domingo, 30 de octubre de 2011

capitulo 21-22 supernaturally

Capítulo 21:
«
Me Gusta la Vida Nocturna»


Traducido por: Xhessii


Tiré contra el agarre del vampiro de nuevo; pero él no se movió. Esto no estaba pasando.
¡Los vampiros no son fuertes!

Viendo mi pánico creciente, sonrió. Quería patear sus dientes, estaba harta de esa sonrisa.

—¿No es lo que esperabas? Te lo advertí.

Tiré un puñetazo con mi mano izquierda, sólo rozando su cabeza. Se inclino hacia delante y me golpeó con las escaleras de la entrada. Caí hacia atrás, golpeando mi coxis contra la esquina de un peldaño, lo que dejó salir un dolor agudo. Él puso su mano contra mi boca. Su mano tan cerca de mis ojos me ponía mareada, incapaz de enfocarme en su 
glamour ni en su cuerpo real. Piel impecable, piel muerta, piel impecable, piel muerta… tragué para evitar las náuseas.

—Apúrate, ahora, no queremos atraer atención extra. Lo haré rápido, mi pequeña monstruo —Él movió mi cabeza a un lado para exponer mi cuello.

Gritando mi frustración, mordí lo más fuerte que pude sus dedos. Se echó hacia atrás y respiré, sintiendo náuseas con el pensamiento de lo que acababa de meter a mi boca. Me incliné hacia un lado, alejándome de su alcance. Tan pronto como estuve en balance, me alejé corriendo, mi respiración estaba acelerada. Me apuré por la calle, girando en una esquina mientras miraba detrás de mí, y casi me golpeo contra la pared. Maldiciendo, me volteé… pero era demasiado tarde.

Ya había bloqueado la salida, mirándose confiado.

—Tú no quieres hacer esto —dije, levantando mis manos.

—Realmente quiero.

—¡No! Yo… —El viento frío pulsó a través de mí, y los espasmos en mis manos crecieron cada vez más fuertes. Podía sentir el aire girando en pequeños remolinos junto a mí, conectados en una nueva manera. De repente mi cuerpo cansado y adolorido se sentía ligero, insustancial pero poderoso. Y podía sentir también el alma del vampiro, en frente de mí. Llamándome. Incluso podía verla, el tenue brillo alrededor de su corazón.

Cerré mis ojos, luchando contra la urgencia de acercarme. —Por favor —murmuré—. No quiero herirte.

Se rió. —¿Estás confundida, 
Liebchen[1]?

Mis ojos se abrieron. Algo en su expresión cambió cuando vio mi mirada, su mirada predadora había sido cambiada por miedo. Apreté las manos en puños. No otra vez. No a menos de que tuviera que hacerlo. Aguantaba toda la fuerza, y mi voz sonó baja y era doloroso. —Deberías correr.

Esperaba que no lo hiciera.

Frunció el ceño, luego se alejó lentamente del callejón, sin nunca quitar sus ojos blancos y muertos de los míos. Cuando alcanzó la calle, un bate de béisbol salió de la noche y lo golpeó en el cráneo.

Salí de mi horrible deseo, y mi mirada se amplió.

Jack sonreía y golpeó el bate contra su mano. —¿Te apetece un juego rápido?

Mi mirada fue al vampiro que estaba en el suelo. Él ahora era impotente. Completamente indefenso. Lo que significaba que no había excusa para drenarlo más. Tomé una respiración estremecedora y traté de aclarar mi mente y enfocarme en Jack.

¡Jack! —¿Dónde habías estado miserable basura?

Él alzó sus cejas, con una mirada de dolor en su rostro. —¿Ése es el agradecimiento que obtengo?

—Dame ese bate y te demostraré lo agradecida que estoy, ¡cobarde!

