé bajando las escaleras, tirando de mi delantal fuera de su gancho en la pared de mala gana y sujetándolo. Fue genial tener un ingreso ahora que no tenía una cuenta de gastos de la AICP (y, créanme, echo mucho de menos esa cuenta), pero trabajar en un restaurante era un poco menos interesante que ir en misiones de cazar y etiquetar.
Y por un poco quiero decir mucho. Siguiendo con el encantador comedor temático de vacas, teníamos que llevar faldas, faldas al estilo caniche*(http://www.shopmania.co.uk/makeup-costumes/p-bopper-poodle-skirt-9199177), con estampado de vaca. Estampado de vaca. Hay muchos estampados de animales que son fabulosos en cualquier estilo. El de vaca no es uno de ellos. Es insultante, de verdad. Razón por lo que me mantengo obstinadamente en mis propios vaqueros. No estaba programada, no iba a vestir vacuno.
Devuélveme mi suerte, Grnlllll (¿o eran cuatro eles? ¿O una erre doble y una triple ele? Si crees que el galés es extraño, trata de leer gnómico) estaba en la cocina. Los gnomos son elementales de tierra y por lo general viven bajo el suelo, minando y excavando. Incluso ellos se ven un poco como los topos, con la cabeza peluda, ojos pequeños, bizcos, y la nariz hocicuda que cualquier otra cosa. Son más felices excavando en la oscuridad y la humedad. Qué demonios estaba haciendo Grnlllll en esta cocina brillante era lo que yo tenía que descubrir, pero sea lo que sea, sin duda no la estaba haciendo feliz.
¿Y sus patatas a la francesa? No estaban buenas.
Grnlllll gruñó algo hacia mí que no me molesté en interpretar, y me fui a tomar los pedidos. Por la tarde el negocio era bastante típico, mayormente los paranormales locales, lo que significa abundancia de carnes tan raras que difícilmente mi estómago podía mirar sin revolverse, cuyos ingredientes no quería ni pensar.
Las cosas estaban en orden mientras la noche comenzaba a rizarse contra las ventanas, con su insistente frío. Mis pies y espalda me dolían, y si tenía que sonreír una vez más y fingir que no me daba cuenta del vampiro en la esquina lamiéndose los labios cada vez que pasaba, estaba bastante segura que le gritaría. Ya era bastante malo que la mitad de los vampiros locales intentaran usar sus poderes de control mental para convencerme de que no quería una propina.
Yo siempre quiero una propina, tú, no-muerto desagradable.
Aun así, fue un poco divertido ver a los vampiros se volverse más y más frustrados al no poder convencerme. David y Arianna habían guardado mis secretas habilidades de ver a través del glamour, lo que me gustó. Hizo las cosas menos complicadas.
Arranqué la factura y la estampé en la mesa del Lamedor de Labios*(referente al vampiro).
El quince por ciento, como siempre.
Frunció el ceño, luego su rostro se alisó con una sonrisa impresionante. Impresionante si no podías ver a través de su glamour para notar que cada diente se reía de mí a través de sus mejillas en descomposición. Extendió la mano para tratar de tomar la mía, pero la alejé.
En serio. Quince por ciento o deslizaré ajo en polvo en su próximo Bloody Mary.
Me miró con un ceño fruncido que podría lanzar un millón de novelas de terror. Sonreí. Murmurando cosas asesinas sobre su aliento, sacó su cartera y me entregó el dinero.
Regrese pronto—, chillé, radiante mientras volvía a la caja registradora. No podría tener a Tasey regularmente, pero todavía podía más que los vampiros.
Nona se agitó. Incluso su forma de andar parecía un árbol meciéndose con el viento. Chicos locales, no paranormales, pasaban por el restaurante de vez en cuando para mirarla. Si pudieran ver su tronco ahuecado de un trasero, completo con una cola, probablemente se sentirían diferentes.
Por otra parte, nunca se sabe con los chicos. Y ella era un árbol muy caliente.
Se detuvo frente a mí, sonriendo. —Gracias por trabajar esta noche.
Por supuesto. Oh, bueno—, dije, recordando mi pregunta anterior. —He estado viendo paranormales que no reconozcan cada vez más. ¿David sabe de ellos?—Me reunía con él y Arianna con bastante regularidad para revisar el papeleo y los detalles de su pequeña operación, pero no lo sabía todo.
Nona agitó la mano en el aire con gracia. —No hay peligro. ¿Te importaría ayudar a Grnlllll en la cocina? No puede sacar la basura por su cuenta.
Mi estómago se hundió. Servicio de basura. Genial. La gnoma era más baja que las bolsas de basura, pero por supuesto que no podíamos conseguir bolsas más pequeñas, oh no, así que tenía que estar de guardia cada vez que la basura estaba llena. Y sacar la basura significaba el Depósito de basura, y tenía que tocarlorealmente para abrirlo, y estaba pegajoso.
PEGAJOSO.
Realmente no soy una persona perezosa, pero en los últimos ocho años de mi vida todo lo que tenía que hacer era recoger mis cosas. No podía sacar exactamente la basura del Centro a la acera, teniendo en cuenta que era un complejo subterráneo cerrado. La basura del restaurante era suficiente para hacerme sentir nostálgica por los salones blancos y estériles. Mejor estéril que pegajoso y maloliente.
De vuelta en la cocina Grnlllll apunta en dirección a la basura que había dejado desbordar y se derramaba en el suelo. Tratando de ignorar el chiste que se estaba formando en la parte posterior de mi garganta, me saqué la bolsa fuera del bidón. Cayó en mi pierna, dejando una mancha repugnante, horrible y oscura sobre mis vaqueros. Brillante.
Grnlllll me dijo algo con voz grave, mientras señalaba con enojo la raya que estaba haciendo mientras arrastraba la bolsa por el suelo, pero en ese momento no me importaba. Debería haber tenido este fin de semana libre. Debería estar acurrucada junto a Lend en este momento, burlándome de una mala película con él y Arianna. No pedí esto.
Además, ella podía ser demasiado baja para el Depósito de basura pero no era demasiado baja para limpiar.
Le di una patada a la puerta metálica que da al callejón oscuro, tragando el aire de la noche mientras el olor a comida podrida asaltaba mi nariz. Podía sentirlo alojándose en mis senos nasales y me preguntaba si alguna vez sería capaz de oler algo más.
La única luz sobre la puerta parpadeaba. Probablemente tendría que cambiar la bombilla, también. Estúpida gnoma. Tomando una respiración profunda, me dirigí al Contenedor de basura entre nuestra pared de ladrillo y el edificio de al lado, abrí la tapa, y tiré la bolsa y un gran chorro de algo se cayó sobre mi zapato.
¡Mierda!—grité a la pared frente a mí. —Mierda, mierda, mierda—pateé el Contenedor y luego agarré mi pie. Ahora estaba sucia, herida en los dedos del pie, y me sentía como una idiota. Cerré los ojos, apretando el puente de la nariz. Estaba bien. Esto estaba bien. Me gustaría subir las escaleras, tomar una ducha, e ir a la cama. Para el resto del fin de semana.
La luz se apagó con un parpadeo, luego volvió. Demasiado brillante. Demasiado brillante. Abrí los ojos para ver las líneas de otra puerta de hadas formándose en la pared al lado del Contenedor.
Vete—, le espeté. —No estoy de humor—. Si Raquel pensaba que enviar al idiota de Jack repetidamente ayudaría a su causa, se había equivocado.
Una figura, más alta que Jack y más hermosa, con mucho, que nadie más que yo conociera, salió de la puerta.
Ahora realmente—, dijo, con voz de oro líquido, —esa no es la acogida que me esperaba, mi amor.


