lunes, 19 de septiembre de 2011

capitulo 2- supernaturally


Capitulo 2
Lecciones de Vuelo

Traducido por luisa1229, flochi y Ximeyrami


Todavía estaba gritando cuando me quedé sin aire. Tragando una respiración, me quedé mirando fijamente el suelo. Zarcillos de nube se desplazaban alrededor mío, no haciendo suficientemente para ocultar el hecho de que el paisaje lleno de arboles estaba demasiado lejos de nosotros.

Reprimí otro grito y miré por mi cintura. Envueltos alrededor de mi había dos brazos que parecían y se sentían terriblemente insustanciales. No tenía idea como algo que parecía tan ligero como la brisa me estaba sosteniendo aquí arriba, pero no podía pensar en eso ahora. Tenía problemas más urgentes. Como a donde me llevaba la nube y por qué. Peor aún, pequeñas chispas volaban a nuestro alrededor y no me agradaban mis probabilidades para evitar la electrocución. Los vellos de mis brazos se erizaron, hormigueando con la energía crepitante a mí alrededor.

Muy, muy malo.

Estaba preparada para despedirme de la Tierra cuando vi a mi pequeña ciudad a nuestros pies y algo se rompió. Esa era mi ciudad. Estaba siendo manipulada por paranormales. Si esta cosa podía tocarme, entonces estaba segura como Hades que podía tocarlo. Y si podía tocarlo…

Cerré mis ojos y respire hondo. Tenía que hacerse. No era debido a que quería hacerlo—esto era cuestión de vida o muerte. Las probabilidades eran que no funcionaria de todos modos. Podría ser una de las Vacías, capaz de succionar las almas hacia afuera de los paranormales, pero solo lo había hecho una vez antes. Y esto era diferente, las almas habían quedado atrapadas y quisieron venir a mí. Esta cosa probablemente no quería darme su energía vital.

Merecía la pena intentarlo. Tiré mi hombro hacia atrás, extendiendo mi mano y puse la palma contra la primera cosa sólida que sentí, rezando que lo que fuera esta criatura nubosa tuviera un pecho.

Me entregué, queriendo que el canal entre mi mano y el alma de Monstruo Nuboso se abriera. Quiero esto, pensé, mi mente gritaba desesperada. Necesito esto.

Mis ojos se abrieron aturdidos, el alma crepitando con un calor seco y cargado, que bajó por mi brazo y entró en m centro, filtrándose hacia afuera hasta que cada parte de mi cuerpo cosquilleaba.

La criatura lanzo un agudo grito de sorpresa y dolor, se echó hacia atrás rompiendo la conexión; mi cabeza daba vueltas, embriagada con el torrente de nuevas y extrañas energías.

Y luego caímos.

Que brillante idea Evie, ve y absorbe la energía de lo que te mantiene a miles de pies de alto en el aire. Pero eso de alguna manera la seguía sosteniendo. Estábamos girando fuera de control pero no caíamos tan rápido como deberíamos haber hecho. Si podíamos llegar hasta el suelo, estaríamos bien.

Me soltó. Grité, y me arrastré agarrando su pie finalmente. Dio un alarido de frustración, dando patadas, pero yo no estaba dispuesta a dejarlo ir. Estábamos juntos en esto. La tierra se alzaba hacia nosotros, una alfombra de arboles naranjas y verdes.

Antes que pudiera prepararme a mi misma, me estrellé contra el dosel, hojas volando a mi alrededor mientras rebotaba en una rama y soltaba los pies de mi nube. Otra rama aporreó mi cadera, ralentizándome lo suficiente que cuando el suelo y finalmente yo nos enredamos entre sí, solo se sintió como si hubiera sido golpeada por un camión.

Cada hueso de mi cuerpo tendría que estar quebrado. De ninguna manera podía doler tanto y tener extremidades sanas. Estaría en un corsé de yeso por el resto de mi vida. Esto iba a complicar los abrazos con Lend. Al menos estaría fuera de la escuela por un tiempo. Y definitivamente estaría fuera del gancho de gimnasia.

Sensaciones eléctricas hormiguearon subiendo y bajando por mi cuerpo, reemplazando el dolor y haciéndome sentir fuerte, como si mis extremidades estuvieran borrosas y desconectadas.

Oh, bleep. Estaba paralizada.

Asustada, salté sobre mis pies, pasando mis manos sobre mi misma horrorizada. Bueno, duh. Si podía hacer esto, probablemente no estaba paralizada. Entonces, ¿por qué me sentía tan rara? ¿Y dónde estaba Monstruo Nuboso?