—Oh, oye, no seamos precipitados. ¿Qué bien hubiera si los dos hubiéramos sido golpeados? Además, regresé. Justo en tiempo, por lo que parece —Él sonrió, pero algo en sus ojos era intenso, acusatorio, casi como si él supiera lo que iba a hacer (no, lo que tal vez hubiera hecho)—. Pero lo tenías bajo control, ¿cierto?

Le quité de las manos el bate. —¿Al menos tienes algo útil? ¿Rastreador de tobillo? ¿Un comunicador de repuesto?

Él hizo una elaborada demostración de estar revisando su camisa apretada y de manga larga, buscando sus bolsillos, y luego se encogió de hombros. —Están en mi saco.

Miré hacia abajo al saco de lana de Jack. El saco que yo usaba la mayoría del tiempo. Metí la mano en el interior y, efectivamente, en un bolsillo oculto cerca de mi corazón, había un delgado comunicador y un solo rastreador de tobillo.

Cifras.

—“
Estar preparado”, ése es mi lema —Sonrió con aire de suficiencia hacia mí—. Ése y“Duerme cuando es posible”. Oh, y “Si no te das cuenta que se ha ido, ¿qué daño te hace?”

—Llámalo —dije, cansada más allá de lo creíble y esperando estar lo más lejos posible de este vampiro. Le dí el comunicador a Jack y se inclino, mis dedos estaban temblorosos mientras agarraba el rastreador. No miraría al corazón del vampiro. No lo tocaría. Puse mi pulgar en el rastreador para activarlo, pero nada pasó.

—Parece que ellos no confían en ti con los rastreadores, ¿te imaginas por qué? —Jack se inclinó para agarrarlo.

¿Tal vez su desconfianza tenía que ver con el hecho de que había liberado a Lend? ¿O porque era la responsable de liberar cada licántropo que tenían? Probablemente, yo tampoco confiaría en mí. Tomé varios pasos hacia atrás y me incliné contra la pared, mirando al cielo nocturno nublado, y trataba de enfocarme en cualquier cosa que no fuera el vampiro.

Jack se puso de pie. —Están en camino —Aventó el comunicador al aire y lo atrapó por la espalda—. ¿Dónde están los trolls?

Oh, mierda. Los trolls. ¿Cómo iba a salir de ésta? No estaba como para devolverlos a la IPCA. Tanto como sabía, ellos se ganaban la vida aquí. Esta vil criatura en el suelo en frente de mí era la única amenaza que necesitaba ser eliminada.

Abrí la boca para decir una historia, cuando una puerta se abre en la pared y dos hombres con suéteres de cuello de tortuga color negro salen rápidamente, sus escoltas hadas permanecen en el anonimato por la oscuridad. Ellos miran en ambas direcciones y se arrodillan junto al cuerpo. Uno me miró, sus ojos lobunos amarillos brillaban debajo de unos ojos cafés. Uh. Supongo que después de todo la IPCA no perdió a todos sus licántropos. —¿Los trolls?

—Hice una mueca en lo que esperaba fuera de una manera lamentable. —Se han ido. Estaban siguiendo al vampiro, en alguna clase de venganza de sangre. Algo tribal. Pero entonces averiguaron que estaba con la IPCA prefirieron alejarse antes de ser capturados. Estaba siguiéndolos cuando me encontré con el vampiro.

—¿No tienen una base aquí? ¿Ningún humano ha sido tomado?

—Nop. Sólo pasaron. Ellos me llevaron a un almacén vacío, donde acampaban. No había señal alguna de personas.

Podía sentir los ojos de Jack en los míos y deliberadamente los evadí. Iba a vender ésta mentira. Él único que podía contradecirme era el vampiro. Tal vez 
debí haberlo drenado… Pero, no. Raquel tomaría mi palabra por encima de la de él. El licántropo asintió, luego ayudó a su compañero a capturar al vampiro de sus axilas.

—Sé cuidadoso. Él es realmente fuerte. Tan fuerte como tú.

Los licántropos me miraron dudosos.