Fin del capítulo

feather

sinopsis:
La vida magica de Stella en el horfanato nunca fue facil, a los dieciocho años, es finalmente libre. En su desesperado intento por dejar atras la ciudad y desentrañar su extraño talento, huye a una Universidad aislada, situada en lo profundo de los bosques de las Cascadas del Norte. Es aqui donde ella espera escapar de su dolorosa vida, y su olvidado pasado. Cuando comienzan las clases, Elle se esfuerza por encontrar su lugar, hasta que conoce al profesor Edgar.
Joven, guapo, pero aterrador, Elle enseguida de siente intrigada. A pesar del miedo que tiene de el, siente una atraccion fascinante peligrosa, y de algun modo, familiar. A medida que su amistad crece, se encuentra sumergida, de imprevisto, en una vida que ella nunca supo que vivió, en un lugar al que finalmente siente como su hogar.
Así como regresa a su felicidad, tambien regresan los demonios de su pasado olvidado. Es aqui donde se encuentra enfrentada con el sacrificio de su vida, y con el comienzo de un viaje muy arrarigado en nuestra existencia.
Feather nos lleva a los lugares más oscuros de nuestra alma, en un mundo en el soñamos para existir. El Libro Uno de la serie, nos presenta este nuevo mundo, un lugar muy arraigado a nuestros sueños, y donde todos hemos estado. Comienza el viaje que tu alma anhela, en un mundo donde los guerrreros brotan de la tierra y la magia esta en todas partes.


nyx - house of night p.c cast




Sinopsis:
Con mas de 10 millones de copias de los libros de la serie House of night, que las  autoras P.C Cast y Kristin Cast han vendido en todo el mundo y 7 millones de ejemplares publicados en Norte America, esta serie cuenta la historia de Zoey Redbird, una adolecente cherokee vampira y la de sus amigos que viven en la casa de la noche de Oklahoma, un internado para vampiros, es mas que otra serie de vampiros.

Gran parte formada por mitología. Desde Nyx, la diosa adorada por los  vampiros de la serie hasta la leyenda cherokee que le da fuerza al drama, la Casa de la Noche está llena de elementos, multiples ritos y  tradiciones religiosas, todo para crear una nueva mitología moderna y propia.



Editada por P.C Cast, Nyx en la casa de la noche, a dos colores, una guia ilustrada de la casa de la noche trae una rica influencia a la vida, proporcionando las historias reales sobre la serie y una mirada al interior de estas, que crean la fascinante historia de Zoey y la Casa de la Noche.

Incluye:
- Rituales Wicca
- La historia original de Erebus y Nyx 
- Mitologia Cherokee
- La historica importancia de los tatuajes
- Y mas...

T. Blog Dark Patience

lunes, 26 de septiembre de 2011

capitulo 5- supernaturally


Capítulo 5 Los brillos lo mejoran todo

Traducido por flochi


—Despierta —una voz como el murmullo del agua sobre las rocas susurró en mis oídos. Sonreí y extendí mis brazos hasta que encontré el cuello de Lend. Supe lo que vería cuando abrí los ojos—casi nada. Mi Lend en su verdadera forma. Entrecerrando los ojos contra la luz de la mañana, miré a sus aguados ojos.

—Buenos días —dijo, y me derretí.

—Buenos días. —Traté de tirarlo a mi lado, peor rió y se escabulló de debajo de mis brazos.

—Levántate, perezosa. ¿A menos que quieras dormir en vez de salir conmigo?

—No lo sé. —Cerré mis ojos nuevamente—. Estoy bastante cansada.

Él respondió lanzando una almohada a mi rostro. Reí y rodé fuera de la cama, cepillando mis dientes y cambiándome mientras hablaba con Arianna en la sala de estar. Mi cuarto era diminuto—un vestidor con pretensiones, en realidad—pero yo había pintado las paredes “repuganantemente rosas” para citar a Arianna. Extrañaba mis porters del Centro, peor lentamente estaba haciendo este lugar mio. Los bocetos de Lend ocupaban la mayor parte dl espacio libre, los queme hacían sentir como si él estuviera cerca cuando en realiad no lo estaba.

—Por supuesto que soy una Nigromante —le explicó Arianna a Lend. Ella estaba sentada en frente de su elegante scritorio, ejecutando su juego favorito—. Es irónico. En la vida real pertenezco a las hordasde muetos vivientes, y e mi vida inline los controlo.

Pasaba casi cada hora d eluz ahí, pasando misiones con con compañeros digitales escasamente vestidos y de piel violeta. Hace unas cuantas semanas me había molstado no poder ser apaz de poder comprobar mi bandeja d emensajes y le había contestado de mala manera que debía encontrar algo productivo que hacer con su tiempo. Ella insistió en mostrarme cuanto tiempo un vampiro puede estar sin moverse de un único lugar.

Es un largo tiempo.

Pero incluso peor, un par de días de su sentada, la escuché sollozar. Desde entoncesno he mencionado nada de cómo ella usa su tiempo. Tener vida eterna parece como una idea bastante genial, ¿pero tenerla a la fuerza de esa forma? No tanto. Los inmortales como Nona tratan de humanizarse de vez en cuando por diversión, pero ellos fueron hechos para ser eternos. Las personas no, y el cuerpo muerto de Arianna debajo de su glamour era un constante recordatorio de eso.

—Y por eso tuve que matarlo—el cuchillo de O’orlenthaal debería haber sido mio todo el tiempo, el peuqeño zorro. Ahora tenemos que luchar contra su gremio, que es donde mi capacidad de reunir ejércitos de muertos viene bien.

—Así que lo que estás diciendo es que has estado ocupada. —Lend le sonrió, y Ariannarió. Ella lo trataba como a un hermano. Lend, a cambio, la trataba como si ella fuera completamente normal. Amaba eso de él; tomaba a cada paranormal en serio, y podía decir que eso significaba mucho para aquellos como Arianna y la mayor parte de los licántropos, qienes luchaban con lo que eran. Lend tenía una asombrosa habilidad para euqilibrar a los paranormales y normales y hacer que cada uno sienta que pertenecen.

—Completamente ocupada. También diseñé unos cuantos vestidos—esos estúpidos reality show no tienen nada que hacer al lado de los míos.

—Te lo estoy diciendo, ¡empieza un sitio web! Puedes hacerlo todo aquí y después venderlo online. Muéstrame los bocetos de tus vestidos, haré e sitio, y tú e Evie pueden modelar.

Arianna se encogió de hombros, revolviéndose en su asiento. Ella había estado en la escuela de diseño de modas cuando fue cambiada. Lend siempre trataba de hacerla reanudar una vez mas, pero por alguna razón ella nunca se enfrentó a ello.

