lunes, 10 de octubre de 2011

capitulo 12- 13 supernaturally


Capitulo12

REUNIONES MORTALES


Traducido por Kazenbrr.


En la completa oscuridad, lo único que sentía eran las siniestras 8 patas de la araña sobre mi brazo. “Tú morirás en esta habitación.” Una voz murmuro en mi oído. No sería la primera en hacerlo. Mi pecho se contrajo cuando pensé en los últimos momentos de Lish. ¿Estaba asustada? ¿Sufrió?

Las luces volvieron a encenderse, revelando que mi cuerpo entero estaba cubierto de arañas viuda negra.

“¡Oh, deja de molestar!” Grite, poniéndome de pie. Estoy segura que me hubiera asustado, incluso aterrorizado, de no ser por que podía ver a través de los pequeños arácnidos.

Las ilusiones de los poltergeists son una combinación de glamour y manipulación de las corrientes de aire para crear la ilusión de sensación. Un muy buen truco, en serio.

Hubo una pausa y las arañas desaparecieron, remplazadas por un viento chillante. Sangre empezó a salir por las comisuras entre la pared y el techo, escurriendo justo enfrente de mi rostro. Estire mi mano y deje que la ilusión de sangre pasara a través de mi mano. “¿Tal vez deberías usar jarabe y pintura roja para la próxima vez?”

Un gemido bajo hizo eco en la habitación, la cual procedió a prenderse en llamas, llamas que chillaban mientras devoraban las paredes a mi alrededor.

“¿Ya terminaste?” Porque esto es muy impresionante, pero es noche de escuela y tengo tarea por hacer.”

Las llamas desaparecieron, dejando la habitación tan prístina y vacía como antes. “Te matare.” Las voz dijo, y algo en ella despertó mi memoria.

“¿Steve?”

El aire centello un momento en frente de mi, para revelar la imagen translucida de – si, Steve el vampiro. O al menos, lo que solía ser Steve el Vampiro. Considerando que esta vez si estaba muerto en vez de “no vivo”, técnicamente ya no era un vampiro.

El me hizo una mueca, “No eres divertida.”

“Aguafiestas extraordinaria, esa soy yo. ¿Qué haces aquí?”

“¿Qué parece que estoy haciendo?” Él levanto sus manos, las cuales se prendieron en llamas.

“Se ven como trucos de fiesta baratos. En serio, la ultima vez que te vi-“

La ultima vez que lo vi, el estaba tan enojado por que lo había traído al Centro que había mordido a Raquel, sabiendo que esto desencadenaría en una inyección de agua bendita que lo mataría. De nuevo. Permanentemente.

Sus ojos se llenaron de ira, “Me da gusto ver que me recuerdas.”

“Claro que si. Pero, ¿por qué sigues aquí?”

“Los voy a hacer pagar. A todos ellos. Maldecirán el día que me trajeron a esta prisión.” Steve siempre había tenido un aire dramático. El debió haber levantado un puño fantasmal en el aire, le hubiera dado más efecto.

Yo me senté de nuevo, recargándome contra la puerta. “Muy bien.”

“¿No vas a tratar de exorcizarme?”

“No. No es mi departamento.”

“Oh,” el se modio el labio – o, al menos, lo intento, pero fallo debido al hecho de ser incorpóreo. “Bueno, ¿Ahora que?”

“Oh, ¿Puedes hacer que parezca que hay insectos explotando de mi piel?”

Él se dejo caer unos centímetros, “¿En serio?”

“Podría ser divertido, ¿No? Si quieres, hasta pretenderé estar asustada.”

“No es lo mismo si estas fingiendo.” Él descendió un poco más, hasta que estuvo a mi altura, lo cual dejo casi la mitad de él debajo del piso, pero no pareció notarlo.

“Lo siento, no puedo evitarlo.”

Nos sentamos así por un momento, Steve cambiando de posición como si no pudiera acomodar su cuerpo etéreo.