—No, en serio. Él mata… —Me detuve, mi estómago se hundió con la realización de lo que pasaría si esa información se divulgara—. Mejor hablo con Raquel. Asegúrense que él no despierte hasta que lleguen con él al Contenedor. Un rastreador de tobillo no será suficiente para él —Ellos asintieron medio cargándolo, medio arrastrándolo por la puerta. Capté el brillo de una de las hadas, pero no la reconocí. Igual de bien.

Suspirando, me deslicé por la pared para sentarme en el piso e hice una mueca de molestia mientras el dolor se establecía en mi espalda baja, irradiado desde mi coxis. Unos cuantos movimientos dolorosos y estuve cómoda, en una manera de 
no me voy a morir ahora, pero tal vez lo haga más tarde. Un movimiento en el final de la calle atrapó mi atención. Birgitta, invisible a los ojos de los demás, me asintió, luego desapareció en las sombras. Al menos había hecho algo bien hoy. Tal vez. Probablemente.

—Entonces —Jack se sentó a mi lado—. Así que un 
fossegrim [2], trolls y un súper vampiro, todo en una sola noche. Cambié de parecer: tú realmente sabes cómo pasar un tiempo genial.

Al borde de las lágrimas, incliné la cabeza en su hombro. —Tú no tienes idea —No podía superar el deseo (la necesidad) que había sentido de drenar al vampiro, de mi mente. Mi estómago vacío gruñó con culpa. Pero no había hecho nada. Tampoco lo hubiera hecho, incluso si Jack no hubiera salvado el día. Mis dedos temblaban, en desacuerdo conmigo, y hice de mis manos, unos puños. No.

Estuvimos en silencio por un momento, Jack se tensó debajo mi cabeza, incómodo pero lo suficientemente lindo para no moverse. Me sentía extrañamente cercana a él, como cuando éramos los únicos dos cuerdos en un mundo lleno de locura y asesinatos. Podía sentir las amenazas de ése mundo, amenazándome para hacerme entrar, y yo tomaba cualquier ancla que pudiera agarrar. Incluso si él era una pesadilla rubia.

Alcé mi cabeza y lo miré. —¿Cómo me encontraste?

—Sólo suerte —La respuesta era tranquila, pero se sentía como si él la hubiera dicho demasiado fácil. Blanqueé mis ojos, pero él continuó—. ¿Por qué mentiste sobre los trolls?

—No lo hice —Nos sentamos ahí viéndonos el uno al otro, dos mentirosos experimentados, hasta que no pude soportarlo más—. ¿Jack?

—¿Mmm?

—Gracias —Mi voz se rompe un poco—. Si no hubieras llegado…

—Si no hubiera llegado, tú estarías bien. No necesitas ponerte cursi cuando decido tener algo de diversión decente. Ahora, resulta que usas mi saco más bonito. Me gustaría mucho que me lo regresaras, así que vayamos a casa, ¿nos vamos?

No podía discutir contra eso.
Fin del Capítulo…


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Notas:
1. Liebchen: Significa querida, en alemán.
2. Fossegrim: Para los escanadinavos son espíritus masculinos del agua que atraían mujeres y niños con sus canciones tocadas con violín, para que se ahogaran en los lagos y ríos. Y en Noruega: Las Fossegrim, son las hadas de las nieves, son las portadoras del frio y de las nieves, y además tienen una misión muy especial: la custodia de las cascadas y los fiordos. Tienen forma humana, aunque de talla un poco más reducida. Son seres esbeltos, de cabellos rubios o plateados que les permiten ocultarse entre el gélido paisaje que es su hogar. El elemento primordial que las gobiernan es el agua. Les encanta la música, especialmente las del arpa, también les gusta cantar, y a menudo sus tenues voces se confunden con el susurro de los vientos.

CAPITULO 22



traducido por Jpink


Raquel frunció el ceño por encima de su taza de café negro. “Con solo mirar tu bebida me está dando caries.”