Él alzó la mirada y sonrió cuando me vio en el pasillo.

—¿Lista?

—Siempre. ¿Seguro queno quieres salir, Ari? —pregunté. Por favor, que no quiera salir, pensé. Tenemos planes para una película con ella esta tarde, pero quería algo de tiempo solamente con Lend por unas cuantas horas.

Agitó una mano en el aire, enfocada nuevamente en su computadora.

—Voy a terminar esta incursión.

Una ráfaga de afecto por por ese estúpido juego brotó de mi pecho. ¡Hurra por los juegos de rol y su efectividad por des-acompañarme!

Lend tomó mi mano en la suya mientras caminamos fuera en la mañana fría de otoño, una briza que se elevó para danros la bienvenida una vez que dimos un paso en la acera. El verano había perdurado este año, reaci a renunciar a su asidero. Solo en la última semana, mas o menos hubo un frío que que se deslizaba en las noches. Las hojas estaban insinuando el cambio, dorado y rojo tambaleándose en su camino. Después de vivir en el clima controlado del Centro, yo era definitivamente una fanática de todo ste asunto de las estaciones.

También era fanática de mi novio. La luz del sol le daba un brillo espcial a sus ojos aguados, y el glamour de su cabello casi negro estaba brllante y ta adorable. El día no podría haber sido mas perfecto.

—Tengo un regao para ti —dijo Lend. ¿Dije que el día no podía ser mas perfecto? Porque definitivamente se está haciendo mejor.

—¿Para qué? —chillé, sin tratar de esconder mi emoción. Los regalos en el Centro habían sido pocos y distantes, y, con Raquel como la dadora principal, dolorasamente prácticos. Estaba el botiquín de primeros auxilios tamaño de viaje para mi duodécimo cumpleaños, la enciclopedia de triste fama de Navidad (honestamente, ¿quién compra esos? Se llama a internet), y por supuesto, el pináculo de toda la mierda en los regalos dados: calcetines. Cada año.

Pero la caja que Lend sacó de su bolsillo definitivamente no contenía calcetines en su interior.

—¿Es brillante? —Salté con impaciencia sobre mis talones a mdida que lo abría.

Rió y sacó una delicada cadena de plata, enlazada a través de un pendiente con forma de corazón abierto. Tres piedras rosadas recubrían un borde resalatado en contraste al metal oscuro del corazón. Aparté mi cabello del cuello y lo cerró allí, el rastro d sus dedos contra mi piel aumentando mi piel de gallina.

Toqué el metal frío. —¡Es hermoso!

—Oh bien. Nunca he regalado joyas antes.

—Bueno, has establecido una calidad ridículamente alta para ti mismo. Deberías haber empezado con algo hortera. —Puse mis brazos alrededor d esu cuello y lo acerqué con un abrazo, respirando su aroma a fresco.

—Aunque, no solo es bonito.

—¿No?

—Práctico, también. El corazón está hecho de hierro.

Una calidez me atravesó, un torrente de afecto al que debería estar acostumbrada pero que todavía siempre lograba sorprenderme. Dejar que Lend encontrara una manera de protegerme con el repelente de hierro contra hadas. Por supuesto, esto significa que casi es tan práctico como Raquel, pero lo práctico suyo fue con brillos y hermoso. Pasé mis dedos entre su cabello.

—Perfecto.

—¿Lo es?

 lo eres. Pero el collar también.

Nos besamos hasta que una anciana paseando a su perro torió ruidosamente e nuestra dirección, hacéndonos recordar donde estábamos, de hecho, en la acera y no en nuestro pequeño mundo personal. Le sonreí tímidamente, solo entonces notando que ella una paranormal con glamour. Su rostro ranudo, verde moteado, realmente no combinaba con su su vestido de entrecasa floral y zapatillas. ¿Esta ciudad? Raro.

Ella no dejaba de mirar; yo no podía descubrir que era ella, y súbitamente me psue nerviosa. Miré fijamente el cielo, para inspeccionar buscando nubes errantes, pero no vi nada. Tirando de la mano de Lend para que sigamos caminando, sacudí mi inquietud.

—¿Qué mas hay en la agenda esta mañana? —pregunté.

—¿El collar no me libera de planear las cosas?

—Bien. Pero eso sólo te compra el día de hoy. Todavía tendrás que ingeniártelas para que hagamos algo mañana. Y por ahora, creo que la comida está en primer lugar. Mucho. Olvidé el desayuno.

—Bien, podemos… —El teléfono de Lend sonó y lo sacó de su bolsillo, frunciendo el ceño ante el número—. Un segundo. —Lo respondió y yo planeé que hacer el resto de las horas del fin de semana. Las películas esta tarde con Arianna, luego de la cual tenía un complot secreto para arrastrarla al karaoke. Ella lo negó, pero la encontré cantando Duran Duran en la ducha. Si eso no funcionaba, estaba pensando en los bolos. Nunca había ido y estaba garantizado que es horrible, peor sería divertido con Lend. Quizás pudiéramos hacer cita doble con Carlee y cualquier chico con el que esté saliendo actualmente.

Mi estómago se hundió cuando retorné a la conversación.

—¿Todo? —preguntó Lend, su voz tensa—. No, cálmate, está bien, no es tu culpa. Estoy contento de que no te lastimaran. Puedo volver. ¿Estás segura de que todo se ha perdido? —Cerró los ojos, conteniendo un suspiro—. Bien, dame ua hora o dos para llegar allí. —Colgó y miró fijamente el teléfono como si pudiera borrar la conversación.

Y, simplemente así, mi fin de semana se evaporó.

—¿Qué?

—Natalie, una chica d emi grupo, estaba a cargo de compilar todo. Un chico le robó la mochila en la estación del metro…tomó su laptop, todas sus notas, todo. Estamos jodidos. Voy a tener que ir y ayudarlo a juntar todo de vuelta. Es el trabajo de tres semanas. —Su mandíbula se apretó con estrés.

Por un breve momento estuve tentada de decirle que tenr un doble título en biología y zoología no importaba. En absoluto. ¿En el gran esquema de su vida inmnortal, este estúpido proyecto grupal universitario? Ni una gota en el océano. Pero…si él supiera que es mas elemental que humano, ¿dejaría la escuela? ¿Dejaría su vida normal?

¿Me dejaría?

Si, por lo queno voy a decirlo. No en ese momento, de todos modos. Quiero decir, si él tenía la eternidad, ¿qué diferencia hacía si se lo decía mañana o dentro de diez años? No se estaba haciendo cada vez menos inmortal. Por supuesto, quizás si se lo decía, podría estar cerca de él sin sentir culpa. Pero había esperado todo este tiempo, y no quería empeorar las cosas.

—¿Evie?

—¿Qué?

—Lo siento. Sé que esto apesta.

—Oh, si. Quiero decir, si, apesta, pero tienes que hacer lo que tiens que hacer, ¿verdad? —Le di m mejor sonrisa de ¿no soy una novia que te a todo su apoyo?