—¡Cosa horrorosa! —una voz como el viento entre los árboles muertos dijo ásperamente—. ¿Qué me has hecho?

Todavía cubierto de ceñidos zarcillos de nube, la pequeña criatura se arrastró entre la suciedad hacia mi. Aunque se asemejaba a una persona, era delicada—casi infantil. Sus ojos destellaban de un blanco brillante como el rayo, pero el resto de sus rasgos eran borrosos e indistintos; incluso su color coincidía con la palidez de las nubes. Para cualquiera se vería como una parte animada de humo sólido, pero mis ojos penetradores-de glamour lo veían todo.

Di un paso hacia atrás, tratando de no tropezar con las raíces expuestas de los inmensos árboles del tipo de los que amortiguaron mi caída.

—¡Oye, no pedí ser arrancada y llevada volando!

—Me quitó…me quitó una parte de mi. Devuélvelo.

Me apoyé contra el tronco de un árbol. La criatura levitó, irguiéndose y cerniéndose en frente de mi. Diminutos rastros de rayos lo rodearon como una telaraña. Sus extremidades se extendían hacia dentro y fuera de la nube—a veces allí, a veces no—pero había una innegable sensación de poder y fuerza proveniente de eso.

Aquí estaba tan fuera de mi liga. Levanté mi mano y traté de parecer mas brava de lo que me sentía.

—Déjame sola o lo tomaré todo. —Mi voz tembló, parte de miedo, parte anhelo. Mis dedos cosquilleaban, m cuerpo anhelaba. Una probada no era suficiente. Quería el resto.

No, no quería. No podía tenerlo. Ni siquiera lo quería. Yo no era esa persona. Lo devolvería si pudiera, pero no sabía cómo.

Monstruo Nuboso entrecerró sus grandes y brillantes ojos hacia mi. El aire entre nosotros era seco y caliente, cargado con crepitante electricidad. Iba a matarme. Respiré profundamente, preguntándome cuanto dolería, cuando la cosa salió disparada hacia el cielo con una estridente ráfaga de aire. Lo miré mientras subía mas y mas alto, ocasionalmente virando a un lado o perdiendo altitud antes de subir nuevamente. Y luego se había ido.

Dejando salir un tembloroso suspiro de alivio, me apoyé contra el árbol. Cuando fantaseaba acerca de que algo sucediera para hacer mi vida mas emocionante otra vez, no era esto lo que tenía en mente. Claramente olvidé lo que estar involucrada con paranormales—reales e incontrolables paranormales—entraña.

Miedo.

Mas y mas miedo.

Y ahora ni siquiera tenía a Tasey conmigo para consolarme. Di un paso adelante resueltamente, evaluando mi situación. Había tirado mi bolso cuando Monstruo Nuboso me agarró, lo que significa sin celular. Y mientras estaba bastante segura que habíamos estado cerca de casa cuando caímos del cielo, quién sabría cuan alejada del curso nuestra caída habíamos quedado? Aún así, ¿cuán grande podía ser un bosque en medio de Virginia?

Sin duda alguna estaba a punto de averiguarlo.

Para el momento que alcancé una calle una hora más tarde, estaba cansada, sudada, y deprimida. ¿Cuáles eran los posibilidades de que Raquel apareciera al tiempo exacto en que un paranormal trató de raptarme? ¿A qué estaba jugando, fingiendo que me dejaba libre de AICP y después volviendo por mi? Lo encontré difícil de creer que su objetivo haya sido atraerme fuera de la escuela para que Monstruo Nuboso pudiera agarrarme, pero parecía la explicación más probable. La idea de que Raquel—quien había sido como una madre para mi durante mis años en el Centro—hiciera algo como eso rompió mi corazón.

Bien, pensé. Si el AICP quería jugar así, entonces así sería. Estiré mi mano y sonreí, algo despiadada y presumida. Podía cuidar de mi misma ahora.

Me estremecí, sacudiendo mi mano para deshacerme de los hormigueos. No. yo nunca haría eso de nuevo. Aunque, me gustaría demasiado.

Mi brújula interna tenía mejor crédito que el que le di, porque me las arreglé para tomar la dirección correcta en la calle. Prácticamente llorando con alivio vi la desviación a la casa de Lend. Mi vieja casa, antes de que él se mudara y yo me instalara con Arianna para evitar la incomodidad de vivir con el padre de mi novio. Enfrenté el largo, sinuoso camino e irrumpí a través de la puerta dentro de la sala de estar.

Raquel estaba sentada en el sofá.