“Menos mal que el IPCA tiene un dentista excelente.” Sonreí y utilicé un bastón de caramelo para disolver mi doble crema de chocolate caliente. La cafetería era pequeña, con cálidas paredes amarillas y sillas puuf en las esquinas con poca luz, los clientes estaban dispersos y encorvados sobre sus portátiles escribiendo, la cafeína como carburante te hace trabajar de genio. Había elegido este lugar porque tenían los sabores de Navidad ridículamente temprano (a pesar de las varias arañas y murciélagos colgando en honor de Halloween), y porque estaba a treinta minutos a autobús fuera de mi ciudad, así que había pocas posibilidades de encontrarse con alguien que yo conociera. Dudaba de que cualquiera de mis compañeros vampiros o hombres lobo pudieran reconocer a Raquel, pero preferiría evitar descubrirlo.

“Esto esta bueno.” Ella limpió una mancha de la mesa, otra vez, y fulmino con la mirada a una pareja mirándonos en la esquina opuesta de nosotros. Al menos ella había accedido a encontrarse conmigo aquí. Sobre todo porque me había negado de lleno a volver al Centro para dar parte sobre la misión.

Bueno, a mentir sobre casi todo, si quería ser racional.

Ya habíamos pasado sobre mi historia de los trolls. Resistí la tentación de preguntar si el vampiro había dicho algo sobre ellos. Si lo hacía, yo estaba atrapada, lo sabía. Odiaba tener que guardar secretos a Raquel, pero algunas cosas lo requerían. Jack había mencionado la parte del salvamento, asi que yo lo fortalecí con algunas tonterías sobre como el fossegrim* no me había matado porque un perro callejero corriente nos separó y me dejo salir del agua. No había razón para darle más por lo que preocuparse. El super-vampiro tenía suficiente información para una visita.

Me estremecí ante el recuerdo de su control sobre mi muñeca y lo que yo había querido hacer con él. “¿Tú no lo estás contratando a él para la Contención, verdad?”

“Por supuesto que no. El es demasiado inestable, incluso para la asignación más básica. Pero no tienes derecho de decirle a nadie más el por qué él es tan fuerte. Es un hecho inquietante. Nunca me he encontrado con un vampiro que dirigiese a los paranormales, y que los ayudase a superar las debilidades naturales de vampiros, bueno, lo mejor es mantenerlo estrictamente en secreo.” Ella suspiró algunas cosas nunca son sencillas, ¿verdad?

“Bien. El tipo es un psicópata, incluso para los estándares vampiros. Y eso es mucho decir.” Me eché hacia atrás, tratando de encontrar una posición que no hiciera daño a mi coxis magullado. Tendría que encontrar la manera de ocultarlo de Lend cuando llegara esta noche.

No, no más secretos.

“Hola, ¿qué pasa con los elementales? ¿Crees que quizá el vampiro…?” Me sentí un poco mal, preocupada por una repetición de la juerga de Viv. No pensaba que pudiera soportar más muertes paranormales que tuviera que entender.

Raquel negó con la cabeza. “No, no creo que esté relacionado. No ha habido ninguna muerte o cuerpos. Casi todos los elementales que hemos identificados y tienen contacto han desaparecido, pero los elementales son difíciles de entender. Solo habíamos estado manteniendo un seguimiento de ellos durante un par de décadas, por lo que sabemos, este es un comportamiento común.”

Asentí con la cabeza, aliviada. No más violencia. Tendría que decírselo a Lend, asegurarme de que él ya sabía que no era su madre quien había desaparecido. Por supuesto, no estaba segura si eso lo hacía sonar mejor o peor.

Raquel tomó un sorbo de su bebida.”Sin embargo, es una lástima para los trolls.”

Tragué mi chocolate caliente, hirviendo mi garganta. “Así es. Es una pena. Aún así, traje un peligroso paranormal, que fue siempre el objetivo, ¿verdad?”

“Por supuesto, y lo hiciste bien. Lo siento, el trabajo no fue tan fácil como prometí.”