Nos apresuramos a volver al comedor, la primavera feliz en mi camino, muerta. Así que los árboles estaban cambiando de color. Gran bleep cosa. Lend hizo unas cuantas llamadas, pero a pesar de sus mejores esfuerzos estaba claro que necesitaba estar allí para ayuar a arreglarlo. Me dejó con un persistente, arrepentido beso y nada que hacer por los siguientes dos días mas que la tarea.

—¿Ya de regreso? —preguntó Arianna cuando entré, los auriculares puestos y la voz muy fuerte.

—Tenía que volver a la escuela.

—Que mal. —Ella realmente alzó la vista ahora y frunció el ceño, viendo mi rostro—. Eso hace tu fin de semana apestar, ¿no es cierto? ¿Quieres ir…no lo sé, salir a algún callejón oscuro conmigo hasta que el sol se oculte?

Forcé una risa.

—No te preocupes. Sigue exigiendo venganza virtual. Todavía tenemos la película a la tarde.

—Bien. Pero no te sostendré la mano.

—Gracias a Dios por eso.

Se puso de vuelta los auriculares. Caminé a mi cuarto y me dejé caer pesadamente sobre mi cama.

Y grité cuando mi puerta se cerró de golpe. Una figura salió de detrás de ella.

—Bastante rosa aquí, ¿no?

Fin de capítulo

sábado, 24 de septiembre de 2011

capitulo 4-supernaturally


Capítulo 4 Ábrete sésamo

Traducido por flochi


Parpadeé contra la luz, congelada por la incredulidad. No había visto un hada desde esa noche con Vivian y Reth. Había esperado nunca mas volver a ver uno.

Lend, sin embargo, no estaba congelado. Lanzándose hacia el otro lado de la cocina, agarró una d elas cacerolas de hierro fundido que su padr siempre dejaba afuera. Una figura saió de la oscuridad, volviendo su cabeza justo a tiempo para ver a Lend balancearse con todas sus fuerzas.

El hada se agachó, dando una voltereta y saltando a varios pis de distancia. Lend dio la vuelta para acercarse nuevamente.

—Oye-oh, ¿qué es esto? El hada dijo con una risa.

Había algo mal, algo que n coincidía en todo el asunto. Entrecerré mis ojos en la hada. Mi altura, con cabello rubio arena, brillantes ojos azules, hoyuelos, y…

—¡Lend, detente! —Reaccionando a mi grito, levantó sus brazos de vaivén, perdido su balance, y se tambaleó a la encimera de granito. Me miró, sorprendido. Sacdí la cabeza, sintiéndome de la misma manera. No tenía idea de cómo era posible, pero no podía negarse lo que vi debajo de la pie del muchacho.

Nada.

—No es un hada —dije. Volví la vista a la puerta, pero ya se había ido. Lo había visto todo el tiempo; él era lo único que había salido. Ninguna hada en absoluto.

Esto era imposible.

—¿Estás segura? —Lend todavía sostenía la sartén en ristre, sin quitar los ojos del chico. O sujeto, realmente. Parcía de nuestra edad, quizás un año o dos mas joven.

El no-hada me sonrió y me guiñó un ojo, saltando para sentarse sobre la encimera.

—No es la recepción que estaba esperando, pero te concederé esto chico, es emocionante.

Raquel se apresuró a entrar a la habitación, luego fijó un ceño profundo en Rubiecito.

—Llegas tarde.

Se encogió de hombros y se sirvió si mismo una manzana del fruter junto a él.

—Me he perdido. —Le dio un gran mordisco, crujiendo fuertemente antes de palidecer y escupir en el fregdero. Con un suspiro de arrepentimiento, le lanzó lamanzana a Lend, quien soltó la artén instintivamente par atraparla.

El metal todavía estaba repicando cuando David entró detrás de Raquel.

—¿Quién es ese?

—No es un hada, eso con seguridad —respondí. Rubiecito se puso de pie sobre la encimera, su cabeza casi rozando el techo. Luego, con una alegre venia, hizo ua voltereta, aterrizando sobre sus pies.

Seguí mirando, buscando algo, lo que sea debajo de su piel. No había glamour. Sus ropas eran normales, también, una remera celeste estampada y unos lindos jeans.

—¿Cómo hiciste eso? Pregunté.

—Mucha práctica. Deberías verme caminar sobre mis manos.

—¡La puerta! ¿Cómo hiciste para venir a través de una puerta de las hadas por ti mismo?

—Oh, ¿eso? —Pasó una mano entre sus rulos y volvió la vista a donde había estado la puerta—. Fácil. Caminas a una pared, y… —se acercó, todos nosotros inclinándonos con él, mirando sin aliento—…¡ábrete sésamo! —Levantó ambos brazos dramáticamente en el aire.

Nada sucedió. —Huh. —Se dio la vuelta y se encogió de hombro—. Bueno, supongo que estoy atascado.

Raquel exhaló un suspiro que solía conocer bien—era su ssupiro Evie, Evie, Evie. Pero esta vino segido con un cansado:
—Jack. Por favor, deja de jugar. Estamos aquí por trabajo.

—Si, madam —dijo él, con los ojos bien abiertos y serior. Raquel se dio la vuelta para volver a la sala de estar y Jack tiró ligeramente de mi cola de caballo, salió a paso detrás de ella.

¿Quién demonios era esta prsona?

Lend tomó mi mano.

—¿Tienes idea alguna de qé está pasando?

Sacudí la cabeza. Nunca había visto a alguien que pudiera atravesar una puerta de hadas o navegar los senderos a menos que fueran acompañados por un hada. Incluso uno no podía sltar la mano del hada en los Senderos o estarías perdido por siempre en la infinita oscuridad. Todavía tenía pesadillas sobre estar allí sola.

David, Lend, y yo entramos cautelosamente en el otro cuarto, tensos por un ataque. Pero Jack estaba sentado, tan casual como podía star, sobre el fondo del sofá.

—Jack es de quien he stado tratado de contarte, Evie. —Raquel sonrió presumidad hacia nosotros—. Gracias a él, podemos transportarte a los destinos y desde los lugares con la misma rapidez como un hada. Nunca mas tendrás que trabajar con un hada.

—¿Cómo? —Lo había visto con mis propios ojos, pero todavía seguía sin creerlo. Entonces me di cuenta de algo repentinamente—. ¡Quítate la remera!

—¡No soy esa clase de chico! —Frunció el ceño pensativamente—. Pensándolo bien, ¿por qué no? —Se quitó la camisa sobre la cabeza, revelando un torso flaco que bajo otras circunstancias podría haber provocado admiración, pero hoy solo era mas confuso. Otra vez mas no había absolutamente nada tremulando por debajo. Hasta aquí llegaba mi teoría de que estaba escondiendo algo paranormal bajo sus ropas.

Me ruboricé colérica y miré a Raquel. —¿Qué es él? ¡No veo nada!

—Él no es “nada”. Sólo un chico talentoso.

—Entonces, ¿cómo hizo una puerta? ¿Cómo consiguió atravesar los Senderos?

—Espera, ¿entonces tengo permitido ponerme la camisa? ¿O quieres remover mis pantalones también?
Lend y yo unimos fuerzas en una mirada sombría.

—Solo si quieres que vomite —espeté.

El comunicador de Raquel sltó un pequeño bip y lo sacó, revisando el mensaje.