“Tengo una pregunta.” Dije, finalmente rompiendo el silencio.

Él se animo, “¿Qué?”

“No lo entiendo. Digo, tu odiabas la idea de este lugar, ¿no? Cometiste una tontería solo para evitar que te encerraran aquí por unos cuantos días.”

“Sí, ¿y?”

“No entiendo por que, después de todo eso, elegirías pasar tu eternidad aquí.”

Sus ojos se desenfocaron, la silueta de su cuerpo borrándose un poco, “Yo – Ellos necesitan – Los estoy haciendo pagar.”

“Seguro, lo entiendo. Pero, aparte de darles pesadillas y ser una molestia, no puedes hacer nada ¿o sí? Todo lo que has hecho es atraparte mas efectivamente de lo que ellos hubieran podido hacerlo.”

Sus hombros colapsaron. Pobre sujeto. Yo seguía arruinando sus vidas después de la muerte. Intente darle una palmada en la espalda, pero me detuve. Probablemente lo haría sentir peor si mi mano pasara a través de él. “No te preocupes al respecto. No estas realmente atrapado aquí, después de todo.” Agite mi mano cerca de su hombro en una forma que esperaba fuera reconfortante.

Él ya estaba empezando a perder definición. No es fácil quedarse aquí una vez que has muerto, y si les quitas la voluntad para embrujar, usualmente simplemente desaparecen hacía donde deberían estar.

Donde sea que eso sea.

Pero la mayoría de la gente no puede soportar el quedarse lo suficiente como para localizar el lugar exacto para hacer un exorcismo, o, en este caso, una conversación. Por eso era que yo siempre estaba en servicio cuando había poltergeist en AICP.

Steve asintió. Sus extremidades ya se estaban desvaneciendo. “Tienes razón. Ya es hora de que le de una oportunidad a estar muerto.”

“¡Ese es el espíritu!” Le sonreí para darle animo.

“Gracias. Al menos uno de nosotros será libre de esta pesadilla.”

“Oh, yo-“ Iba a explicarle que yo era libre ahora, y que era mi elección estar aquí esta noche – al menos en parte, ya que Jack no me había dado oportunidad de negarme – y honestamente, yo tenía muchos sentimientos encontrados al respecto, y no estaba segura que decirle a Steve, aparte de que no era una prisionera aquí, ni siquiera un empleado, así que él no debería asumir….

Pero antes de que pudiera formar un pensamiento coherente, él había desaparecido. Para siempre, esta vez. Eso espero.

“Adiós, Steve.” Suspiré en la habitación vacía.

Permanecí sentada ahí por unos segundos mas, pero estar sola aquí era mucho más aterrador que cualquier embrujo podía ser. Esta habitación no necesitaba drama para darme pesadillas. Me levante rápidamente, espere a que la puerta se abriera y salí al pasillo.

“¿Raquel?” El pasillo estaba vacío. Genial.

Camine hacía su oficina, perdida pensando en Lish, y en el pobre de Steve, y en todas las otras almas que había sacado de esta vida, algunas literalmente. ¿a dónde iban? ¿Steve iría al mismo lugar que Lish? Y ¿sería al vampiro Steve o el Steve normal? ¿Qué le pasaba a las almas cuando dejaban sus cuerpos humanos y se convertía en vampiros? ¿Y luego cuando el cuerpo del vampiro moría?”

Hola, dolor de cabeza.

Suspiré y puse mi mano sobre la puerta. Solo cuando no se abrió, mire hacía arriba y me di cuenta que había llegado, inconsciente mente, a mi antigua unidad.

Mire la puerta confundida. Se sentía como si una parte de la antigua mi, la vieja Evie, se separaría del resto , sonreiría y me saludaría, y luego cruzaría la puerta y se acostará en el sillón purpura. En vez de eso, toda yo se quedo en la puerta, negada a la vida con la que según yo ya no quería tener nada que ver.

