miércoles, 21 de septiembre de 2011

capitulo 3- supernaturally


Capítulo 3 Entrevistas de trabajo

Traducido por flochi


Raquel. —La voz de David sonó baja y molesta—. Eve no va a vlver a ser metida en el AICP. ¿Cuál fue el punto de decirls que estaba muerta si vienes aquí seis meses después y quieres que vuelva?

—Te dije que ahora la situación es diferente.

Levanté mi mano nuevamente, canada de que ellos hablaran alrededor de mi.

—Puedo hacerme cargo de esto, gracias. Te extraño, seguro, pero no quiero volver a la AICP. ¡Esterilizabas licántropos! —Ese era uno de los muchos crímenes que había descubierto que la Agencia Internacional de Contención Paranormal cometía en nombre de mantener al mundo mas seguro.

Raquel estrechó la mirada alrededor de sus ojos.

—Esa práctica ya no está vigente. Ya se lo he explicado a David, las cosas han cambiado drásticamente en el tiempo e que tú has estado fuera. Nuestras políticas hacia los paranormales no agresivos han sufrido una grave revisión, incluyendo mayores derechos para los licátropos. Todas y cada una de las eugenesias 1se han eliminado completamente. Hubo muchas equivocaciones en el AICP—todavía la shay—pero tú y yo sabemos cuan bien hace. Y ahora soy una Supervisora, lo que significa que soy quien tiene la plabra final en la mayoría de las políticas.

Doblé ms brazos, frunciendo el ceño.

—No trabajaré con hadas. —No había visto a Ret desde que había venido a visitarme al hospital luego de que liberé las almas, y nunca qise volver a verlo. A él o a cualquier hada escalofriante, manipuladora, amoral, psicótica, inserta-mas-adjetivos-negativos-de-tu-elección-aquí. Especialmente desde el día de hoy, si la sílfide estaba con ellos. No iba a atraer su atención hacia mi al tomarnos de las manos al atravesar los Senderos de las Hadas.

Ella sonrió.

—Entiendo. De hecho, una de mis primeras iniciativas fue la separación gradual del AICP de la dependencia mágica de las hadas. Creo que estarás complacida de descubrir que ahora las usamos en un mero cuarenta por ciento de la cantidad que ants lo hacíamos.

—Cuarenta por ciento, ¿huh? Todavía hay un cien por ciento más que me contentaría.

—Tenemos una manera más eficaz sin interacción alguna con las hadas.

—¿Eficaz haciendo qué?

Ella miró a David, quien frunció el ceño.

—No voy a formar parte de esto.

—Con eso en mente —dijo Raquel, levantando las cejas arrogantemente—, apreciaría si dejas el cuarto. No puedo darle información clasificada a dos personas muertas, después de todo.

Estaba confundida hasta que recordé que David había trabajado para la ahora desaparecida Agencia Paranormal Americana hace dieciocho años mas o menos, momento en el cual fingió su propia muerte para conseguir salir. Esa parecía ser una opción bastante popular por los alrededores. Por supuesto, yo no fingí la mia; Raquel la fabricó en mi lugar, para que no vinieran a buscarme después de desaparecer.

David resopló.

—Parace que te has olvidado qu soy el guardian legal de Evie.

—Y tú pareces olvidar que no hay nada absolutamente legal en su custodia, considerando que todos los documentos fueron falsificados.

—¡No empieces acerca de la legaliad! Una organización internacional que actúa con absoluta impunidad sobre costas americanas, por no mencionar…

La puerta del frente se abrió y Lend corrió al interior. Mi corzón dio un brinco feliz en mi pecho, como lo hacía cada vez que él me sorprendía. Su usual mirada, un bombonazo de abello oscuro y ojos oscuros, resplandeciendo sobre su actual apriencia, la que era como agua en forma humana.

Y absolutamente magnifico.

—¡Evie! –Lanzó sus brazos alrededor d emi, levantando del suelo en un abrazo tan apretado que súbitamente fui conciente de que, de hecho, tenía algunas severos magullones.

Me reí a pesar del dolor, feliz de que al menos tuviera algo de tiempo extra con Lend en todo este lío. Me bajó, sosteniendo la longitud de mi brazo y examinándolo.

—¿Estás bien?

—Solo algunos magullones. Aunque estoy bien, en serio.