—Jack, tenemos que irnos. Evie, piensa en mi oferta y hablaremos nuevamente en unos cuantos días. —Ell alzó la vista y me sonrió, esta alcanzando sus severos ojos y haciéndola sorpresivamente encantadora—. Y fue agradable verte de nuevo.

Tiré mis brazos alrededor de ella en un abrazo.

—A ti, también.

—David —dijo ella, su voz mas tirante cuando se volvió a él e hizo un asentimiento con la cabeza. Él le devolvió el asentimiento, sus ojos permaneciendo en ella un poco mas de lo necesario—. Lend.

Lend sacudió su cabeza, mirando hacia un costado con frustración.

Jack saltó fuera del sofá, poniéndose de vuelta la camisa.

—La próxima vez, si lo prefieres, vendré sin una —dijo, sonriéndome. Tomando la mano de Raquel, avanzó camino arriba hacia la pard de la sala de estar y puso una mano sobre él. Por primera vez, su rostro había perdido su aspecto de gallardía y juguetona, y parecía estar esforzándose por la concentración. Bastante ma slento de lo que le tomaría a un hada, el contorno brillante de una puerta se formó sobre la pared, abriéndose a la oscuridad. Raquel y Jack la atravesaron, y se cerró detrás de ellos, sin dejar evidencia de que hubo existido en primer lugar.

Lend se volvió hacia mi.

—Buneo, eso fue interesante. Y una pérdida tiempo. Como sea, ya que estoy aquí, ¿qué dices si mejoramos tu aburrida tarde?

Deseaba poder hacerlo entender que Raquel no solo era mi anterior empleadora—o peor, mi captora, como parecía ver a cualqueira que trabajara para el AICP. Y Jack me confundía al extremo. Pero ese tiempo extra junto a Lend quitó a mi mente rápidamente de esos problemas particulares.

—¿En qué estás pensando?

—¿Qué tal el centro comercial?

—Espera…¿quieres decir el Cento comercial, como en un montón de museos de DC que nos gustaría recorrer y que yo finja que entiendo arte moderno mientras en realidad estoy pensando, mierda, un gremlim pudo haber pintado eso por todo lo que sabemos, o el centro comercial, como en elegir un nuevo par de zapatos, comr comida que es horrible para nosotros e inventar historias de vida para todas las personas que pasamos?

—Puedo ver ahora que debí haber querido decir el segundo.

—Que chico inteligente. —Sonreí y lo acerqué.



—Todavía digo que ese chico era CIA. Espía desde el principio.

Reí, volviendo mi rostro cuando aparcamos en frente del restaurante.

—Lend, él era como cinco pies de nada.

—¡Exactamente! Tú nunca sospecharías de él. Es tranquilo, un chico de aspecto insulso, no parece una amenaza hasta que—BAM. ¡Dile adiós a todos tus secretos de estado!

—Bueno, bien. Era un espía.

—Aunque, deberíamos haber ido a esa película. Creo que algunas explosiones te habrían hecho bien, ayuado a relajarte después de un día difícil.

—No es mi culpa que no tenga permititdo entrar sin un adulto y que te hayas olvidado tu licencia.

Lend puso los ojos en blanco. Mechones plateados entre su cabello casi negro y reí, empujándolo.

—Termínalo. Eso s escalofriante. Además, si pretendes ser viejo para entrarme a escondidas, sería super asqueroso si fingimos estar saliendo o algo así. No mas cabello gris.

—Bien. —Su cabello se estiró en tirabuzones, convirtiéndose en rojo cobrizo.

Reí.

—¡Basta! Alguien te verá.

Sus ojos se pusieron serios y su cabello cambió a su apariencia normal.

—¿Estás segura de que no quieres que me quede? Puedo escaparme de clases mañana si no te sientes bien.

—No es necesario. —Lend nunca faltaba a clases; me encantó que estuviera dispuesto a saltarse las clases por mi, y parte de mi estuvo tentada por la oferta…pero e sentiría demsiado culpable.

Suspiró.

—Tengo laboratorio biológico. ¿En serio te encuentras bien? ¿Nada herido luego de tu caída? ¿Ningún extraño efecto secundario debido a la sílfide?

—Estoy bien.

—Muy bien. Te veré el sábado.

—¿No el viernes a la noche? —Odié el quejido que se deslizó d emi voz. No sería esa clase de novia, la chillona, la latosa que no podía tener una vida sin su novio. Auqnue fuera completamente justificable que quisiera mas que nada pasar cada mnuto de su vida con él. Nop. No esa clase de chica.

—Tengo un proyecto grupal en anatomía de vertebrados, y él único momento en que pudimos acordar hacerlo fue entonces. Dudo que esté terminado lo bastante rápido como para que llegue a una hora decente, y si me quedo en mi dormitorio donde no hay distracciones hermosas y divertidas, puedo terminar mi tarea y ser completamente tuyo todo el fin de semana. Así que a primera hora de la mañana del sábado.

Se inclinó y me besó. Deseé que pudiera derretir lejos su glamour y besarme él mismo, hablarme como él mismo, pero no lo haría debido a si alguien que caminara cerca me viera aliendo con una silueta casi invisible. La desventaja de salir con un elemental mitad humano, mitad agua, supongo.

Echándose hacia atrás mucho antes de lo que quería (el que, enfrentémoslo, podía haber sido varias horas—nunca me cansaba de besarlo), salió y me abrió la puerta. Al segundo que bajé de coche, una extraña brisa helada se envolvió ami alrededor. Todos los pelos de mis brazos se levantaron en respuesta. Estremeciéndome, abracé fuertemente a Lend, ignorando mis magullones.

—No lo hagas, ¿está bien? —susurró.

—¿Hacer qué?

—Trabajar para el AICP de nuevo. Solo…solo no lo hags.

Alcé la vista hacia su rostro.

—¿Y si puedo hacer algo bueno?

—Lo estás haciendo bastante bien siendo tú misma. Me preocupa lo que podría pasarte.

Fruncí el ceño, haciendo un ruido poco definido, el que él pareció tomar como un consentimiento, a juzgar por su sonrisa.

—Te veré el sábado. —Me besó nuevamente y después esperó que subiera las escaleras antes de volver a su auto y alejarse conduciendo.

¿Relaciones a larga distancia? Apestan. Es su mayoría.

Suspirando, entré y atravesé el comedor brillantemente iluminado. David compró On the Hoof hace una década como un frente para su operación oculta paranormal. Proveía trabajos para los paranormales en necesidad y un buen lugar para que todos se reunieran y mantuvieran un seguimiento uno del otro. La decoración era alegre, un tema ligeramente aburrido de los cincuenta. Nona, la administradora, me saludó, su maravilloso glamour rubio flotando sobre la piel de roble marrón y cabello verdoso musgo. Supuestamente, vivía en el apartamento de arriba con Ariana y conmigo, pero realmente ella volvía al bosque en la noche, depositando sus raíces hasta que el sol saliera. Los árboles espirituales—otras species de paranormales que nunca había conocido en el deber de bag-and-tag en AICP. Yo era mas de violencia y caos en ese entonces.