Muchas veces había pensado en cosas – cosas reales – que había dejado atrás. Un par de tacones rojos en particular, me perseguían. Ahora, de hecho tenía escusas para usarlos, y estaban atrapados en mi antigua unidad. Incluso había compuesto una lista en mi cabeza, de todas las cosas que tomaría de mi habitación si alguna vez tenía la oportunidad.

Pero, no podía entrar, no podía regresar. No pensé que quisiera hacerlo. La unidad era una tumba para la Evie que había vivido ahí, sin darse cuenta de lo complejo que era el mundo a su alrededor, sin idea de quien era en realidad. Yo no quería nada de ella.

Me di la vuelta y cuidadosamente camine hacía la oficina de Raquel. Necesitaba salir de aquí. Ahora. La claustrofobia había regresado con venganza, y el repentino ataque de pánico – gracias al hecho de darme cuenta que no podía salir a menos que ellos me dejaran – hacía que me fuera difícil respirar. Di la vuelta en una esquina y casi choco con Jack, quien parecía igualmente sorprendido de verme.

“Oh, Evie, parece que has visto un fantasma.”

“Ha, ha.” Me sentía agotada, vacía. Quería irme a casa. “¿Esta Raquel en su oficina?”

“¿Cómo lo sabía yo?”

“¿No estabas ahí, justo ahora?”

“No.”

“Okay.”

“¿Evie?” Me di la vuelta, aliviada de oír la voz de Raquel a mis espaldas. “¿Cómo te fue?”

“El Centro esta oficialmente No Embrujado.” Al menos, no por poltergeists. Si las memorias fueran fantasmas, este lugar probablemente tenía millones de ellos. Y ahora, yo también los tenía. “¿Puedo irme ahora?” Estoy muy cansada.”

“Claro. Jack, si fueras tan-“

Fuimos interrumpidos por una puerta que se formo en la pared junto a nosotros. Una hada alta, con cabello de color blanco puro y piel de color de un durazno maduro, salió de la puerta. “¡Tú!” Su voz sonó como metal frío en el pasillo.

Yo salte, “Yo no-“

“Yo no lo hice.” Jack gritó, interrumpiéndome. Lo mire sorprendida. ¿Acaso el pensaba que el hada estaba tras el?”

Ella tomo un paso en nuestra dirección. Jack se dio la vuelta, corriendo por el pasillo y deslizándose para darle vuelta a la esquina, dejando a Raquel y a mi con el hada. Por la forma que sus ojos azul cobalto lo seguían, me pregunte si realmente estaba tras el.

Pero a quien engañaba, con las hadas siempre se trata de mi.

Raquel se recupero más rápido que yo. Busco en el bolsillo de su traje y saco un pequeño cilindro de hierro. Con una buena flexión de su muñeca, sacó una especie de bastón de el. “Te sugiero que te vayas.”

El hada la miro con frialdad, luego retrocedió por la puerta y fuera del Centro. Mire a Raquel sorprendida, “¡Santo Beep! Raquel, fuiste una total-“

“Por favor, no termines esa frase.” Ella regreso el bastón a su tamaño más pequeño y lo guardo en su chaqueta. “Ahora, ¿tienes alguna idea de que se trata eso?”

Negué con la cabeza, “No. Reth me visito la otra noche, pero no trato de secuéstrame otra vez.” Bueno, casi no lo intento. ¿O lo había hecho? Estúpido Reth. “ Pero con esto son tres – el silfide, Reth y esa hada. Y parece que hay muchos más paranormales inusuales llegando al pueblo.” Recordé la mujer de niebla en la bata de casa. No era solo que fueran extraños, sino que me estaban notando. Estaban interesados en mi. Mordí mi labio, nerviosa de repente. Era demasiada coincidencia. Algo estaba pasando.

“Esto complica las cosas. Yo pensé que ya habíamos dejado atrás el interés de las hadas en ti. Creo que deberías quedarte aquí esta noche.”