—¿Cómo te escapaste?

Oh, mierda.

Raquel y David me lanzaron miradas iguales de perplejidad.

—¿Cómo hiciste para escapar? —preguntó Raquel. En su afán de discutir se descuidaron de preguntarme. Yo lo prefería así.

Mordí mi labio.

—Yo, bueno, ¿estábamos alto? Realmente, realmente alto. Y estaba esta nube extraña, brillante y esta cosa de hadas. No sé a donde me estaba llevando o por qué, y stab tan asustada que hice lo único en lo que pude pensar.

—¿Qué fue? —animó Lend, la preocupación ensombrenciendo su rostro.

Me encogí de hombros, un pequeño y culpable gesto.

—Tomé algo. —Odiando la preocupación de sus ojos, me precipité —. Solo un poco…no lo suficiente para herirlo, en serio, solo bastante para sorprenderlo, y después caímos, y trató de tirarme, pero lo agarré y algunos árboles interrumpieron mi caída. Y después de eso, Monstruo Nuboso estuvo bien, en serio, estaba bien. Solo algo enfadado. Y después salió volando. —No mencioné el errático patrón de vuelo. Probablemente estaba mareado.

Mi historia fue recibida por un silencio mortal. Y repentinamente, en vez de sentirme culpable, estuve realmente enfadada. ¿Quiénes eran ellos para juzgarme? No es como si fuera a ser como Vivian, succionéndole la vida a cada a mi alrededor.

—¡No tenía otras opciones! Deberían estar contentos de que tuve una manera de defenderme a mi misma.

Lend sacudió la cabeza rápidamente, apretando mi mano.

—Lo estoy. En serio. Solo que recuerdo lo que hacer esote hizo a ti antes, y me preocupa que…

—¡No es necesario! Apenas fue nada. Lo juro. —Vivian se había vuelto loca y succionado las almas de cada paranormal qu encontraba, bajo el pretexto de “liberarlos” de este mundo, per en realidad se debió a cómo ellas la hacían sentir. Tener todas esas almas en mi después de que las tomé de ella—por unos cuantos minutos fui inmortal. Era extraño, maravilloso y vertiginoso ser así de poderosa, así de desconectada a la vida mortal. Por un terrible momento estuve tentada a abandonar completamente mi mortaliad…de tomar el alma de Lend lejos de él. No me gustaba mucho pensar en ello.

—¿Todavía está dentro tuyo? —preguntó Lend.

Ni siquiera había echado un vistazo. Un agujero nervioso se formó en mi estómago mientras extendía mis brazos, buscando por algo bajo mi piel. Nada. Pero allí…una diminuta chispa en mi palma. Y después se hubo ido. Probablemente no fue nada. Definitivamente nada.

—Nop —dije con certeza—. No debí haber tomado lo bastante para que tenga un efecto. No puedo ver nada mas que a la normal Evie.

Lend sonrió, tirando de mi para acercarme.

—Nunca has sido normal.

David se aclaró la garganta.

—Bueno entonces, siempre y cuando estés bien, eso es lo mas importante. ¿Por qué ustedes dos no van por algo de comer?

Los labios de Raquel se fruncieron con molestia. Aparentemente poniéndola loca esa cosa padre-hijo por los Pirellos. Lend tenía la misma habilidad para ello.

—No he terminado de hablar con ella —dijo Raquel.

David pareció listo refutar lo contrario, por lo que intervine: —Calma, está bien. Ella puede decirme lo que tenga que decir; ¿Acasó va a doler?

Lend y David fruncieron el ceño de manera igual. No había manera de que Raquel y yo fuéramos capaces de tener una conversación real. Y, a diferencia de Lend y su papá, me gustaba ella. Mucho. Quería saber cómo había estado, decubrir como continuaron las cosas luego de que me fui, cosas como esa. De repente, mi vieja vida estaba sentada en el cuarto junto a mi, y me di cuenta que extrañaba partes de eso.

Lish, especialmente, pero ella se había ido por siempre.

Me giré hacia Lend.

—¿Por qué no vas a ver a tu mamá? Pregúntale si sabe algo de las sílfides.

—¿Sílfides? ¿En serio? —Se parecía a su papá, comprendiendo cuan excitado estaría David sobre esto. O quizás el interés de Lend estaba en el hecho de que era mitad elemental. Me preguntaba cuanto de ese mundo lo llamaba, cuanto quería saber acerca de él y por lo tanto de si mismo.

Meojr no dejarlo preocuparse por ello. Quería que se qudara firmemente sobre este mundo.

—Sip. Entonces, ¿tu mamá? —Me habría ofrecido a ir con él mas tarde, pero la verda era que Cresseda todavía me asustab algo. Los elementales inmortales funcionaban en un plano diferente al nuestro. Hablar uno es como tratar de entender las matemáticas teóricas antes de qua prendas las tablas de multiplicar—acabas dudando incluso si has entendido con qué números se mpezaba.

Era tan extraño pensar que Lend provenía de Cresseda. Era tan humano, tan conectado. Pero eso tendría que desaparecer finalmente. ¿Lentamente dejaría de preocuparle, lentamente se haría mas como su madre, hermoso y extraño y por siempre otro? ¿O simplemente un día se despertaría—renunciando a esta vida por una eterna? ¿Cuánto tiempo faltaría para que fuera como los otros elementales inmortales?

—Es más probable que aparezca para ti —le dijo David a Lend. Miré más allá de él. Era tan bueno para esconder el dolor para su hijo, pero podía verlo escrito en sus hombros bajos.

Por favor, por favor no dejes que esa sea yo algún día.

Lend parecía renuente a dejarme con Raquel, pero asintió.

—Volveré enseguida. —Se apresuró a la puerta.

—Antes de que haya mas distracciones, déjame exponer los términos. —Raquel me condujo al sofá y nos sentamos—. Estarías trabajando para el AICP como una empleada temporal, por contrato.

—¿Qué significa eso?

—significa que trabajas para nosotros porque quieres, y solo en los proyectos que elijas. Si quieres detenerte, te detienes. No tiens que volver al Centro. Te llamaremos cuando te necesitemos. No hay obligación, ni ninguna otra supervisión que no sea la mia. No volverás al AICP, no realmente—simplemente estarás ayudando en algunas cosas en las que tus habilidades sean particularmente adecuadas.

Fruncí el ceño. Estaba dispuesta a admitir que yo no estaba realmente muerta, y que había descubierto una manera en que yo trabjara con ellos sin tener que trabajarpara ellos. El AICP se trataba todo sobre e sontrol. Si iban a renunciar a ello por tener mi visión especial penetrante de glamour de regreso, realmente debían estar cambiando.

—¿Cómo? ¿Qué les has dicho? ¿Te metiste en problemas? —pregunté.

—Cosas mas extrañas que paranormales volviendo de la muerte han pasado. Ya que no hubo “prueba” de que estabas muerta, mi compañeros Supervisores no lo cuestionarán cuando diga que te he encontrado viva. Dejé claro que no te comunicarían con nadie que no fuera yo, y me negué a contactarte hasta que se acordara por unanimidad que serías completamente autónoma, ya no mas clasificada o regulada por el AICP.

—¿No te metiste en problemas?

—Después de la estricta gestión de Abril pasado que resultó en tantas muertes y desapariciones, nadie está e la posición de “meterme en problemas”.

—¿Pero se han puesto de acuero en todo eso? ¿En serio?

Raquel suspiró, uno de necesito vacaciones. —Honestamente, estamos discutiendo. Después que Viv…Después de aquellos desafortunados eventos, estamos severamente faltos de personal. No hemso sido capaces de responder rápida o eficientemente a reportes sobre vampiros o licántropos, nuestras medidas de seguimiento parecen estar fallándonos para paranormales que por lo genral se quedan en un área en specífico, y hay rumores sin confirmar que una colonia de trolls ha tomado un vecindario en Sweden. También… —Ella sonrió—…un poltergeist se ha concentrad en el Centro y nadie es capaz de identificar su ubicación para una exterminación.

—Básicamente, ustedes apestan sin mi. —No pude evitar la sonrisa presumida de mi rostro. Era gratificante saber que, sin mis ojos, el AICP se estaba cayendo a pedazos.

Raquel miró el techo y soltó otro largo suspiro sufrido.

—esa es una manera de ponerlo.

—Esto no es problema de Evie —intercedió David—. Si el AICP se está viniendo abajo, yo diría que es un alivio. —Mis ojs se entrecerraron invluntariamente, la actitud defensiva para con mis viejos empleadores estallando. Seguro, los vampiros aquí estaban autoregulados, pero yo casi había sido asesinada por uno como de ocho años de edad. El resto del mundo no era un refugio paranormal como esta ciudad. Había cosas que eran tenebrosas. Había cosas que eran mortales. Y la mayoría de las peronas no tenía ni la mas mínima idea, lo que significaba que no tenían manera de protegerse a si mismos.

Raquel lo ignoró. —Tus asignaciones serían simples y rápidas. Y como dije, completamente voluntario.

—¿Cómo va a funcionar? Voy a la escuela. —Tan aburrida como era, ncesitaba hcerlo bien. Tenía que cnsegui entrar a Georgetown como Lend.

—Trabajaremos en tu agenda.

—Eso suena sospechosamente a dependientes de los Senderos de las Hadas.

Lend abrió de golpe la puerta de frente, su rostroempañado por la preocupación.

—Ella no vino.

David sacudió la cabeza.

—No siempre puede. No te lo tomes personal. —Eso era interesante ¿Lend no sabía que Cresseda ya no se mostraba a David? Raquel miró repentinamente a Lend y luego a Davir; estaba claro que las ruedas de su cabeza estaban girando, peor no tenía idea de por qué.

Lend frotó una mano sobre su rostro, luego miró a Raquel.

—¿Qué haces aquí, de todos modos?

—Estoy aquí para pedir la ayuda de Evie en algunos proyectos. La tuya también, si estás dispuesto.

David se irguió y la mandíbula de Lend se apretó; incluso su glamour ondeó con ira apenas contenida.

—No lo estamos.

¿Estaba respondiendo por mi? A pesar de que lo amara tanto, ese no era su llamado.

—Lend, ¿puedo hablar contigo?

Levantó sus cejas y me siguió a la cocina. Las alagres paredes amarillas no hicieron mucho por mi le día de hoy. Agarró mi mano, acercándome a él, su ceño profundizándose.

—No estás considerando seriament esto, ¿no? Yo podría haber sido el que ellos encerraron, pero tú eras la que se encontraba prisionera allí. Después de todo lo que has visto, ¿cómo puedes siquiera pensarlo? ¿Y no te parece un poco sospechoso que no hayamos tenio problemas hasta que apareció Raquel?

La ira estalló bruscamente en mi pecho. Seguro, brevemente había pensado lo mismo, pero ella era Raquel. Mi Raquel.

—Ella no haría eso. Estba tan preocupada como tú. Además, ¿qué es lo que stoy haciend aquí? ¿Yendo a clases, trabajando en el restaurante, contando los días hasta que llegue el fin de semana? Al menos con el AICP estaba ayudando a las personas!

—¡Si, ayudando a las personas! ¿Peor a cuántos paranormales estabas hiriendo?

Lágrimas picaron mis ojos. No entendía. Nunca sería capaz de ver mas que maldad en el AICP. Pero ellos me habían llevado, me habían cuidado. Ni siquiera quiero pensar que habría sido sin ellos.

—¿Cuántos paranormales estoy ayudadno ahora mismo, huh? Las cosas han cambiado en el AICP. Puedo ayudar a los paranormales, también, como los licántropos que no saben lo que está sucediendo, o sta colonia de trolls—¡puedo encontrarlos y convencerlos de reubicarse antes de que se meta en problemas!

Lend sacudió la cabeza.

—Podemos hacer eso con papá.

—¡No podemos! ¡No tenemso recursos!

—¿Cómo las hadas?

Odiaba que estuviera usando mi pasado en mi contra. No estaba tan segura de querer trabajar paraRaquel antes, pero de alguna manera su insistencia de que no debería, me estaba empujando directamente a ello. Estaba todo bien y era bueno paraél. Lejos en la universidad, haciendo cosas importantes por su futuro. Un futuro que iba a durar por siempre, aún si él no lo quisiera. Pero yo staba atascada aquí, aburrida y sola, quemándome lentamente sin nada que mostrar.

Estaba luchando por una réplica cuando un brillante contorno de ua puerta de las hadas se escribió en la pared.

Fin de capítulo
Eugenesias1: filosofía social que definde lamejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención.

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