Asentí distraídamente ante los varios regulares, y en su mayoría vampiros y licántropos, notando otro nuevo paranormal que nunca antes había conocido, que hiz a mi corazón doler un poco—ella lucía como un cruce entre Lish y un humano, completa con agallas en su cuello y aletas alineadas en sus pirnas desnudas bajo su glamour. Últimamente habíamos estado viendo cada vez mas especies que ni David ni yo habíamos encontrado jamás.

Ahora que pienso en ello, muchos de los nuevos paranormales que no sean d ela variedad de los licántropos o vampiros había stado visitando a Nona, rondando el comedor o encontrándola en el fondo. Y la sílfide era ciertamente nueva. Quizás Nona podría…

Grité, vitando por un estrecho margen tropezar con el gnomo de cocina, un espécimen particularmente refunfuñón llamado Grnlllll. Al menos, creo que ese era el nombre de ella. O de él. Era difícil decirlo cuando se trataba de gnomos. Quizás esa era la razón por la que ¿ella..él? me odiaba. La mirada parecía bastante femenina, sin embargo.

El deseo de alejarme del ceñudo Grnlllll parció superar mi deseo de hablar con Nona, y me deslicé a través de la puerta de la cocina. Arriba finalmente, me desplomé sobre el sofá floral y descolorido.

—¿Evie?

—Sip.

Arianna brincó en el cuarto, un vaso en su mano. Deliberadamente no miré lo que contenía. Nunca evitaba mirar a Arianna, sin embargo, incluso si su cuerpo muerto y marchito debajo de su glamour (si consideras la piel fenomenalmente blanca y el cabello de punta negro y rojo normal) me ponía nerviosa como todos los vampiros hacían. Hería sus sentimientos, y a pesar de nuestros duros comienzos en la primavera pasada, realmente pienso en ella como una miga. No s como si ella hubiera pedido ser lo que era, y nunca bebió sabgre humana. Además, ella podía ser realmente divertida cuando no me cabreaba.

—¿Gran tarde? —Arianna se sentó en el asiento de dos cuerpos y agarró el control remoto, cambiando la televisión a nuestr programa.

—Eso podría decirse. —Froté mi cadera sensible, preguntándome cuán negro y azul estaría en la mañana.

—Está bien. El perdedor lava los platos por una semana. Apuesto a que Landon y Cheyenne empiezan a salir pero tienen una pelea y rompen al final del episodio.

Tratando de sonar mas entusiasta de lo que me sentía, contesté.

—No, Cheyenne lo rechaza debido a un malentendido, y él empieza a tomar drogas de nuevo.

—estás dentro. —Arianna se inclinó hacia adelante, devorando el drama interpretado en la pantalla en frente de nosotras.

Miré con tristeza el techo, tratando de ignorar la leve sensación de hormigueos en mis dedos. Sabía que debería escuchar a Lend, mantenerme alejada del AICP, ser agradecida por mi normal y aburrida vida. Debo vivir por los fns de semanas, cuando lo veo e ignorar el dolor molesto que siempre me tira desde el fondo de mi mente queno importa cuanto tiempo pase con él, cuanto lo ame, nunca será ralmente mio porque yo soy temporal y él era eterno.

Yo estaba bien. Esto era suficiente. Además, Lend no quería que ayudara al AICP.

Pero Lend no estab aquí, ¿verdad?

Fin de capítulo

viernes, 23 de septiembre de 2011

pretty face (Mary Hogan)




Eso es lo que soy. Una chica graciosa. Una amiga. La novia de... nadie. La chica con la cara bonita.
Hayley desearía amar el vivir en Santa Mónica, a unas cuadras de la playa, donde todos los días- y todas las personas- esta hermoso y soleado. Pero ella simplemente no encaja con las rubias y superdelgadas chicas del sur de California, quiénes tienen cirugías plásticas en un dos por tres. Hayley es inteligente y astuta y tiene una... cara bonita. Traducción: Ni siquiera piensen en ponerle un bikini, mucho menos que salga con el super guapo Drew Tyler. Un bikini nunca le favorecera, y Drew nunca la verá como más que una amiga.
Justo cuando Hayley se siente condenada a la vida de "gorda", sus padres deciden enviarla a Italia en el verano- no por la escuela, no a un campamento de gordos, solo por diversión. Y es así, bajo el sol italiano, donde la visión de Hayley sobre sí misma comienza a cambiar. Ella es curvilínea, no obesa. La pizza no es diabólica. Y la vida es mucho, mucho más de ser una talla cero a la cual le queda todo. Quién sabe? Una vez que Hayley se ve con nueva luz, tal vez la chica con la cara bonita pueda finalmente encontrar un veradadero amore

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miércoles, 21 de septiembre de 2011

capitulo 3- supernaturally


Capítulo 3 Entrevistas de trabajo

Traducido por flochi


Raquel. —La voz de David sonó baja y molesta—. Eve no va a vlver a ser metida en el AICP. ¿Cuál fue el punto de decirls que estaba muerta si vienes aquí seis meses después y quieres que vuelva?

—Te dije que ahora la situación es diferente.

Levanté mi mano nuevamente, canada de que ellos hablaran alrededor de mi.

—Puedo hacerme cargo de esto, gracias. Te extraño, seguro, pero no quiero volver a la AICP. ¡Esterilizabas licántropos! —Ese era uno de los muchos crímenes que había descubierto que la Agencia Internacional de Contención Paranormal cometía en nombre de mantener al mundo mas seguro.

Raquel estrechó la mirada alrededor de sus ojos.

—Esa práctica ya no está vigente. Ya se lo he explicado a David, las cosas han cambiado drásticamente en el tiempo e que tú has estado fuera. Nuestras políticas hacia los paranormales no agresivos han sufrido una grave revisión, incluyendo mayores derechos para los licátropos. Todas y cada una de las eugenesias 1se han eliminado completamente. Hubo muchas equivocaciones en el AICP—todavía la shay—pero tú y yo sabemos cuan bien hace. Y ahora soy una Supervisora, lo que significa que soy quien tiene la plabra final en la mayoría de las políticas.

Doblé ms brazos, frunciendo el ceño.

—No trabajaré con hadas. —No había visto a Ret desde que había venido a visitarme al hospital luego de que liberé las almas, y nunca qise volver a verlo. A él o a cualquier hada escalofriante, manipuladora, amoral, psicótica, inserta-mas-adjetivos-negativos-de-tu-elección-aquí. Especialmente desde el día de hoy, si la sílfide estaba con ellos. No iba a atraer su atención hacia mi al tomarnos de las manos al atravesar los Senderos de las Hadas.

Ella sonrió.

—Entiendo. De hecho, una de mis primeras iniciativas fue la separación gradual del AICP de la dependencia mágica de las hadas. Creo que estarás complacida de descubrir que ahora las usamos en un mero cuarenta por ciento de la cantidad que ants lo hacíamos.

—Cuarenta por ciento, ¿huh? Todavía hay un cien por ciento más que me contentaría.

—Tenemos una manera más eficaz sin interacción alguna con las hadas.

—¿Eficaz haciendo qué?

Ella miró a David, quien frunció el ceño.

—No voy a formar parte de esto.