“Yo-oh, no. No. No quiero quedarme aquí. Jack puede llevarme a casa.” Volteé pero Jack aun no había regresado. Raquel sonrió, y yo me quede atrapada en el Centro.

De nuevo.

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Fin del Capitulo 12


Capítulo 13 (parte 1)
Muerde mi lengua

Traducido por Cami.Pineda(SOS)


“Mira,” Arianna dijo. Ella hizo una parada enfrente de mi escuela tan rápido que estuve apunto de estrangularme con el cinturón. “si no quieres salir conmigo, esta bien. Pero tu solamente no me abandonas y luego te vas a quedarte con un amigo por dos días sin siquiera molestarte en llamar.” Grandes sombras cubren la mitad de su cara, pero en ese momento puedo leerla muy bien. Ella estaba herida.
“te envié emails,” le dije penosamente.
“si. Genial. Solo – lo que sea. Vete.”
Abrí mi puerta y di un paso hacia la acera. “Gracias por el-” Ella aceleró, con el impulso del carro dio un portazo.
Fabuloso. Que buena manera de empezar mi primera mañana fuera. No quería abandonarla- de verdad. Nada de eso era mi culpa. Prácticamente había sido secuestrada por Jack, después de todo.
“Evie, ¿estás bien?”
Mire arriba hacia la cara de preocupación de Carlee. No me había dado cuenta que todavía estaba parada en la acera, con los hombros caídos y la cabeza hacia abajo. “solo estoy cansada.”
Eso era decir poco. Si acaso había podido dormir las ultimas dos noches en el sofá de Raquel. No solo estaba asustada por haber sido acosada en el Centro, pero para ser una mujer tan pequeña, Raquel roncaba como un hipopótamo. Imagínate. Jack, el pequeño soplón finalmente se presentó esta mañana, y apenas pude llegar a tiempo para el primer periodo. Una estúpida misión y me sentía completamente aspirada de vuelta en ACIP– Raquel incluso me había pedido que presentara informes sobre los elementos desaparecidos mientras esperábamos a que Jack volviera. Tuve la sospecha que ella amaba cada minuto de eso, si se saliera con la suya, me mudaría de vuelta.
Y lo haría.
“Tenemos las pruebas de aptitud hoy en el gimnasio – no lo olvides.” Carlee caminó hacia mi, sus pasos ligeros y con saltos.
Empuje mi paso hacía la multitud estudiantil. El miedo a la hadas, paranoia a los silfos, y como siempre mi aumentada culpa de no decirle a Lend que era inmortal, se revuelven en mi estomago. Ahora podía agregarle mi trabajo en ACIP de nuevo, a las mentiras que le he dicho. Eso es lo que lo hace más difícil – no ser capaz de hablar con mi mejor amiga sobre todo.
Me paré enfrente de mi casillero, con una mano en la cerradura. Y, por primera vez desde que lo tengo, no puedo recordar mi combinación. “pitido,” murmuró. Aun mi casillero estaba perdiendo su encanto.
“No creo que la Señorita Lynn te deje estar enferma de nuevo. Te odia,” Carlee dijo
“Lo sé.”
“No, ella, como que, de verdad te odia.”
“No, yo, como que, de verdad lo se. Créeme.”
Ella se sentó a mi lado en la banca, donde todavía estaba contemplando la putridez de pila de amarillo y café que era mi ropa de gimnasio.
“estas segura que estas bien?”
Carlee era mi amiga. ¿Porqué no intentar ser honesta con ella por una vez?
“Estoy preocupada que estoy muriendo, las hadas tal vez están lanzando otra ofensiva para robarme, y tampoco puedo quitarme esta sensación extraña de cosquilleo en mis manos desde que succioné algo de el alma de un silfo, lo que definitivamente no debí haber echo.”
Ella parpadeó. Lentamente.
“Es broma.” Le di una rápida mueca que esperé que pasara por sonrisa. “No he estado durmiendo lo suficiente.”
“oh. Eso es fácil. Toma té de manzanilla antes de la ir a la cama. Mi mamá confía totalmente en él.”
“té de manzanilla. Lo haré.” Sin ninguna duda eso resolverá mis problemas.
“así que, sobre el otro día.”
Oh, Jack. No hemos hablado desde que ella me respaldó. “Gracias de nuevo, por cierto. Tú y la Señorita Lynn salvaron mi trasero.”
“Claro, pero quien era el otro chico?”
Rodéo mis ojos. “Una molestia.”
“Porque, bueno, Jhon y yo rompimos de nuevo, y ese chico era muy lindo, y estaba pensando que tal vez-”
“NO!”
sus ojos se abrieron en shock. “Lo siento, yo…”
“No, de verdad, él está medio loco, sabes? Como, inestable. Y se rehúsa a tomar su medicamento.”
“De verdad? Bummer. Esos hoyuelos...”
“totalmente psicótico!”
Ella se encogió de hombre mientras se paraba. “Mejor vístete.”
“Verde!•”
“Muy tarde,” Carlee susurró.
La señorita Lynn llegó alrededor de la esquina de la fila de casilleros, con notorias dagas. No, las dagas serían un arma muy delicada para ella. Deslumbrantes mazos eran más apropiados.
“que?” pregunté con una señal.
Ella sacudió el pulgar hacia la puerta. “oficina.”
Me quedé parada, pulverizada. “No llegué tarde! No he hecho nada mal hoy!”
“Emergencia familiar,” gruñó. “sal de aquí.”
“yo- oh. Okey.”
Comprobar de nuevo? Que estaba haciendo Raquel? Tenía el comunicador en mi bolso. Ella definitivamente no había estado tratando deponerse en contacto conmigo en las últimas horas desde que me fui.
Igual, la sincronización no podría ser mejor. Arrojé mi ropa de gimnasio en el casillero y traté de parecer nerviosa mientras caminaba pasando a la Señorita Lynn. De verdad era todo lo que podía hacer para no ausentarme. Ni siquiera me importaba si era secuestrada de nuevo, si eso me sacaba del gimnasio.
Abrí la puerta de la oficina y me detuve en seco. No era Raquel esta vez. Era el padre de Lend.
O al menos en lo que le concernía a la coqueta secretaria de asistencia, David era mi guardián legal. Ella no podría ver claro a través del glamur hacia la clara-como-el-agua cara de Lend.
Él se volteo y me sonrió con su cara de papá, y luego de un par de segundos fui capaz de remplazar mi cara de shock, con lo que esperaba que fuera una sonrisa de hija adoptiva.
“Umm, hey.”
“Gracias de nuevo, Sheila,” Lend-como-David dijo, sonriéndole. No sabía si estar celosa, mortificada, o divertida por su sonrisa de ojos saltones.
Caminé rígidamente al lado de él en el estacionamiento, amando que él estuviera aquí, queriendo nada más que lanzar mis brazos a su alrededor y obtener el abrazo que tan desesperadamente necesitaba, pero no iba a hacer eso cuando el lucia como su padre.
Entramos en el carro y miré por encima, tratando de ver solo bajo su encanto.
“cual es mi emergencia familia?”
“He estado preocupado. No has contestado tu teléfono en un par de días.”
Eso podría ser porque el Centro subterráneo tiene cero recepciones de llamadas. “lo perdí,” miento, odiándome a mi misma.
“me lo imaginé. Estar preocupado era solo una excusa para sacarte,” me dio una sonrisa, sacándonos del estacionamiento, y condujo por las calles llenas de arboles hasta la autopista.
“la clase de la tarde fue cancelada, y tuve la sospecha que no importaría si faltabas a gimnasia.”
“hermoso e inteligente. Soy una chica afortunada. Pero, umm, es algo tenebroso sentirme atraída por alguien que luce como tu padre. Cambio de encanto?”
Él se rió, su cara de padre brilló dentro de los bellos estándares de ojos oscuros y cabello oscuro de Lend. “¿Mejor?”
“Definitivamente. Ahora ya no necesito terapia. Bueno, no mucha.”
El rió de nuevo, buscando mi mano con la suya. “Igual, es un buen truco el rescatar a mi novia de la tortura.”
“No me estoy quejando.” Me acomodé en mi silla, amando el sentimiento de la piel de Lend sobre la mía. Nunca me cansé del contorno de su palma, la manera en que sus dedos se enlazaban con los míos como si estuvieran diseñados para estar juntos, o la forma como inconscientemente acariciaba mi mano con su pulgar. Esto era donde pertenecía.
El nos sacó en un área familiar, parqueando en frente de un restaurante de hueco-en-la-pared de comida tailandesa.
“que vamos a hacer?”
“vamos a ver si finalmente no se puedo encontrar algo suficientemente caliente para ti.”
Desde que hace unos meses se enteró que podía comer cosas picantes – ridículamente picantes – sin pestañear, él ha hecho esta misión personal de encontrar algo suficientemente caliente para mi gusto.
“solo por que tienes una lengua debilucha no significa que yo también la tenga,” le dije
Me sonrió astutamente. “Lengua debilucha, huh? Tengo que mostrarte lo que puedo hacer, luego.”
Yo le di una palmada en el hombro, sin poder contener otra carcajada. “Oh, soy una fan de tu lengua, no te preocupes.”
“me gustaría imprimirlo en una camiseta.”
“al menos sé que darte para navidad.”
Caminamos dentro del restaurante, y una hora después salimos. Lend frunció el ceño en frustración. “Uno de estos días encontraré algo picante para ti gusto.”
Traducción SOS por kathesweet


Lástima que tendremos que salir en tantas citas mientras tú buscas.

—Alas, todas las causas nobles requieren sacrificios.

Regresamos a casa, pero en lugar de llevarme al apartamento, Lend bajó por un camino estrecho que llevaba hacia los arboles y serpenteaba alrededor hasta un callejón sin salida.

Mi comunicador sonó ruidosamente en mi mochila y salté. Lend me miró, elevando una ceja. Oh, mierda, oh mierda, oh mierda, estaba atrapada.

—Parece que encontramos tu teléfono.

Dejé salir un ladrido de risa nerviosa. —Sí. En mi mochila todo el tiempo. Qué bien. —Él sonrió y aparcó mientras yo trataba de calmar mi corazón. Guardar secretos iba a matarme uno de estos días.

Apagó el motor. —Esta es nuestra parada —Miré alrededor, viendo nada más que arboles. Sacó un par de mantas de la parte de atrás, luego abrió la puerta para mí.

Caminamos a través del bosque y nos detuvimos en un estanque tranquilo. Las hojas de otoño se reflejaban en los bordes, haciéndolo lucir como si el agua estuviera en llamas. Lend extendió una de las mantas sobre el suelo y se recostó sobre ésta, palmeando el espacio a su lado. Empecé a acariciarla, luego me senté, mirando con recelo hacia el agua.

—Tu mamá no está allí, ¿cierto?

Él rió. —No. Es sólo que ha pasado demasiado tiempo desde que estuve cerca al agua.

Fruncí el ceño, preocupada. ¿El agua estaba llamándolo ahora o algo así? ¿O simplemente le resultaba tranquilizador a causa de su infancia? Me tumbé, apretándome a su lado con mi cabeza en su pecho. La mano acariciando mi cabello que perdió su pigmento y liberé mi respiración y sonreí, aunque no podía ver su cara. Todavía era mi Lend. El Lend que nadie más podía ver.

—No he visto a mi madre en un tiempo —dijo, un indicio de preocupación en su voz.

—¿No?

—No. Creo que esto podría ser el tiempo más largo en que se ha ido sin mostrarse.

Algo de una de las formas había hecho cosquillear mi memoria, algo incapaz de ser causado por elementales locales. Hice una nota mental de preguntarle a Raquel sobre esto, ya que no podía sacarlo a colación con Lend.

Quería que él hablara, así que pregunté, —¿Cómo fue, tenerla como mamá?

Se encogió de hombros, mi cabeza en su pecho levantándose con el gesto. —No lo sé, no es como si tuviera algo más con qué compararla. Creo que mi papá lo compensó lo mejor que pudo, y cuando yo era un niño no conocía nada mejor. Él tenía que mantenerme aislado, así que imaginaba muchas mamás que estaban algunas veces allí y algunas veces no, hablaban chistoso, y le daba a sus hijos regalos de banco de peces tropicales en medio de un estanque en Virginia.

—Creo que suena dulce.

—Lo era. Amo a mi mamá. Fue difícil por un tiempo, cuando me di cuenta que realmente nunca compartimos una vida, pero es lo que es. Y sé que ella me ama.

—¿Cómo no podría? —Un dolor familiar se instaló en mi pecho. Incluso Lend con su mamá elemental de agua al menos tenía eso: el conocimiento de que fue y siempre había sido amado. Y siempre lo sería también, ya que viviría para siempre justo como Cresseda.

—¿Alguna vez te preguntante, si quizás la tuya todavía está… —preguntó, callándose, pero sabía cómo terminaría. 
Allí afuera. Si, en algún lugar, mis padres (si incluso tuviera padres) estaban viviendo y pasando sus vidas normales. Sin mí.

—No lo sé. No me gusta pensar en eso. —¿Qué pasa si realmente sólo me abandonaron, dándome a las hadas? O qué pasa si fui hecha, si las hadas lo fueron, lo son, no lo sé. No vale la pena pensar en eso.

Él se estiró y acarició mi cabello. Hablamos sobre mis problemas familiares antes, ¿pero cuál era el punto? No estaba obteniendo ninguna respuesta, y no me gustaban las preguntas. Nunca hubo un hogar real o una madre que me llevara a al banco de peces por entretenimiento, y nunca la habría. Estaba bien. Yo estaba bien.

—Ha pasado demasiado tiempo desde que estuvimos juntos así —dijo Lend después de unos minutos de silencio. Su voz real era como una cascada, cálida y líquida y tan deliciosamente sexy que podía no escuchar nada más por el resto de mi vida y ser perfectamente satisfecha. Dejé que esto me recorriera, relajando la tensión que se había reunido en mis hombros. Que el problema no importaba. Esto era lo que importaba.

—Mmm Hmm —Cerré mis ojos y respire hacia él. Una brisa fría se agitó sobre nosotros, y sentí mi cabello levantarse en respuesta, todos mis miembros sintiéndose ligeros, desconectados y más conectados al mismo tiempo. Era como si mi cuerpo respondiera al viento.

Eso era nuevo. Lancé una mirada rápida al cielo, pero no había signos de silfos. Lend puso la otra manta sobre nosotros, desconectándome de la brisa. Estuve aliviada y extrañamente decepcionada ante la pérdida de la nueva sensación.

—Háblame sobre la escuela —dije, alejando todos los pensamientos de paranormales. Además de nosotros, por supuesto.

Escuché, medio prestando atención a sus historias excitantes de profesores y clases mientras disfrutaba las subidas y bajadas de su pecho. Siempre estaba tan animado, hablando de horarios para el próximo año, seminarios, pasantías. Su meta era obtener licenciaturas en biología y zoología, luego seguir una maestría en zoología, finalizando con estudios intensivos de criptozoología, estudiando las criaturas en el margen de la ciencia. Dado lo que sabía, tenía una ventaja natural. Y realmente, era perfecto para él. Podía ser normal pero todavía ayudando a los paranormales que tanto amaba. Su mayor aspiración ahora era estudiar los hombres lobos y tratar de aislar qué los causaba, quizás incluso curarlo.

Él amaba pensar en eso, planearlo, y trabajar hacia el futuro. Eso hizo que mi corazón doliera. Me pregunté otra vez cómo cambiarían las cosas cuando él averiguara que no era mortal. ¿Todavía estaría tan concentrado en este futuro que había trazado? ¿O sería inútil para él sabiendo que tenía la eternidad? ¿Cambiaría a actividades inmortales como…. Umm, vivir en estanques y dar consejos incomprensibles?

También me preguntaba qué estaba mal conmigo. No tenía ninguna meta. Siempre que tratara de pensar en algo que sería feliz haciendo por el resto de mi vida, sólo quería desesperadamente ir a Georgetown, pero eso sólo era porque así estaría con Lend. Mi futuro se sentía como un gran vacío, dependiendo de variables que no podía controlar.

—Todavía no he decido sí o no debería ir a la escuela de medicina. ¿Pero dónde más voy a estudiar biología celular? —Suspiró, luego rió—. Muy bien, suficiente de eso. ¿Qué has estado haciendo los últimos días?

Mordí mi labio. El asunto completo del espíritu no valía la pena ser mencionado. O la aceptación de una asignación estúpida con AICP y quedar atrapada en el Centro. Eso lo preocuparía, y, de verdad, no había sido gran cosa. Pero sería lindo ser capaz de hablar con él sobre cuánto extrañaba a Lish últimamente, lo extraño que era no ser capaz de ir donde era mi vieja unidad, cómo estar con Raquel me hacía sentir feliz y enojada al mismo tiempo.

Lástima que no podía decirlo.

—Oh, ya sabes. Lo usual. Contigo en Easton Heights en repeticiones, mi vida es un hoyo negro de aburrimiento y desesperación.

—Así que básicamente has estado haciendo tu tarea.

—Como dije, hoyo negro.

Acarició mi cabello mientras traté de no pensar en todas las cosas que no estaba diciéndole.

—¿Cómo te sientes?

—¿Abrigada?

—No, quiero decir, después del silfo. ¿Nada extraño?

Podría decir que los hormigueos que estaba sintiendo ahora mismo en la brisa podían ser de cualquier número de orígenes, no menos importante que mi novio increíblemente atractivo jugara con mi cabello. —Nop.

—¿Qué hay de todo lo demás?

Era una pregunta abierta, pero sabía de qué estaba hablado. Reth y Vivian, los únicos que entendían que yo era, una vacía, me habían advertido que quemaría mi propia alma rápidamente. Suspiré, levantándome sobre mis hombros. Abrí el cuello de mi camisa y miré hacia mi corazón.

Las flamas de oro líquido se arremolinaban perezosamente, lo suficientemente brillantes para ver solo cuando estaba viéndolo directamente. —No hay cambio, de verdad. —No sabía si eso era algo bueno o malo. Las miraba con tanta frecuencia que era difícil decir si se estaban volviendo más oscuras o más brillantes. Luego un brillante destello iluminó justo en el medio, hice una mueca. Eso era nuevo.

Lend se sentó, estirando su cuello para ver hacia abajo a mi camisa. Y yo apresuradamente la puse en su lugar. —La última vez que verifiqué, no podías ver almas.

Se encogió de hombros, una mirada exagerada de inocencia en su cara. —Sin embargo, no me heriría el intentarlo, ¿no?

—Tienes que ser el novio vivo más generoso.

—Como dije, algo que vale la pena merece un sacrificio.

—Hablando de eso, ¿no ibas a darme una demostración de lengua?

Muy pronto Lend tuvo que llevarme de vuelta a la escuela a tiempo para Inglés. Antes de girar hacia el camino principal, puso su encanto usual de vuelta en su lugar. Tragué una sonrisa torcida, recordando lo extraño que había sido verlo como su padre. Y luego eso me golpeó, la solución al problema de la inmortalidad.

Lend nunca necesitaría saberlo.

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