“Si, bueno, consíguele a Jack un GPS o algo así. El está un paso por encima de las hadas, pero por muy poco. Por lo menos nunca me dejaron directamente en un río. No me da ningún trabajo cerca de los acantilados, ¿de acuerdo? Tiemblo al pensar que Jack me podría tirar.”

“La próxima vez lo dejo salir primero.”

Me eché a reir, sacudiendo la cabeza. “Buena idea.”

Para mi sorpresa, me preguntó acerca de la escuela, y se sentía un poco surrealista y perfectamente natural hablar con Raquel sobre mi gran trabajo de Dracula, la prueba de Inglés, que me había quedado dormida durante la mañana debido a la aventura con el troll, y mis quejas sobre Miss Lynn. Recordé todas las veces que solía fingir que Raquel era mi madre, soñando con hacer algo como esto con ella.

Fue muy bonito.

“¿Y cómo está Lend?”

Miré hacia abajo, a mi chocolate caliente disminuyendo. “No muy bien. Yo, eh, como que no le dije que estaba trabajando de nuevo con vosotros.”

Ella arqueó las cejas. “Y él lo descubrió.”

“Así es. Te puedes imaginar que no fue muy bien.”

Ella asintió con simpatía y tomo mis manos entre las suyas. “Lend y yo verdaderamente no empezamos con el pie derecho” Solo Raquel se referiría a Lend pinchándolo y luego lo encarcelaría en un celda IPCA, interrogándolo comenzando con el <> “Pero el siempre ha estado bien contigo, y no tengo ninguna duda de que los dos serán capaces de resolver esto.”

“Gracias.”

Pero entonces su comunicador pitó empujándonos fuera de nuestro pequeño fragmento de normalidad. Leyó el mensaje y lo soltó no hay suficientes horas en el día suspiró, luego me miró para disculparse. Agité la mano.

“No te preocupes. Vas a salvar el mundo. Yo voy a terminar en un pozo.”

Hizo una pausa. “Realmente lo siento, Evie. Algunas veces me preocupa que te empuje de nuevo a hacer cosas incorrectas. Quizás sea egoísta de mi parte. Pero no puedo decir cuánto te lo agradezco.” Sonrió, acariciando mi mano. “Estaré en contacto.”

“Lo sé.”

“Quiero saber si necesitas cualquier ayuda con ese trabajo. Y si te puedo ayudar con la situación con Lend.”

Cuando se fue, sentía más calor dentro de mí que en el chocolate. A pesar de que la última misión había sido un lio, las cosas funcionaron. Y teniendo de nuevo a Raquel en mi vida significaba más para mí de lo que nunca había imaginado que lo haría. Valía la pena unas cuantas experiencias cercanas a la muerte en Suecia, ¿no? Lend debería entenderlo. Yo le haría entenderlo.

Un viaje en autobús y tres horas más tarde estaba cansada de tratar de encontrar la postura para hacer precisamente eso. Lend no me había especificado la hora en la que iba a estar allí, así que me acosté en el sofá con mi teléfono, cambiando de posiciones hasta que di con una que no me doliera el cóccix.

Las aventuras de la noche anterior me alcanzaron, y me quedé dormida en un sueño inquieto. Una mano suave cepillando el pelo de mi cara me despertó. Lend estaba agachado en el suelo, a la altura de mis ojos. “Hola,” dijo, con su voz suave.

“¡Hola!” Me senté rápidamente, demasiado rápido, y chillé de la conmoción por el dolor.

“¿Qué pasa?”

“Nada,” me detuve. “Me magullé el cóccix muy mal anoche.”

“¿Cómo?”

“Me caí en un escalón.”

“¿Dónde?”

“En Suecia.”

Algo de preocupación cayó en su cara y se sentó sobre sus talones. “Oh. ¿Y que estabas haciendo en Suecia que te hizo caerte en un escalón?”

“¿Peleando con un vampiro?”