—Con eso en mente —dijo Raquel, levantando las cejas arrogantemente—, apreciaría si dejas el cuarto. No puedo darle información clasificada a dos personas muertas, después de todo.

Estaba confundida hasta que recordé que David había trabajado para la ahora desaparecida Agencia Paranormal Americana hace dieciocho años mas o menos, momento en el cual fingió su propia muerte para conseguir salir. Esa parecía ser una opción bastante popular por los alrededores. Por supuesto, yo no fingí la mia; Raquel la fabricó en mi lugar, para que no vinieran a buscarme después de desaparecer.

David resopló.

—Parace que te has olvidado qu soy el guardian legal de Evie.

—Y tú pareces olvidar que no hay nada absolutamente legal en su custodia, considerando que todos los documentos fueron falsificados.

—¡No empieces acerca de la legaliad! Una organización internacional que actúa con absoluta impunidad sobre costas americanas, por no mencionar…

La puerta del frente se abrió y Lend corrió al interior. Mi corzón dio un brinco feliz en mi pecho, como lo hacía cada vez que él me sorprendía. Su usual mirada, un bombonazo de abello oscuro y ojos oscuros, resplandeciendo sobre su actual apriencia, la que era como agua en forma humana.

Y absolutamente magnifico.

—¡Evie! –Lanzó sus brazos alrededor d emi, levantando del suelo en un abrazo tan apretado que súbitamente fui conciente de que, de hecho, tenía algunas severos magullones.

Me reí a pesar del dolor, feliz de que al menos tuviera algo de tiempo extra con Lend en todo este lío. Me bajó, sosteniendo la longitud de mi brazo y examinándolo.

—¿Estás bien?

—Solo algunos magullones. Aunque estoy bien, en serio.

—¿Cómo te escapaste?

Oh, mierda.

Raquel y David me lanzaron miradas iguales de perplejidad.

—¿Cómo hiciste para escapar? —preguntó Raquel. En su afán de discutir se descuidaron de preguntarme. Yo lo prefería así.

Mordí mi labio.

—Yo, bueno, ¿estábamos alto? Realmente, realmente alto. Y estaba esta nube extraña, brillante y esta cosa de hadas. No sé a donde me estaba llevando o por qué, y stab tan asustada que hice lo único en lo que pude pensar.

—¿Qué fue? —animó Lend, la preocupación ensombrenciendo su rostro.

Me encogí de hombros, un pequeño y culpable gesto.

—Tomé algo. —Odiando la preocupación de sus ojos, me precipité —. Solo un poco…no lo suficiente para herirlo, en serio, solo bastante para sorprenderlo, y después caímos, y trató de tirarme, pero lo agarré y algunos árboles interrumpieron mi caída. Y después de eso, Monstruo Nuboso estuvo bien, en serio, estaba bien. Solo algo enfadado. Y después salió volando. —No mencioné el errático patrón de vuelo. Probablemente estaba mareado.

Mi historia fue recibida por un silencio mortal. Y repentinamente, en vez de sentirme culpable, estuve realmente enfadada. ¿Quiénes eran ellos para juzgarme? No es como si fuera a ser como Vivian, succionéndole la vida a cada a mi alrededor.

—¡No tenía otras opciones! Deberían estar contentos de que tuve una manera de defenderme a mi misma.

Lend sacudió la cabeza rápidamente, apretando mi mano.

—Lo estoy. En serio. Solo que recuerdo lo que hacer esote hizo a ti antes, y me preocupa que…

—¡No es necesario! Apenas fue nada. Lo juro. —Vivian se había vuelto loca y succionado las almas de cada paranormal qu encontraba, bajo el pretexto de “liberarlos” de este mundo, per en realidad se debió a cómo ellas la hacían sentir. Tener todas esas almas en mi después de que las tomé de ella—por unos cuantos minutos fui inmortal. Era extraño, maravilloso y vertiginoso ser así de poderosa, así de desconectada a la vida mortal. Por un terrible momento estuve tentada a abandonar completamente mi mortaliad…de tomar el alma de Lend lejos de él. No me gustaba mucho pensar en ello.

—¿Todavía está dentro tuyo? —preguntó Lend.

Ni siquiera había echado un vistazo. Un agujero nervioso se formó en mi estómago mientras extendía mis brazos, buscando por algo bajo mi piel. Nada. Pero allí…una diminuta chispa en mi palma. Y después se hubo ido. Probablemente no fue nada. Definitivamente nada.

—Nop —dije con certeza—. No debí haber tomado lo bastante para que tenga un efecto. No puedo ver nada mas que a la normal Evie.

Lend sonrió, tirando de mi para acercarme.

—Nunca has sido normal.

David se aclaró la garganta.

—Bueno entonces, siempre y cuando estés bien, eso es lo mas importante. ¿Por qué ustedes dos no van por algo de comer?

Los labios de Raquel se fruncieron con molestia. Aparentemente poniéndola loca esa cosa padre-hijo por los Pirellos. Lend tenía la misma habilidad para ello.

—No he terminado de hablar con ella —dijo Raquel.

David pareció listo refutar lo contrario, por lo que intervine: —Calma, está bien. Ella puede decirme lo que tenga que decir; ¿Acasó va a doler?

Lend y David fruncieron el ceño de manera igual. No había manera de que Raquel y yo fuéramos capaces de tener una conversación real. Y, a diferencia de Lend y su papá, me gustaba ella. Mucho. Quería saber cómo había estado, decubrir como continuaron las cosas luego de que me fui, cosas como esa. De repente, mi vieja vida estaba sentada en el cuarto junto a mi, y me di cuenta que extrañaba partes de eso.

Lish, especialmente, pero ella se había ido por siempre.

Me giré hacia Lend.

—¿Por qué no vas a ver a tu mamá? Pregúntale si sabe algo de las sílfides.

—¿Sílfides? ¿En serio? —Se parecía a su papá, comprendiendo cuan excitado estaría David sobre esto. O quizás el interés de Lend estaba en el hecho de que era mitad elemental. Me preguntaba cuanto de ese mundo lo llamaba, cuanto quería saber acerca de él y por lo tanto de si mismo.

Meojr no dejarlo preocuparse por ello. Quería que se qudara firmemente sobre este mundo.

—Sip. Entonces, ¿tu mamá? —Me habría ofrecido a ir con él mas tarde, pero la verda era que Cresseda todavía me asustab algo. Los elementales inmortales funcionaban en un plano diferente al nuestro. Hablar uno es como tratar de entender las matemáticas teóricas antes de qua prendas las tablas de multiplicar—acabas dudando incluso si has entendido con qué números se mpezaba.

Era tan extraño pensar que Lend provenía de Cresseda. Era tan humano, tan conectado. Pero eso tendría que desaparecer finalmente. ¿Lentamente dejaría de preocuparle, lentamente se haría mas como su madre, hermoso y extraño y por siempre otro? ¿O simplemente un día se despertaría—renunciando a esta vida por una eterna? ¿Cuánto tiempo faltaría para que fuera como los otros elementales inmortales?

—Es más probable que aparezca para ti —le dijo David a Lend. Miré más allá de él. Era tan bueno para esconder el dolor para su hijo, pero podía verlo escrito en sus hombros bajos.