—¿Qué mierda? —grité.

Ella se puso de pie de un alto y me sujetó antes de que pudiera pensar en bloquearla. Me tensé. Y luego me di cuenta que ella estaba abrazándome.

—¡No te he visto en meses y vas y eres secuestrada por la primer cosa! ¡Pensé que estabas tratando de ser normal! — Ella se retiró, mirándome con lágrimas en los ojos.

—¿Quieres decir que no mandaste esa cosa?

—¡Por Dios no!

—¿Qué era?

David tropezó dentro de la habitación, un teléfono en su mano y una aliviada mirada en su rostro.

—¡Estás bien!

—¿Con la excepción de ser secuestrada por una nube viviente y caer miles de pies hasta el suelo? Si, estoy estupenda.

—¡Entonces era una síilfide! —señaló David triunfante a Raquel—. ¡Te dije que existían!

Los labios de Raquel se tensaron, y eso fue todo lo que ella pudo hacer para retener un suspiro.

—Sí, parecería que tu estabas en lo correcto.

—Wow. —David pasó sus manos a través de su grueso y oscuro cabello, sus ojos se iluminaron con excitación—. Wow. Una silfide. ¡Creo que ese es el primer contacto alguna vez confirmado!

Levanté mi mano.

—Umm, ¿hola? ¿Chica que fue secuestrada por lo que se dice sílfide? ¿Alguien quiere ponerme al corriente sobre qué es y por qué decidió darme un recorrido aéreo de nuestro magnífico estado?

—Las silfides son elementales de aire. —Raquel habló rápido, lanzándole una mirada perturbada a David, como si quisiera probar que aunque no creía en ellos, aún sabía más que él—. Se piensa que están lejanamente relacionados con las hadas. Era comúnmente creído que ellas nunca tampoco existieron o simplemente habían cesado de ser, pero es porque una sílfide nunca tocaría voluntariamente el suelo, de esa manera haciendo imposible encontrar uno y buscarlos una enorme pérdida de tiempo. —Ella lanzó otra de esas miradas a David.

—Oh, vamos, solo porque mi especialidad eran elementales y tú te enfocaste en paranormales comunes como unicornios y duendes. —David me guiño un ojo como si yo estuviera de alguna manera en esta broma—. Ella siempre ha estado celosa que yo conozco a todos los geniales.

Ahora yo era la que estaba reteniendo un irritante suspiro.

—Elemental de aire, entendí. Genial. Ahora, ¿alguien sabe por qué? ¿Dijiste que ellos estaban familiarizados con las hadas quizá? — Toda mi irritación comprimida dentro de una bola de miedo. No quería al reino de las hadas de regreso en mi vida.

Tampoco que alguno de ellos dijera algo. Luego Raquel se aclaró la garganta, su voz forzada.

—Siempre podríamos preguntar a Cresseda si sabe algo. —Ella dijo “Cresseda”—la madre de Lend y la habitante del elemental de agua—con un extraño énfasis.

—No, en realidad, no podemos. —David arrastró sus pies en la alfombra—. Yo no he sido capaz de traerla a la superficie por unos cuantos meses. Desde que Lend se mudó. —Su voz era suave, pero el dolor subyacente a sus palabras era obvio. Quería abrazarlo. Ya era demasiado malo que se enamorara de una ninfa inmortal del agua, peor aun que ella solo se mantuviera humana con él por un año. Pero ahora ella, ¿lo abandonaba por completo porque Lend se fue? No podía imaginar el dolor.

En realidad, Lo podía imaginar. Frecuentemente lo imaginaba. Algunos días era todo lo que podía hacer para no imaginarlo. Ser la mortal en un dúo mortal/inmortal era algo que entendía demasiado bien.

Aunque todavía no le había dicho a Lend que él nunca iba a morir. El pensamiento de que él quizá abandonara esta vida—la de aquí, sin mi—para deducir como ser un inmortal me aterraba. Aunque se lo diría. Pronto. En breve.

Con el tiempo.

Raquel se enderezó, pareciendo complacida.

—Bien entonces, esto es algo con lo que puedo ayudar. Voy a buscar todos mis descubrimientos de elementales de aire. Es extraño que se mostrara ahora, especialmente teniendo en cuenta las recientes agitaciones en las poblaciones elementales. Vamos a descubrirlo. Pero eso no es por lo que estoy aquí.

Fruncí el ceño.

—¿Exactamente porque estás aquí?

—El AICP necesita tu ayuda.

Fin de capítulo

No hay comentarios:

Publicar un comentario