Su rostro se volvió piedra. “Así que estas totalmente segura trabajando para la IPCA de nuevo. Bien. ¿Vas a volver con los huesos rotos la próxima vez? Mira, ¡esto es exactamente sobre lo que te estaba ablando! La IPCA te tiene en sus garras otra vez; tú me estas mintiendo, ocultando cosas, ¡y ya has estado atrapada en el Centro y duele! ¿Por qué estabas peleando con un vampiro?”

Negué con la cabeza. “No se suponía que estuviera un vampiro, yo solo supuse…”

“¡No! Nunca es lo que se supone que es. No puedo creer que Raquel te arrastró de nuevo para hacer los trabajos sucios por ellos.”

Y de repente fui de desesperada por explicar a cabreada de lleno. “No tienes ni idea de lo que estás hablando. ¿Crees que porque los vampiros de aquí juegan bien lo hacen también los de todas partes? ¿De qué sirve el pequeño experimento de David para proteger a las personas de los paranormales que no quieren descubrir mejor su propia naturaleza? Algunos de ellos son monstruos, Lend. ¡Sabes qué! Sí, IPCA absorbe a veces, ¡pero al menos están haciendo algo! Me encantaría no hacer más que sentarme alrededor de esta ciudad sirviendo panqueques, pero ¿adivina qué? ¡No eres el único que quiere ayudar a los paranormales! No podría hacerlo de la misma manera que tú, pero no te atrevas a acusarme de hacer el trabajo sucio de la IPCA. ¿Tú precioso vampiro? ¡Él estaba acechando y asesinando a niños troll! Y si no fuera por mí, ¿quién sabe cuántos más habría matado?”

“¿Niños troll?”

Fruncí el ceño. “Sí, fui a Suecia para localizar a una colonia de troll.”

“¿Los encontraste?”

“Por supuesto que los encontré. Porque eso es lo que hago, y estoy bien con ello. Los trolls me pidieron ayuda, y porque no estaban molestando a nadie, los protegí de la cosa que les hacía daño. Y, antes de que preguntes, no, no llevé a los trolls a la IPCA, pero, sí, lleve de vuelta al vampiro psicótico. Asi que quizás ellos estén usándome, pero yo los estoy usando a ellos también, y te agradecería que no actúes como si fuera una idiota que hace lo que la gente me diga.”

Se quedó callado durante un minuto, y me preparé para su siguiente argumento. “Lo siento.”

“Yo… Espera, ¿qué?”

“Lo siento. Tienes razón. No sé porque siente que la IPCA es el mejor camino a seguir, pero nunca he sido capaza de ser imparcial al respecto. No me gusta, y no me va a gustar; hay demasiadas maneras en las que te pueden lastimar. Pero si tú sientes que es importante, entonces yo puedo lidiar con eso. No eres una idiota, lo sé, eres la más brillante y mejor persona que he conocido.”

“Por lo tanto… ¿estamos bien?” La esperanza revoloteaba en mi pecho, liberando un poco la ansiedad que me había estado desgarrando toda esta semana.

“Prométeme que has terminado con las mentiras. Odio que la IPCA siga siendo una parte de tu vida, pero puedo aceptarlo si dejas de ocultarme las cosas. Eso me molesta más que otra cosa, que sientas que no puedes ser honesta conmigo. Me miras como nadie más lo hace, al verdadero yo, todo el tiempo. Quiero lo mismo contigo.”

Asentí con la cabeza, con lagrimas en los ojos. Tenía razón, él no podía ocultarse de mi. No era justo que yo le ocultara las cosas a él.

“¿Así qué no más mentiras?”

Tragué saliva. Eres inmortal, Lend. “No mas mentiras,” mentí.

Él suspiro aliviado y se sentó a mi lado, poniendo su brazo alrededor de mí con cautela y apoyando la cabeza contra el respaldo del sofá. “Así que, umm, ¿qué quieres hacer ahora?”

Ojala lo supiera.



*Fossegrim: hadas de la nieve de Noruega.

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