Por favor, por favor no dejes que esa sea yo algún día.

Lend parecía renuente a dejarme con Raquel, pero asintió.

—Volveré enseguida. —Se apresuró a la puerta.

—Antes de que haya mas distracciones, déjame exponer los términos. —Raquel me condujo al sofá y nos sentamos—. Estarías trabajando para el AICP como una empleada temporal, por contrato.

—¿Qué significa eso?

—significa que trabajas para nosotros porque quieres, y solo en los proyectos que elijas. Si quieres detenerte, te detienes. No tiens que volver al Centro. Te llamaremos cuando te necesitemos. No hay obligación, ni ninguna otra supervisión que no sea la mia. No volverás al AICP, no realmente—simplemente estarás ayudando en algunas cosas en las que tus habilidades sean particularmente adecuadas.

Fruncí el ceño. Estaba dispuesta a admitir que yo no estaba realmente muerta, y que había descubierto una manera en que yo trabjara con ellos sin tener que trabajarpara ellos. El AICP se trataba todo sobre e sontrol. Si iban a renunciar a ello por tener mi visión especial penetrante de glamour de regreso, realmente debían estar cambiando.

—¿Cómo? ¿Qué les has dicho? ¿Te metiste en problemas? —pregunté.

—Cosas mas extrañas que paranormales volviendo de la muerte han pasado. Ya que no hubo “prueba” de que estabas muerta, mi compañeros Supervisores no lo cuestionarán cuando diga que te he encontrado viva. Dejé claro que no te comunicarían con nadie que no fuera yo, y me negué a contactarte hasta que se acordara por unanimidad que serías completamente autónoma, ya no mas clasificada o regulada por el AICP.

—¿No te metiste en problemas?

—Después de la estricta gestión de Abril pasado que resultó en tantas muertes y desapariciones, nadie está e la posición de “meterme en problemas”.

—¿Pero se han puesto de acuero en todo eso? ¿En serio?

Raquel suspiró, uno de necesito vacaciones. —Honestamente, estamos discutiendo. Después que Viv…Después de aquellos desafortunados eventos, estamos severamente faltos de personal. No hemso sido capaces de responder rápida o eficientemente a reportes sobre vampiros o licántropos, nuestras medidas de seguimiento parecen estar fallándonos para paranormales que por lo genral se quedan en un área en specífico, y hay rumores sin confirmar que una colonia de trolls ha tomado un vecindario en Sweden. También… —Ella sonrió—…un poltergeist se ha concentrad en el Centro y nadie es capaz de identificar su ubicación para una exterminación.

—Básicamente, ustedes apestan sin mi. —No pude evitar la sonrisa presumida de mi rostro. Era gratificante saber que, sin mis ojos, el AICP se estaba cayendo a pedazos.

Raquel miró el techo y soltó otro largo suspiro sufrido.

—esa es una manera de ponerlo.

—Esto no es problema de Evie —intercedió David—. Si el AICP se está viniendo abajo, yo diría que es un alivio. —Mis ojs se entrecerraron invluntariamente, la actitud defensiva para con mis viejos empleadores estallando. Seguro, los vampiros aquí estaban autoregulados, pero yo casi había sido asesinada por uno como de ocho años de edad. El resto del mundo no era un refugio paranormal como esta ciudad. Había cosas que eran tenebrosas. Había cosas que eran mortales. Y la mayoría de las peronas no tenía ni la mas mínima idea, lo que significaba que no tenían manera de protegerse a si mismos.

Raquel lo ignoró. —Tus asignaciones serían simples y rápidas. Y como dije, completamente voluntario.

—¿Cómo va a funcionar? Voy a la escuela. —Tan aburrida como era, ncesitaba hcerlo bien. Tenía que cnsegui entrar a Georgetown como Lend.

—Trabajaremos en tu agenda.

—Eso suena sospechosamente a dependientes de los Senderos de las Hadas.

Lend abrió de golpe la puerta de frente, su rostroempañado por la preocupación.

—Ella no vino.

David sacudió la cabeza.

—No siempre puede. No te lo tomes personal. —Eso era interesante ¿Lend no sabía que Cresseda ya no se mostraba a David? Raquel miró repentinamente a Lend y luego a Davir; estaba claro que las ruedas de su cabeza estaban girando, peor no tenía idea de por qué.

Lend frotó una mano sobre su rostro, luego miró a Raquel.

—¿Qué haces aquí, de todos modos?

—Estoy aquí para pedir la ayuda de Evie en algunos proyectos. La tuya también, si estás dispuesto.

David se irguió y la mandíbula de Lend se apretó; incluso su glamour ondeó con ira apenas contenida.

—No lo estamos.

¿Estaba respondiendo por mi? A pesar de que lo amara tanto, ese no era su llamado.

—Lend, ¿puedo hablar contigo?

Levantó sus cejas y me siguió a la cocina. Las alagres paredes amarillas no hicieron mucho por mi le día de hoy. Agarró mi mano, acercándome a él, su ceño profundizándose.

—No estás considerando seriament esto, ¿no? Yo podría haber sido el que ellos encerraron, pero tú eras la que se encontraba prisionera allí. Después de todo lo que has visto, ¿cómo puedes siquiera pensarlo? ¿Y no te parece un poco sospechoso que no hayamos tenio problemas hasta que apareció Raquel?

La ira estalló bruscamente en mi pecho. Seguro, brevemente había pensado lo mismo, pero ella era Raquel. Mi Raquel.

—Ella no haría eso. Estba tan preocupada como tú. Además, ¿qué es lo que stoy haciend aquí? ¿Yendo a clases, trabajando en el restaurante, contando los días hasta que llegue el fin de semana? Al menos con el AICP estaba ayudando a las personas!

—¡Si, ayudando a las personas! ¿Peor a cuántos paranormales estabas hiriendo?

Lágrimas picaron mis ojos. No entendía. Nunca sería capaz de ver mas que maldad en el AICP. Pero ellos me habían llevado, me habían cuidado. Ni siquiera quiero pensar que habría sido sin ellos.

—¿Cuántos paranormales estoy ayudadno ahora mismo, huh? Las cosas han cambiado en el AICP. Puedo ayudar a los paranormales, también, como los licántropos que no saben lo que está sucediendo, o sta colonia de trolls—¡puedo encontrarlos y convencerlos de reubicarse antes de que se meta en problemas!

Lend sacudió la cabeza.

—Podemos hacer eso con papá.

—¡No podemos! ¡No tenemso recursos!

—¿Cómo las hadas?

Odiaba que estuviera usando mi pasado en mi contra. No estaba tan segura de querer trabajar paraRaquel antes, pero de alguna manera su insistencia de que no debería, me estaba empujando directamente a ello. Estaba todo bien y era bueno paraél. Lejos en la universidad, haciendo cosas importantes por su futuro. Un futuro que iba a durar por siempre, aún si él no lo quisiera. Pero yo staba atascada aquí, aburrida y sola, quemándome lentamente sin nada que mostrar.

Estaba luchando por una réplica cuando un brillante contorno de ua puerta de las hadas se escribió en la pared.

Fin de capítulo
Eugenesias1: filosofía social que definde lamejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención.